Circula por Whatsapp un mensaje que recomienda erróneamente “agregar una taza de lejía a las canalizaciones” porque “el virus está creciendo y multiplicándose en el sistema de aguas residuales”.
Este mensaje de texto comienza afirmando que es un mensaje que “Endesa lo está divulgando entre sus empleados” para darle más credibilidad. Sin embargo, Verifica RTVE ha contactado con la empres a que afirma que no es cierto que haya enviado este mensaje a sus trabajadores.
Para comprobar la veracidad del contenido del mensaje, hemos hablado con Jesús Cabrillana, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Medicina Preventiva. “Una cosa es que podamos encontrar el ARN de este virus en determinados fluidos y por tanto en aguas residuales y otra que esto sea un mecanismo de transmisión, como puede ocurrir con la Hepatitis A o el Norovirus”, explica Cabranilla en referencia a la afirmación del mensaje sobre que “las autoridades holandesas han descubierto que el virus está creciendo y multiplicándose en el sistema de aguas residuales”.
De hecho, es posible que la elección de “las autoridades holandesas” no sea casual en este bulo, ya que hay noticias recientes relacionadas con este país el tratamiento de aguas residuales. El 4 de mayo varios medios nacionales se hicieron eco de que se habían detectado restos del virus en la depuradora de A Coruña, como parte de un proyecto en el que también participa Holanda, de la red europea Norman de investigación científica sobre aguas residuales.
El estudio de aguas residuales es, según científicos como Antonio Figueras del CSIC, fundamental para la prevención de nuevos brotes. La detección de ARN del Covid-19 sería efectiva aunque las personas contagiadas fuesen asintomáticas y se podrían anticipar medidas antes de que se extendiese a otras zonas poblacionales.
“Es posible detectarlo en aguas residuales, pero necesita células humanas para replicarse“
En este sentido, el mensaje desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva es tranquilizador: “Es posible detectarlo en aguas residuales, pero necesita células humanas para replicarse. Puede sobrevivir un tiempo en superficies inertes, pero no puede replicarse”. Por lo que la idea de que el Covid-19 se multiplique en los sistemas de canalización es científicamente insostenible.
“Sabemos que el virus se elimina del cuerpo entre otros fluidos en las heces, y en las aguas residuales se va a encontrar, pero en los baños de los hogares no hay un reservorio del Covid-19. Si el baño está contaminado es porque alguien que lo usa tiene el virus con o sin síntomas, no por un retorno del sistema de aguas residuales”, afirma Cabranilla.
“En los baños de los hogares no hay un reservorio del Covid-19“
Sobre la “taza de lejía en cada canalización”, este médico afirma que las “medidas preventivas propuestas no tienen sentido. Si eso fuese así los estudios científicos lo dirían y se habría comunicado por vías oficiales”. Y recuerda que la lejía es un agente corrosivo que puede dañar las tuberías.
Por lo tanto, podemos afirmar que el mensaje es un bulo. El Covid-19 puede detectarse en aguas fecales, pero no transmitirse ni multiplicarse por las canalizaciones, ya que necesita células humanas para ello. La lejía es un buen desinfectante, pero tiene sus riesgos y si su uso en las canalizaciones fuese eficaz contra la transmisión del virus habría evidencias científicas y sería recomendado por vías oficiales, no por cadenas de Whatsapp.