A medida que avanza el tedioso escrutinio de los votos anticipados en las elecciones de Estados Unidos, Joe Biden aumenta su distancia con el presidente, Donald Trump. Las diferencias entre los aspirantes a la Casa Blanca continúan siendo mínimas en algunos de los estados clave que faltan por decidir y que pueden inclinar la balanza a uno u otro lado.
La atención está enfocada en el recuento de votos en Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, mientras que en Arizona, un estado en el que las proyecciones de algunos de los principales medios habían dado la victoria a Biden, las distancias entre ambos se han acortado.
Muchos de estos votos pendientes de contabilizar corresponden a la votación por correo, que debido a la pandemia del coronavirus fue una opción a la que recurrieron 65 millones de personas para evitar las aglomeraciones de las colas en los centros electorales. Biden suma ya 253 delegados en el Colegio Electoral, y está a un paso de lograr los 270 compromisarios que le darían las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumula Trump.
El otro estado que está aún sin adjudicar es Alaska, que suma tres votos electorales, donde el escrutinio ha ido muy lento (apenas el 56%), pero donde se da por descontada la victoria de Trump, que aventaja a su oponente con el 62,9% de sufragios.
Biden, pendiente de Arizona y Nevada para alcanzar la Presidencia
En Arizona, la diferencia a favor de Biden es ahora de algo menos de 47.000 votos. La ventaja se ha ido cerrando a medida que ha avanzado el escrutinio, mientras que Trump defendía que ha vencido en este estado que otorga 11 votos electorales.
Otro estado en el que las diferencias se han acortado es Georgia, una plaza importante porque supone 16 votos electorales, donde la ventaja de Trump sobre Biden, con el 99 % del escrutinio efectuado, es ya de apenas 1.902 votos. Hace 24 horas, la ventaja de Trump era de unos 100.000 votos.
En Pensilvania, con un 94 % del escrutinio completado y 20 votos electorales en juego, la ventaja de Trump también se está acortando: ha pasado de 164.000 votos a 41.000 en cuestión de horas, prueba de que el recuento de los votos por correo pendientes se espera que favorezca al candidato demócrata. El gobernante se alzó con la victoria en este estado en 2016 por una diferencia de apenas 40.000 votos sobre su oponente demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Según la secretaria de Estado, el resultado oficial se podría conocer este mismo jueves.
En Carolina del Norte, con 15 compromisarios en juego, Trump aventaja a su rival por unos 76.000 votos (50%-48,6%), cuando ya se ha completado el recuento en un 95 %, pero la diferencia es todavía muy estrecha como para darle ganador. En este estado los votos por correo cuyo matasellos demuestren que fueron depositados en plazo, podrán contabilizarse hasta el día 12, debido a los retrasos que ha experimentado el servicio postal.
Finalmente, en Nevada el recuento se inclina por Biden por una diferencia de tan solo unos 11.000 votos. Una victoria en este estado, de confirmarse las proyecciones que dieron al candidato demócrata la victoria en Arizona, podría ser suficiente para darle la presidencia, ya que con sus seis votos electorales alcanzaría la cifra mágica de 270 compromisarios.
La maquinaria legal de Trump ya está en funcionamiento
No obstante, Trump ha puesto en marcha su maquinaria legal y, además de haber pedido un recuento de los votos en Wisconsin, estado que le ha granjeado a Biden 10 votos electorales, según las proyecciones de los medios, sus abogados han presentado varias demandas en Michigan, Pensilvania y Nevada para detener el escrutinio. Lo mismo han hecho en Georgia, donde de momento lidera el presidente, aunque una de las querellas ha sido finalmente desestimada.
La petición de un recuento en Wisconsin se debe a que la ventaja que le saca Biden, de 20.000 votos, supone apenas seis décimas porcentuales (49,4-48,9 %).
Mientras que la petición de suspender el escrutinio en Michigan y Pensilvania se debió, según el equipo de Trump, a que sus observadores no han tenido el acceso debido al lugar donde se está realizando el recuento. En el caso de Michigan, una jueza estatal ha desestimado ya la demanda del presidente.
En Pensilvania, además, la campaña del presidente se ha sumado a un litigio que busca que el Tribunal Supremo detenga el recuento de ciertos votos, y ha presentado otra demanda para poner límites al plazo concedido a quienes votan por primera vez para confirmar que tienen la identificación necesaria. De momento, los republicanos han conseguido que sus observadores puedan situarse a menos de 1,8 metros de cualquier mesa donde se esté llevando a cabo el cómputo de votos. Filadelfia ha detenido el recuento durante unas horas por la demanda de Trump y el condado de Allegheny ha aplazado al viernes el cómputo de 35.500 papeletas pendientes.
Entretanto, en la calle ha ido tomando fuerza un movimiento denominado "Cada voto cuenta", destinado a presionar para que se tengan en cuenta todos los sufragios por correo, ante los intentos de Trump de impugnar los que hayan llegado después del día de las elecciones, aunque se hayan emitido a tiempo, y contra sus atribuciones de victoria pese a no haber acabado el recuento.
Batalla política por el recuento de votos en Estados Unidos