Hay acuerdo: en las próximas elecciones generales a la izquierda del PSOE. Sumar ha registrado este viernes ante la Junta Electoral la coalición para concurrir junto a Podemos y otros 14 partidos el 23J. Lo hacen a solo cuatro horas de que termine el plazo para presentar una coalición, y tras una semana de vértigo, con duras negociaciones, filtraciones y acusaciones cruzadas.
Sumar se presentará con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como candidata, y junto a Podemos, Compromís, Más Madrid o IU, entre otros. "Se trata del acuerdo más amplio y plural alcanzado en toda la etapa democrática en España entre fuerzas progresistas y verdes", reivindica la plataforma en un comunicado.
En él, también destaca que el acuerdo es "reflejo del esfuerzo y la generosidad de fuerzas políticas muy diversas entre sí", y el primer paso para "construir un proyecto ilusionante, feminista y ganador que ponga siempre la justicia social y climática en el centro, con el mundo del trabajo dentro". "España puede ser mejor, vamos a ello", ha compartido la vicepresidenta y ministra de Trabajo en Twitter.
El veto a Montero, principal escollo en la negociación con Podemos
Aunque el plazo para presentar las listas no terminaba este viernes, sino el próximo 19 de junio, los nombres que ocuparía cada partido en estas listas han sido el principal punto de fricción en estas negociaciones. En especial un nombre, el de Irene Montero, "obstáculo insalvable" para Sumar y el "principal activo político" de Podemos, según lo ha descrito este viernes la secretaria general de la formación morada, Ione Belarra.
La ministra de Igualdad y 'número dos' de Podemos ha sido vetada por Sumar, según ha denunciado Belarra públicamente, aunque antes lo habían filtrado fuentes de la negociación y lo había insinuado Pablo Iglesias. El partido considera el veto una humillación y confían en que Montero pueda tener un puesto relevante en las listas antes de que acabe el plazo para presentarlas, en diez días.
El núcleo de la negociación estaba en el pacto entre la plataforma de la vicepresidenta segunda y los de Ione Belarra. Ambas formaciones llevan mostrando desde hace meses sus diferencias, hasta el punto que Podemos no acudió al lanzamiento de la candidatura de Díaz en abril, y estas discrepancias se han intensificado durante esta semana. Por eso, las conversaciones han sido "complejas", según han reconocido ambas partes, y se han sellado entre duras acusaciones por parte de la formación morada contra Sumar.
Los morados denuncian un reparto de puestos "injusto"
Las negociaciones han sido tensas no solo por el veto a Montero, sino también por el reparto de escaños, que Podemos ha denunciado como "injusto", ya que les podría incluso dejar "sin representación en el Congreso". Según el reparto acordado, los morados tendrían el quinto puesto en Madrid, para Belarra y el cuarto en Barcelona, Sin embargo, la propia Belarra ha insistido en que la firma de la formación estaba "garantizada" y finalmente Podemos ha estampado su firma en el acuerdo.
Tras conocer las declaraciones de Belarra, desde Sumar han movido ficha rápido. Fuentes de la plataforma explicaban que tomaban el mensaje de Podemos como un 'sí' y cerraban la posibilidad de alargar la negociación, como querían los morados, al anunciar que presentarían la coalición por la tarde.
"No aceptaremos que Podemos nos lleve al escenario de Andalucía", señalaban, en referencia al abrupto acuerdo de la izquierda para las elecciones andaluzas del año pasado, cuando la coalición se registró sin apenas margen y Podemos quedó fuera por un error técnico. Además, negaban que el partido se pudiera quedar sin representación, como denuncia Belarra, y mantenían su última oferta: "La presencia y la representación de Podemos está ampliamente garantizada, como no podía ser de otra forma, con la propuesta sobre la mesa".
Tesh Sidi y Errejón, en los puestos de salida de Madrid
Todas las formaciones que se integran ahora en Sumar se vieron sorprendidas el pasado 29 de mayo, cuando, solo un día después de las elecciones municipales y autonómicas, Pedro Sánchez anunció que adelantaba las generales a julio. Se vieron obligadas a negociar y pactar contra reloj, en apenas diez días, y con el amargo sabor de los resultados electorales del 28M, que fueron especialmente malos para los morados.
Esto se ha visto reflejado en la confección de las listas. Sumar otorga un peso destacado a las fuerzas territoriales que se unen al partido, que tuvieron un mejor resultado que los morados. Más Madrid ocupará los puestos tres, cuatro -que ocuparán respectivamente la activista saharaui Tesh Sidi e Íñigo Errejón-, siete y diez en las listas de Madrid, Compromís tendrá el cabeza de lista en Valencia y los números dos en las tres provincias valencianas, la Chunta Aragonesista el número uno de la lista de Zaragoza y Més el número uno de Baleares.
Por el contrario, Podemos tiene un papel muy secundario: el número cinco en Madrid, para Belarra, el cuatro en Barcelona, y el uno en Murcia, Guipúzcoa, Álava, Navarra, Granada y Las Palmas de Gran Canaria, además de en otras siete provincias donde es poco probable que obtengan representación. Podría obtener unos ocho diputados si la coalición obtiene unos resultados similares a los de hace cuatro años. Un resultado muy alejado del de 2019, cuando la coalición Unidas Podemos logró 35 diputados, si bien concurrían con IU, Equo y En Comú Podem en Cataluña, tres formaciones ahora integradas en Sumar.
En total, son 15 las formaciones agrupadas bajo el paraguas de Sumar: Podemos, Izquierda Unida, Catalunya En Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, Més per Mallorca, Més per Menorca, Verdes Equo, Proyecto Drago, Alianza Verde, Batzarre, Izquierda Asturiana e Iniciativa del Pueblo Andaluz.