Reino Unido ha arrancado la campaña de vacunación del coronavirus, pero en España todavía sigue habiendo miedo y desconfianza hacia la vacuna. Hablamos con la experta Deborah García (DeborahCiencia) sobre la fiabilidad que tienen estas primeras vacunas que empiezan a desembarcar en Europa.
Efectos secundarios similares a los de la vacuna de la gripe
Para Deborah, esta vacuna es segura. Tiene efectos secundarios, pero muy similares a los que se producen con otras vacunas como las de la gripe estacional: “fiebre o cierto malestar”. Precisamente estos efectos secundarios, es la cuestión que más preocupa a los españoles antes de vacunarse de COVID-19. Según la última encuesta del CIS el 55,2% de los españoles esperará a conocer los efectos de la vacuna antes de ponérsela cuando esto es lo que se hace en los ensayos clínicos. Algo que no tiene mucho sentido puesto que en los ensayos clínicos se analiza esta cuestión.
Según Deborah Ciencia, en realidad, pregunta del CIS “se las trae”. En el enunciado de la cuestión se da entender que esto no se evalúa en los ensayos clínicos:¿Estaría dispuesto a vacunarse inmediatamente, preferiría esperar a conocer los efectos de la vacuna, o no estaría dispuesto en ningún caso?.
"No es cierto que ayer se pusiera la primera vacuna"
Hay que aclarar que Maggie Keenan, la mujer de 90 años con quién han iniciado la campaña en Reino Unido, no ha sido la primera en ponerse la vacuna. En los ensayos clínicos ya se la han puesto miles de personas antes que ella. De hecho, la primera campaña de vacunación del coornavirus se considera como la "fase 4" del ensayo.
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La cantidad de personas que están participando en los ensayos clínicos no tiene precedentes. Las condiciones también son idóneas para validar los ensayos: en esta pandemia el nivel del exposición al virus es enorme, lo que permite evaluar la eficacia de la vacuna en poco tiempo.
El método 'doble ciego'
En los ensayos clínicos se siguen métodos como el «doble ciego»: hay participantes que reciben el fármaco y otros placebo (son el grupo control). Ni los pacientes ni los investigadores saben a qué grupo pertenecen, para no condicionar los resultados. Luego estas personas voluntarias siguen su vida normal con mascarilla y distanciamiento social. En esa vida normal se evalúa cuántos se han contagiado y cuantos no y de ahí es de donde se saca el porcentaje de efectividad.
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El 90% de efectividad, certificado en estos ensayos, significa que de los voluntarios que se infectaron el 90% o no habían recibido una dosis o les habían puesto un placebo. Tan solo el 10% restante sí que se habían vacunado contra el virus.