Un audio que circula por las redes de mensajería asegura que las personas más afectadas por el COVID-19 tienen en común haberse vacunado contra la gripe y sugiere que este compuesto, infectado, transmitió la enfermedad. Es un bulo, y aprovechamos su desmentido para aclararte otras sospechas sobre incidencia cruzada entre ambos virus que se publican en Internet sin respaldo de estudios “serios”, lo que demandan los especialistas.
El audio, que se ha hecho viral, ha llegado al servicio de consulta de Verifica RTVE también en formato de vídeo. Una mujer argumenta (4:38): “¿Qué tienen en común todas las personas que fueron a partir del 15 de marzo directamente a UCI? Personas mayores, personal sanitario, algunos deportistas…”. También se pregunta: “Y... ¿Qué no tienen los niños, que no ha habido casos tan graves de niños? Básicamente, la diferencia es la vacunación de la gripe”.
Quien habla concluye que “un 5% de la vacunación puede estar perfectamente infectada con el COVID” y que “es posible que haya habido un fallo en la vacunación de la gripe que estuviera contaminada con COVID-19”. La autora del audio sospecha que “las personas que recibieran esas vacunas, ese 5% de los vacunados, hubieran tenido este virus dentro desde el mes de octubre, porque de hecho hay casos de COVID en octubre, noviembre, diciembre. Esto no ha venido de China en el mes de febrero”. Según ella, “esto explica que en las residencias de ancianos, que tienen una alta vacunación de gripe, nos encontráramos con personas que en 24 horas fallecieran”.
El audio ha llegado en formato anónimo pero posteriormente la autora se ha identificado en redes sociales como Sandra Félix, responsable de una clínica de Estética Facial en Girona. “Si se nos ha infectado con este virus en la vacunación de la gripe habría que plantearse correr el riesgo de que esto vuelva a suceder”, afirma en el audio, sugiriendo que no se aplique entre personas mayores: “Nos la podríamos ahorrar, no hay una menor incidencia de gripe gracias a la vacunación”.
Hemos hablado con Rafael Manuel Ortí Lucas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), que pide prudencia y estudios científicos para cualquier debate relacionado con las vacunas. Y hemos discutido específicamente el mensaje de audio con Daniel Prieto Alhambra, catedrático de fármaco-epidemiología en el Centro de Estadística en Medicina de la Universidad de Oxford, que resume así su impresión: no existe ninguna base científica que él conozca o pueda localizar que apoye las ideas que contiene.
“Yo no he leído ningún argumento serio a favor de lo que dice”, expresa también el especialista en Medicina Preventiva José María López Lozano, profesor colaborador honorario y miembro del Grupo de Investigación de Datos en Ciencias de la Salud de la Universidad de Murcia. “Son mentiras con intención de hacer daño. No entiendo por qué”, dice José Antonio Forcada Segarra, presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (AEV).
Gripe, COVID-19 y UCI
¿Qué tienen en común las personas que fueron a partir del 15 de marzo directamente a UCI (mayores, sanitarios, deportistas)? Forcada explica que el argumento de la autora del audio es falaz: no es que la gente mayor se haya contagiado más de COVID19 porque se puso la vacuna de la gripe, sino que ya se les pone esta vacuna precisamente porque son población de riesgo, y es esta situación la que hace que se vean más golpeados por el coronavirus: “No existe ninguna relación entre una cosa y otra sino simplemente que coincidimos en grupos de edad con un mayor riesgo de todo tipo de infecciones y que estas infecciones son mucho más graves en ellos”.
Además, no sólo los mayores se ven afectados por el SARS-CoV-2. Junto a ellos, ”las personas con patologías subyacentes de todas las edades (diabetes, hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades pulmonares o cáncer) parecen tener síntomas más graves que las demás personas”, subraya la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con respecto a los sanitarios, hemos consultado un informe del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) sobre su situación, y en concreto el más próximo a la fecha 15 de marzo que hemos podido localizar. Muestra que a 30 de abril de 2020 había 203.715 casos notificados de COVID-19 en España. De ellos, 28.326 correspondían a sanitarios. Sólo había conocimiento de un 1,3% de los mismos que hubiera acabado en UCI, lo que apunta a que han sido un grupo muy afectado pero no mayoritario en estas unidades.
