Las elecciones en Estados Unidos también eligen los representantes de la Cámara de Representantes que se quedarían en manos de los demócratas. Un contrapeso muy importante para controlar la acción del futuro inquilino de la Casa Blanca. Los demócratas habrían conseguido los escaños suficientes para mantener el control durante los próximos dos años, según las proyecciones de las cadenas de televisión NBC News y Fox News.
En estas elecciones se renueva la totalidad de los 435 escaños de la Cámara Baja, controlada desde enero de 2019 por los demócratas, que tienen 232 asientos frente a los 197 de los republicanos, el partido del presidente Donald Trump.
Se esperaba que los demócratas retuvieran el control de ese hemiciclo, y el Cook Political Report, una organización no partidista que analiza resultados electorales, pronosticó el lunes que la oposición podía ganar entre 10 y 15 escaños más para ampliar su mayoría actual en la Cámara Baja.
Contrapeso al poder de Trump durante este mandato
"La combinación de la impopularidad de Trump en los suburbios, una desventaja a la hora de recaudar fondos y los 32 asientos abiertos que los republicanos tienen que defender (frente a la docena de los demócratas) ha hundido las opciones de los republicanos", indicó entonces el editor de esa organización, David Wasserman.
El control demócrata de la Cámara Baja ha servido como contrapeso al poder de Trump en la segunda mitad de su primer mandato, y fue allí donde comenzó la investigación para someter a un juicio político al mandatario por sus presiones a Ucrania, un proceso que acabó en su absolución en el Senado.
La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, de 80 años, ha expresado su voluntad de presentarse de nuevo a ese cargo si su partido mantenía el control del hemiciclo, y su partido confiaba en conquistar también el Senado, actualmente en manos republicanas.
Alexandria Ocasio-Cortez mantiene sin problemas su escaño
Alexandria Ocasio-Cortez y el resto de las congresistas demócratas de la llamada "Brigada" -Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib-, muy conocidas dentro y fuera de EE.UU. por enarbolar el ala izquierda del partido, consiguieron este martes mantener sin problemas su escaño durante dos años más.
También ganó su escaño Jamaal Bowman, quien protagonizó unas primarias este año en Nueva York que muchos compararon con las de Ocasio-Cortez en 2018 y que también pertenece al ala izquierdista del partido.
Sin sorpresas en el Senado
Los republicanos partían en las elecciones de este martes con una ventaja de 53 senadores a 47, pero los demócratas tenían sus ojos puestos en una ambiciosa ofensiva que combinaba candidatos moderados en estados conservadores, gobernadores o una expiloto de la Fuerza Aérea, todos ellos muy bien financiados.
Pero los planes no salieron como estaba previsto. El líder de los republicanos en el Congreso, Mitch McConnell, fue de los primeros en revalidar con holgada ventaja su puesto. A McConnell le siguieron Lindsey Graham en Carolina del Sur o John Cornyn en Texas. "Todo lo que puedo decir es que esto ha sido abrumador. Nunca me habían desafiado así, y nunca antes había recibido más apoyo que esta noche", dijo Graham tras conocer que había derrotado a su oponente demócrata, que tenía más dinero que él.
Tampoco pudieron arrebatar los asientos al Senado por Montana, con el popular gobernador demócrata Steve Bullock como candidato, o Iowa, lo que hizo cada vez más difícil su victoria final.
Los senadores republicanos vieron así reivindicado el trabajo que han hecho en los últimos años para Trump en la Cámara Alta, incluida la reciente y controvertida confirmación exprés de Amy Coney Barrett como nueva jueza del Tribunal Supremo.
Por otro lado, los demócratas sí lograron ganar con el astronauta retirado Mark Kelly el antiguo puesto del difunto John McCain en Arizona y con el exgobernador John Hickenlooper, uno en Colorado. Perdieron, sin embargo, el escaño de Alabama que habían tomado hace dos años más por deméritos de su rival republicano, un ultraconservador acusado de acoso sexual a menores, que por méritos propios.