¿A qué llamamos una película de Palma de Oro? Seguramente a una que aúne brillantez narrativa con un novedoso uso del lenguaje cinematográfico. Ahora que el festival cumple su edición 75, miremos al anterior aniversario redondo, los 50 años que cumplió en 1996. Ese año, el jurado que presidía Francis Ford Coppola tenía para elegir nada menos que Rompiendo las olas, Fargo, Crash o Secretos y mentiras (que fue finalmente la premiada).
Volvamos a 2022. ¿Hay un puñado de películas tan contundentes en la sección oficial? No lo parece: el nivel de la competición parece haber estado un poco por debajo de otras ediciones. Quizá las películas de Cannes 2022 no parecen estar escritas en piedra, pero el buen cine se ha proyectado en un puñado de muy buenas películas. Sin una obra rotunda, el palmarés, que a partir de las 20.30h. anuncia el jurado que preside Vincent Lindon, es más incierto.
Hace 61 años de la única Palma de Oro para un cineasta español: Luis Buñuel, por Viridiana (al margen de la Palma de Oro al mejor cortometraje para Timecode en 2016). Este año, Albert Serra puede secundar la hazaña con su hipnótica Pacifiction, que figura entre las películas más relevantes de la sección oficial y con mejor recibimiento en Cannes. Este es el repaso a lo mejor de dos semanas de cine.
Close, de Lukas Dhont
Sutil, elegante, bella y profundamente dolorosa. La película que congrega más consenso para la Palma de Oro. La favorita. El director belga Lukas Dhont, 31 años, repite buena parte de las virtudes que apuntaba en su debut, Girl. La amistad entre dos niños se interrumpe y el duelo y la culpa casi se pueden tocar en las imágenes. Una cinta delicada, cercana al milagro por las interpretaciones de los actores protagonistas. Dhont sería el ganador más joven de una Palma de Oro desde Steven Soderbergh en 1989, un hito para un certamen que suele estar copado de directores consagrados.
Pacifiction, de Albert Serra
Albert Serra entregó su película dos días antes de cerrarse el plazo en Cannes y ha dinamitado el festival. Pacifiction es la película menos radical de Serra, pero la más radical del festival.
Una alucinada intriga atmosférica en la que un alto funcionario del estado francés (Benoît Magimel) intuye que Francia quiere retomar en Tahití las pruebas nucleares. Pacifiction ha fascinado y polarizado, pero solo tiene que poner de acuerdo a nueve personas de un jurado.
'Pacifiction', de Albert Serra: la película española que opta a la Palma de Oro en Cannes
Decision to leave, de Park Chan-Wook
Orfebrería visual. Cine negro de estética hipertrofiada. Difícil ignorar un festín lleno de clichés pero gozosamente narrados. Park Chan-Wook, Premio del Jurado con Old boy, aspira a una segunda Palma de Oro para Corea del Sur tras la de Parásitos en 2019 con una trama de noir romántica, inocente, y punteada con sentido del humor.
R.M.N, de Cristian Mungiu
Un ultimátum a la xenofobia y a la violencia masculina. Clasutrofobia moral en un pueblo de Transilvania con una violencia latente y patente. Ya ganador de la Palma de Oro, el rumano Cristian Mungiu (Cuatro meses, tres semanas y dos días en 2008) firma su película más alegórica con un sólido drama que trata exactamente los mismos temas que As bestas, la película de Rodrigo Sorogoyen presentada en Cannes fuera de concurso.
Eo, de Jerzy Skolimowski
El ovni de Cannes 2022. Una película con una potencia visual y sonora que casi satura. Con 84 años, el veterano realizador polaco homenajea Al azar de Baltasar (1966), de Robert Bresson y toma a un burro como observador de la burricie humana. Eo, un burro que sueña con ser caballo y se fuga topándose con diferentes grupos humanos, en un alegato naturalista que, de paso, critica la barbarie, con capítulo especial para los neonazis presentes en Polonia.
The triangle of sadness, de Ruben Östlund
Las carcajadas del festival. El sueco Ruben Östlund, fino y retorcido ganador de la Palma de Oro por The square, apuesta por la comedia pura con una farsa que subvierte los roles de clase y género. Un pequeño crucero de lujo obsceno naufraga y los supervivientes crean una nueva sociedad en una isla desierta. Un recordatorio de la fragilidad de las construcciones culturales.
Tori y Lokita, de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne
El mayor inconveniente de premiar lo nuevo de los hermanos Dardenne es el historial de éxito de los hermanos Dardenne, dos veces ganadores de la Palma de Oro. Por lo demás, Tori y Lokita juega en la liga de sus grandes películas. La historia de dos niños inmigrantes que viven en el limbo de un centro de menores y son explotados por traficantes y mafias. Un puñetazo emotivo y especialmente duro para lo que acostumbran.
Eight mountains, de Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch
Hermoso relato sobre la amistad masculina a lo largo de tres décadas ambientado en los Alpes italianos. La pareja belga filma con un lirismo contenido una historia de hombres silenciosos solo lastrada por el exceso de mensaje subrayado de la novela de Paolo Cognetti en la que se basa. La belleza de la alta montaña, sublime e incomprensible, enmarca perfectamente la búsqueda, también inexplicable, del sentido de la vida.