En cuanto a los deportistas, no hemos hallado ningún informe que revele su peso destacado en las UCI tras el 15 de marzo, más allá de que sus contagios pudieran tener más eco por la popularidad de los afectados o su incidencia en algún equipo concreto, como ocurrió con el Valencia CF.
Niños, gripe y coronavirus
Y ¿qué no tienen los niños, que no ha habido casos tan graves de niños? Los niños muestran manifestaciones clínicas de la enfermedad generalmente más leves, pero también se contagian de COVID-19 en ocasiones, e incluso necesitan ser hospitalizados y sometidos a cuidados intensivos, como recuerda la OMS.
Por otra parte, son un sector de población al que no se vacuna intensamente pero sí a veces: “Se vacuna de la gripe a los niños que tienen patologías y están incluidos en grupos de riesgo, y en ocasiones a los que conviven con personas mayores con patologías de riesgo”, dice Forcada. Incluso, como recuerda este especialista, “entre los tres y cuatro años reciben muchas más vacunas de otros tipos que cualquier otro grupo etario [constituido por miembros de una misma franja de edad]. Por tanto no puede decirse que el no recibir vacunas te proteja frente al COVID”.
El COVID-19 no está en la vacuna de la gripe
¿Un 5% de la vacunación de la gripe puede estar infectada con el COVID y es posible que haya habido un fallo en la vacunación? Verifica RTVE no ha encontrado ningún informe científico, y tampoco lo ha hecho uno solo de los especialistas con los que hemos hablado, que justifique estas ideas ni la mención al porcentaje del 5%. Puede hablarse de co-circulación, pero no de transmisión o contagio a partir de la vacuna de la gripe.
Las evidencias científicas de que se dispone sugieren que el SARS-CoV-2 no se creó en un laboratorio ni es una mezcla de otros virus. Para Ortí, presidente de la SEMPSPH, “la frase ‘la vacuna de la gripe no transmite el COVID’ eso es seguro, porque el virus del COVID no está en la vacuna de la gripe. Otra cosa es que algún componente de la vacuna de la gripe pudiera condicionar un peor resultado o pronóstico en pacientes con COVID. Pero esto habría que demostrarlo”. Entre esos componentes se encuentra el polisorbato, que ha despertado sospechas aún no respaldadas con pruebas científicas sólidas.
Para demostrar que algo en la vacuna de la gripe implicase una mayor probabilidad de padecer COVID habría que realizar un estudio epidemiológico, según López Lozano, ya sea de cohortes (grupo vacunado y grupo no vacunado que se siguen a lo largo del tiempo) o de control (comparativa estricta entre grupos que pertenezcan al mismo grupo de edad, profesión, patologías acompañantes, etcétera). “Ni siquiera estos estudios serios permitirían afirmar lo que dice esa mujer”, asegura.
Forcada explica que “ha habido una co-circulación y en algunos casos ha habido coinfecciones” entre ambos virus, la gripe y el COVID19. Pero que hayan coincidido en el tiempo no prueba que uno provoque el otro, sino que mientras estás infectado eres más susceptible a otras infecciones. Tampoco puede hablarse de contaminación: “En la vacuna de la gripe y en cualquier otra se busca que no tenga ningún tipo de contaminación. Y si tiene algún tipo de contaminación, todo un lote entero se destruye. Es imposible que se haya producido una contaminación. Ni casual ni provocada”.
*Relación desmentida entre el Polisorbato 80 y el SARS-CoV-2
La Asociación Española de Vacunología (AEV) ha publicado una nota de prensa en la que rechaza la presunta relación perjudicial entre el Polisorbato 80 y el SARS-CoV-2 a partir del estudio que se ha realizado sobre ello en Barbastro: “Las hipótesis y resultados de los autores contravienen los principios de la epidemiología y la metodología de la investigación y perjudica los esfuerzos que a diario se realizan por parte de numerosos grupos y profesionales sanitarios que trabajan para mantener y mejorar las coberturas de vacunación en niños, adultos y grupos de riesgo y, por tanto, el estado de salud de la población”.
La AEV desglosa numerosos argumentos contrarios al informe. Entre otros, que las personas más afectadas por el coronavirus han sido en todo el mundo las de edad avanzada, cuando su porcentaje de vacunación varía en los distintos países entre el 5% de China y el 70% de Reino Unido, o que el Polisorbato 80 está también en vacunas infantiles, mientras los niños han sido los menos afectados por el contagio.
