El uso del ozono como desinfectante del coronavirus parece asumido por la sociedad si uno atiende a las informaciones incompletas y falsas que circulan por las redes sociales. “La desinfección por ozono, una de las respuestas más efectivas frente al COVID-19", anuncia una de las múltiples empresas que ofrecen máquinas para generar esta peligrosa sustancia química. “Tenemos desinfectantes fáciles de instalar”, concluye la publicidad envuelta en una falsa información.
La Asociación Internacional del Ozono (IOA, por sus siglas inglesas) advierte en su página web sobre la inexistencia de pruebas que demuestren la eficacia del ozono contra el coronavirus. Esta misma institución ha publicado un documento con información detallada sobre la relación entre el ozono y la COVID-19. En él afirman que “mientras que el ozono es altamente eficaz para la inactivación de muchos virus, la IOA no tiene conocimiento de ninguna investigación ni de pruebas que se hayan realizado específicamente con el coronavirus SARS-CoV-2".
Desde Verifica RTVE hemos hablado con Antonio Portolés, director de Investigación del Instituto de Salud Carlos III, quien nos remite al posicionamiento de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) sobre el uso de biocidas, túneles y arcos desinfectantes de pulverización sobre las personas en la pandemia del covid-19. Un documento fechado el 24 de abril de 2020 en el que la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) “desaconseja el uso de dióxido de cloro y ozono en la desinfección del aire y superficies frente al coronavirus”.
“Desaconsejamos el uso de dióxido de cloro y ozono en la desinfección del aire y superficies frente al coronovirus“
La misma SESA abunda en que “el ozono se encuentra en la actualidad en revisión por la Agencia Europea de Productos Químicos”, y se refiere a este gas como "una sustancia oxidante generada in situ que tiene numerosas aplicaciones industriales”. Al referirse a la desinfección del coronavirus concluye que “al no haber sido evaluada aún por la Unión Europea para su uso como desinfectante de uso ambiental, se desconocen las dosis necesarias para garantizar su eficacia como viricida y los efectos para la salud que estas concentraciones pueden desencadenar”.
Otro de los expertos consultados por Verifica RTVE ha sido Joan Grimalt, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), quien insiste en esta misma idea de que “el tratamiento de ozono no está reconocido para eliminar el covid y que las concentraciones en aire que ellos –refiriéndose a las empresas que venden máquinas para generar ozono- dicen que son necesarias, son más de diez veces superiores a la de 240 ug/m3 que es el límite sanitario en las ciudades”.
La propia Organización Mundial de la Salud establece en una de sus guías la cantidad de “material particulado” de ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre para mantener una buena calidad del aire sin riesgos para la salud.
También hemos pedido desde Verifica RTVE la colaboración de Luis Álvarez Cienfuegos, profesor titular del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Granada. Este experto define el ozono como “una molécula muy reactiva” y como tal “es posible que inactive el virus, aunque yo no sé si a día de hoy hay datos que confirmen esto”.
“El ozono es tóxico para los seres humanos; debe de aplicarlo personal especializado“
Este químico nos remite a una de las respuestas publicadas en el portal de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia, actualizada el 7 de mayo de 2020, donde explican todo lo que se sabe sobre la utilización del ozono como desinfectante frente a SARS-CoV-2. Y en efecto, afirman que “en el momento actual, no hay estudios que confirmen que el virus SARS-CoV-19 sea inactivado por el ozono; además su uso no está exento de riesgos para la salud de la población y medioambiental”. La conclusión es otra vez la misma: “no se recomienda el uso de ozono como desinfectante (de superficies o ambiental) en el contexto de la pandemia por COVID-19".
Álvarez Cienfuegos insiste en que “el ozono es tóxico para los seres humanos, y por tanto debe de aplicarse cuando no estén o por personal especializado”.
Verifica RTVE también ha consultado con el experto en Química Orgánica Bernardo Herradón, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). “A nadie que sepa un poco de ozono se le ocurriría usarlo para matar el coronavirus”, asegura Herradón. “Es el oxidante más potente después del flúor y uno de los más tóxicos que se pueda imaginar, aunque en pequeñas dosis sirva para desinfectar y matar bacterias”, explica este divulgador científico y colaborador de RNE.
En cuanto al uso de “ozonizadores”, o máquinas para producir ozono, el experto del CSIC se pregunta si “realmente generan esta sustancia química”. Herradón concluye que “posiblemente el ozono acabe antes con nosotros que con el coronavirus, por eso podemos decir que no es eficaz”.
La legislación vigente
En lo que se refiere a la legislación actual promulgada durante el estado de alarma, el ozono no se encuentra en la lista de “productos virucidas autorizados en España por el Ministerio de Sanidad”. Tampoco está en la lista de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ni aparece como recomendación entre las instrucciones de desinfección de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ni en las de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANEPCLA) preguntó al Gobierno de España sobre el uso del ozono como desinfectante contra el coronavirus y publicó en su cuenta de twitter su conclusión junto con el listado de virucidas autorizados.
También hicieron público un artículo en su perfil de la red social linkedin en el que explicaban con detalle la respuesta del Ministerio de Sanidad sobre el uso de ozono como virucida eficaz contra el coronavirus. Y la respuesta coincide con la de los expertos consultados por Verifica RTVE: “el ozono no ha sido todavía evaluado a nivel europeo y tampoco a nivel nacional durante el periodo transitorio”.
Dispositivos productores de ozono
“Ante la proliferación en el mercado de dispositivos productores de ozono”, el Ministerio de Sanidad hizo pública una nota el 27 de abril sobre el “uso de productos biocidas para la desinfección del covid-19" que contiene, entre otras, las siguientes advertencias: “No se puede aplicar en presencia de personas. Los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados. Puede producir efectos adversos. Se deberá ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso”.
El Ministerio para la Transición Ecológica y del Reto Demográfico aclaró el 13 de mayo, a través de una nota de prensa, que “la venta de ozono como desinfectante está permitida si se ajusta a la normativa en vigor minimizando en lo posible su liberación al medio ambiente”.
La normativa en vigor hace referencia a un Real Decreto del 11 de octubre de 2002 por el que se regula el proceso de evaluación para el registro, autorización y comercialización de biocidas.
El tuit del ministro
Ante la proliferación de noticias sobre el uso del ozono como desinfectante del coronavirus, incluso de túneles para desinfectar personas pulverizando sobre ellas este producto químico, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, publicó en su cuenta de Twitter una respuesta sobre este asunto a una noticia publicada por un medio de comunicación. En su mensaje recordaba que el ozono es “una sustancia química peligrosa que puede provocar efectos muy adversos sobre la salud por vía respiratoria, irritación de piel y daño ocular”.
Por su parte, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicaba en mayo de 2020 una guía con las “Medidas para la reducción del contagio por coronavirus Sars-Cov-2" destinadas a la apertura de los alojamientos rurales con directrices y recomendaciones de cara a la desescalada sin que se mencione el uso del ozono. Ni siquiera para la desinfección de toallas.
Desde Verifica RTVE podemos concluir que aún no se ha demostrado científicamente la eficacia del ozono como desinfectante contra el coronavirus y que su uso puede conllevar graves perjuicios para la salud y el medio ambiente.