El grupo de las siete grandes potencias (G7) ha condenado este jueves, tras celebrar una cumbre virtual, la invasión rusa de Ucrania, país al que prometen "apoyo y solidaridad inquebrantables". "El presidente Putin ha devuelto la guerra a Europa. Se ha colocado en el lado equivocado de la historia", han asegurado a través de un comunicado conjunto difundido por la presidencia de turno alemana.
Los líderes del G7, que se han reunido para adoptar medidas más severas contra Rusia, han expresado su compromiso con la "democracia y sus valores universales comunes", con el desarrollo sostenible y con las necesidad de la comunidad internacional. "Estamos unidos en la determinación de dar respuestas comunes tanto a los desafíos de naturaleza sistémica como a las crisis inmediatas de nuestro tiempo", afirma el comunicado.
A la reunión virtual han acudido entre el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro italiano Mario Draghi, el primer ministro japonés Fumio Kishida, el primer ministro británico Boris Johnson, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg.
Piden parar el "derramamiento de sangre" y no reconocer la independencia del Donbás
Los dirigentes han llamado a Rusia a detener "el derramamiento de sangre", reducir inmediatamente la tensión y retirar sus fuerzas de Ucrania, así como a garantizar la seguridad de la Misión Especial de Observación de la OSCE. Por otro lado, han condenado la participación de Bielorrusia y le han instado a cumplir con sus obligaciones internacionales.
"En esta hora oscura, nuestros pensamientos están con el pueblo de Ucrania. Estamos dispuestos a apoyar con ayuda humanitaria para mitigar el sufrimiento, incluyendo a los refugiados y desplazados por la agresión rusa", han declarado.
En cuanto a la autodeclaración de la independencia de las regiones de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania, el G7 ha pedido a otros estados que no sigan la decisión "ilegal" adoptada por Putin, que ha accedido a reconocerlas.
"Reafirmamos nuestro inquebrantable compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras y aguas territoriales internacionalmente reconocidas, así como el derecho de cualquier Estado soberano a determinar su propio futuro y sus disposiciones de seguridad", han añadido, reafirmando la pertenencia a Ucrania tanto de Crimea como del Donbás.
"Muchas personas en Ucrania están sufriendo", ha declarado en una comparecencia Scholz, quien ha afirmado que Putin "quiere volver al S. XIX, cuando las grandes naciones decidían por las pequeñas". "No podemos volver atrás a la Guerra Fría, ni a la época de 1989", ha añadido.
"Listos para actuar" en caso de "interrupciones" en el suministro de energía
Por otro lado, los países del G7 han anunciado que siguen de cerca las condiciones del mercado mundial del petróleo y el gas y aseguran que están "listos para actuar" en caso de "interrupciones" en el suministro de energía causadas por la invasión rusa de Ucrania.
"Estamos dispuestos a actuar según sea necesario para hacer frente a posibles perturbaciones", han concluido, destacando su apoyo a la coordinación entre los productores y consumidores para granatizar la estabilidad de los suministros mundiales.
El suministro de gas para España no peligra debido a la guerra en Ucrania
Rusia es uno de los principales proveedores de gas y petróleo de Europa, mientras que Ucrania es un país de tránsito. La gran mayoría de las empresas energéticas europeas se encuentran, por tanto, afectadas por el previsible encarecimiento de los precios de la energía.
En las últimas horas, el impacto del ataque de Rusia a Ucrania se ha sentido con especial fuerza en la cotización en los mercados de los futuros de gas natural TTF, el de referencia para Europa, cuyo precio para entrega en marzo en el mercado holandés se ha disparado este jueves más de un 60% y ha superado los 141 euros el megavatio hora (MWh).