Además, la organización sugiere que el estudio de Barbastro puede estar sesgado pues se ha realizado en residencias, donde las coberturas de vacunación son más altas que en la población mayor externa, y que precisamente tres Comunidades Autónomas donde se distribuyó una vacuna de la gripe sin Polisorbato 80 (Castilla-La Mancha, La Rioja y Navarra) presentaron una media de mortalidad superior a la nacional.
El origen del COVID-19
¿Pudo ese 5% de los vacunados haber tenido el virus dentro desde el mes de octubre? China comunicó oficialmente la existencia del SARS-CoV-2 el 31 de diciembre de 2019. Estudios sobre aguas residuales apuntan a que la enfermedad pudo expandirse antes. Por ejemplo, un análisis encuentra ya rastros del SARS-CoV-2 en las aguas de Milán y Turín el 18 de diciembre de 2019. Sin embargo, no existe certeza sobre estas detecciones, son estudios de muestra insuficiente, no científicos o preliminares y harán falta más investigaciones para conocer cuándo la pandemia comenzó realmente.
La insistencia del audio en hacer coincidir ambas épocas (vacunación de la gripe, que comienza en octubre, y SARS-CoV-2, que empezó a afectar masivamente en el mundo entero a principios de 2020) es elucubración. “No tiene nada que ver la fecha en la cual se administra la vacuna de la gripe con la fecha en la cual aparece el COVID. Científicamente no existe ninguna relación”, explica Forcadas. “No conozco ningún estudio de este tipo”, afirma López Lozano.
¿Es mejor “ahorrarnos” la próxima vacuna de la gripe?
Rotundamente no. Según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, en la temporada 2018-2019 la vacunación antigripal habría prevenido 20% de los casos no graves, un 11% de hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en las unidades de cuidados intensivos y el 38% de las muertes atribuibles a la gripe.
Cada año, más de 500 millones de personas se vacunan contra la gripe, y el director general de la OMS ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia ante esta enfermedad, a compartir información necesaria para protegerse frente a ella y a asegurarse de que “continúa siendo una de las prioridades”.
La Organización Colegial de Enfermería, que reúne a 316.000 enfermeros/as, nos señala una nota de prensa que ha emitido junto a la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC) recordando la necesidad de continuar y reanudar las vacunaciones tras el estado de alarma para evitar el rebrote de otras enfermedades.
Posturas anti-vacuna
“Las vacunas son los medicamentos más seguros que existen. A los que más controles de calidad se les realiza”, dice Forcada. La OMS asegura que se salvan entre 2 y 3 millones de vida cada año gracias a la vacunación, y considera el rechazo o reticencia a las vacunas como una de las diez mayores amenazas para la salud mundial.
La autora del audio ha manifestado anteriormente posiciones contrarias a las farmacéuticas y a su carácter de “negocio”. Acompaña el audio actual de una etiqueta que identifica a los grupos contrarios a las vacunas, y que ha sido usada recientemente por el cantante Miguel Bosé en otro bulo viral.
En las últimas semanas nos han llegado más contenidos digitales que vinculan el COVID-19 con las vacunas y especialmente con la de la gripe. Un mensaje de Telegram afirma: “Para seguir con esta pandemia ahora adelantan la vacunación [de la gripe] para que venga el rebrote en octubre, estudios científicos demuestran que estas vacunas mediante interferencia viral crean coronavirus”.
A veces son individuos anónimos quienes distribuyen estas ideas, a veces son grupos anti-vacuna organizados, a veces son figuras influyentes como el mencionado Bosé o Carmen París. Esta cantante se lamentaba recientemente en un vídeo de que “seguramente este virus estaba en las vacunas de temporada”.
Estas afirmaciones se suelen compartir por las redes con etiquetas propias de la pseudociencia y las teorías de la conspiración, y no tienen respaldo de estudios científicos de calidad. Por eso, Rafael Manuel Ortí cree que “tanto a favor como en contra hay que hacer estudios serios y valorarlos, un ensayo clínico tal vez, que no existe en estos momentos. Tan aventurada es una cosa como la otra”. Este especialista concluye que “hay demasiada presión mediático política y demasiados intereses de los anti vacuna, pero también de los pro vacunas. Esto requiere un debate más científico y en otros foros independientes”.
*Completamos el artículo con información facilitada por la Asociación Española de Vacunología (AEV) el 1 de julio de 2020.