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'Anora' y Sean Baker triunfan en los Oscar del cine independiente

ESTEBAN RAMÓN
Tiempo de lectura 5 min.

Anora, la salvaje, divertida y emotiva historia de una trabajadora sexual casada con el hijo de un oligarca ruso es la gran triunfadora de los Oscar. Hasta cuatro veces ha subido su director, Sean Baker, a recoger las estatuillas a mejor película, dirección, guion y montaje, a la que hay que sumar el Oscar a mejor actriz para Mikey Madison. Una película de autor absoluta, que es el también el triunfo del cine independiente: su presupuesto es de apenas seis millones. "¡Larga vida al cine independiente!", gritó Baker en uno de sus viajes al escenario, en el que también abogó por preservar las salas de cine.

Aunque los Oscar han premiado a películas parcialmente independientes de los grandes estudios en los últimos años (Todo a la vez en todas partes, Coda) con Anora confirman que los galardones ya no son los del viejo Hollywood y que el nuevo gusto medio de los académicos se acerca al cine de autor: la película de Baker es la tercera la historia de los Oscar que también ha ganado la Palma de Oro, tras Marty (1956) y Parásitos (2020) e iguala a Bong Joon-ho, también cuatro veces premiado en 2020.

Mikey Madison ha dado la campanada en mejor actriz por su trabajadora sexual dura y frágil, derrotando a la favorita Demi Moore (a la que al menos su prodigio prostático de La sustancia le ha valido a la película de Coralie Fargeat el Oscar a mejor maquillaje y peluquería). También a la española Karla Sofía Gascón, que ha recuperado cierta normalidad: no desfiló por la alfombra roja, pero acudió a la gala.

Adrien Brody gana su segundo Oscar, 22 años después de El pianista, por su papel de arquitecto húngaro exiliado (y explotado) en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial en The brutalist, de Brady Cobert, quizá la película más destinada a permanecer en la memoria, que además ha logrado los Oscar a mejor fotografía (Lol Crawley) y mejor banda sonora (Daniel Blumberg): tres premios que cubren de gloria a otra película independiente.

Adrien Brody, Mikey Madison, Zoe Saldaña y Kieran Culkin, con sus respectivos Oscar

Adrien Brody, Mikey Madison, Zoe Saldaña y Kieran Culkin, con sus respectivos Oscar Frederic J. Brown / AFP

Zoe Saldaña salva a Emilia Pérez, que pierde el Oscar internacional ante Aún estoy aquí

El temido castigo a Emilia Pérez no lo fue tanto y Zoe Saldaña obtiene su Oscar a mejor actriz secundaria (por su papel de protagonista en toda regla). "Mi abuela vino este país en 1961, soy la hija de inmigrantes, con sus sueños, con su trabajo duro. Soy la primera americana con origen dominicano en recoger este premio, pero sé que no será la última", ha dicho entre lágrimas.

De las 13 nominaciones, Emilia Pérez ha cosechado también el Oscar a mejor canción para el tema "El mal", recogido también por el director Jacques Audiard, letrista del mismo. Pero la película francesa fue derrotada por la brasileña Aún estoy aquí en mejor película internacional, algo impensable al anunciarse las nominaciones y que se explica en parte por el desastre de la campaña de Emilia Pérez, pero también por la calidad de la película de Walter Salles, sobre el impacto en la vida de la familia de un desaparecido de la dictadura militar brasileña.

Walter Salles recoge el Oscar a mejor película internacional a manos de Penélope Cruz. Frederic J. Brown / AFP

El talentoso Kieran Culkin ha logrado su esperado Oscar a mejor de reparto, culminando una temporada de premios perfecta por su papel de nieto -cómico, dramático y más grande que la vida- de una víctima del holocausto que hace un tour turístico por Polonia en A real pain.

Del resto de nominadas a mejor película, Cónclave (la otra gran favorita) se ha llevado el Oscar a mejor guion adaptado, mientras que A complete unknown y Nickel boys se van de vacío.

No other land, el documental palestino gana el Oscar

En una gala de bajo perfil político, el golpe de realidad lo ha servido el premio a mejor documental para No other land, película palestina (coproducida con Noruega) que muestra la devastación que Israel lleva a cabo en Cisjordania expulsando a sus habitantes. Los cuatro activistas del colectivo palestino-israelí que dirigieron la película, reclamaron el entendimiento de los dos países y apuntaron al obstáculo de la política estadounidense: "Hacemos esta película palestinos e israelíes porque justo nuestras voces suenan más fuerte", han defendido.

Rachel Szor, Hamdan Ballal, Basel Adra y Yuval Abraham, directores de 'No other land' AP Photo/Chris Pizzello

El cómico Conan O’Brien tiró de oficio y horas de vuelos para cumplir, saliendo al principio de la ceremonia desde el cuerpo del personaje de Demi Moore en La sustancia. Ariana Grande y Cynthia Erivo, las brujas de Wicked, abrieron la gala cantando “Somewhere over the rainbow” hasta enlazarlo con “Gravity”. La película sale de la gala con los Oscar a mejor vestuario y mejor diseño de producción. Su segunda parte, que se estrena en diciembre, podrá remontar en los Oscar (al estilo El señor de los anillos) o decaer (al estilo Dune).

La otra superproducción de las nominadas a mejor película (y la otra franquicia), es decir, Dune: Parte dos, se ha llevado los Oscar a mejores efecto especiales y mejor sonido. Pero que los Oscar han cambiado se refrenda en hechos como la victoria de Flow, el milagro de la animación letona que ha tumbado a Pixar y Dreamworks en mejor película de animación a base de talento puro: lo único que -después de la sucia campaña de 2025- debería importar en 2026.