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¿Cómo se distribuirá la vacuna del coronavirus?

Análisis   El Método  
SANTIAGO CAMPILLO BROCAL
6 min.
  • Santigo Campillo Brocal es biólogo molecular y divulgador científico
  • El Método es un programa de divulgación científica en torno al coronavirus.
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La carrera por la vacuna contra el coronavirus todavía sigue. Sin embargo, es momento de comenzar a mirar hacia un futuro ya cercano y que plantea varias inquietudes: ¿qué ocurrirá cuando lleguemos a la meta? En el momento en el que las vacunas sean aprobadas y comiencen a distribuirse por el mundo nos toparemos con el siguiente reto, el de la logística. ¿Cómo vamos a encarar una tarea titánica de por sí? ¿Qué pasa si una vacuna pierde la cadena de frío? Hasta la fecha, el problema de una vacuna eficaz y segura llena las conversaciones sobre el fin de la pandemia. Sin embargo, un detalle sin importancia, como es el hecho de que la vacuna tiene que llegar a todas partes parece pasar desapercibido.

En apenas 11 meses estamos probando más de medio centenar de vacunas -en humanos- y tenemos otras docenas en ensayos preclínicos.

Primer reto: la cadena de frío

Sin embargo, como todas las vacunas, las que combaten al coronavirus son fruto de la máxima sofisticación, lo que a veces supone condiciones especiales para su funcionamiento. En concreto, algunas de las próximas vacunas, como las de BioNtech y Pfizer y BioNtech y PfizerModerna Especialmente importante es el caso de la vacuna de BioNtech, cuyo almacenaje a necesitará -70 ºC. La de Moderna aunque menos extremo, no se queda corto con una -20 ºC. En ambos casos, al igual que otras posibles vacunas similares, requieren de instalaciones y módulos de almacenamiento especiales para asegurar su viabilidad.

"Las vacunas en su fase inicial, cuando empiezan a salir al mercado, suelen requerir unas temperaturas muy extremas de frío", explica para El Método, Ángel Gil de Miguel, profesor de Medicina Preventiva de Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, "y poco a poco, en los propios laboratorios, van perfeccionando esa situación para que puedan mantenerse en una temperatura habitual de una nevera, es decir, entre dos y ocho grados, como sería el caso de la vacuna de Oxford y Astrazeneca.

Coordinación y distribución

Coordinar la llegada de las vacunas y su distribución va a ser una tarea enormemente compleja, explicaban para El Método expertos como Luis Miller, Vicedirector del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC. Según este investigador, hacen falta cuatro puntos: "En primer lugar, tener un plan general, un plan nacional, para poner en marcha el proceso de vacunación donde se diga quién se va a vacunar en cada momento.

Para que la campaña de vacunación sea un éxito se requiere un plan nacional de vacunación junto a una estrategia de comunicación y resolver los problemas de distribución, almacenamiento y puesta de las vacunas de forma coordinada entre las distintas administraciones.

En segundo lugar, elaborar un plan también de comunicación para convencer a aquellas personas que todavía no lo están de ponerse la vacuna, [...] En tercer lugar, tenemos el problema logístico propiamente dicho, que es el problema de la distribución, almacenamiento y puesta de las vacunas, y para esto ya se está contratando nuevo personal. Y en cuarto lugar, [...] vamos a tener la cuestión de la coordinación entre las distintas administraciones".

13.000 puntos de vacunación

Esto último no es baladí. Según la información de la estrategia de vacunación contra la COVID-19 en España, los primeros en ser vacunados corresponderán a la población de riesgo en entornos controlados: residencias de ancianos, hospitales... Tras esto, comenzará la coordinación de 13.000 puntos de vacunación, correspondientes a los centros ya existentes. Según informaban desde el Ministerio de Sanidad, esto supondrá una ampliación de unos 10.000 contratos para personal sanitario. Aún así, el reto seguirá siendo grande. De estos 13.000 puntos, muy pocos disponen de las instalaciones adecuadas para almacenar durante mucho tiempo las vacunas, debido al frío. Si bien, sí que existe ya cierta experiencia con las vacunas congeladas, indica para El Método Regina Rabinovitch, investigadora residente en la Escuela de Salud Pública de Harvard, pero nos enfrentamos no a una, sino dos dosis. Esto implica doblar el esfuerzo de organización y logística.

En otras palabras, "encontrar" la vacuna contra el coronavirus no es, ni mucho menos, el fin de nuestros problemas. Comenzar a distribuirla va a suponer toda una audacia que requerirá de una coordinación exquisita por parte de administraciones, laboratorios, centros de salud y hasta de la población. Es muy probable que el comienzo de las campañas de vacunación sea, como poco, complicado. Aunque cabe esperar que, con la llegada de nuevas vacunas, más estables ante temperatura y otros factores, podamos mejorar el alcance y la distribución para poder llegar a todo el mundo.

Cangrejos de herradura, viales especiales y agujas

Unos 500.000 cangrejos de herradura, P, son sangrados al año para obtener un componente importante para las vacunas: el Limulus Amebocyte Lysate, o LAL. Por eso se extrae parte de su hemolinfa, que es de color azúl, antes de devolverlos al mar. El LAL, se emplea desde los años 70 del siglo pasado para asegurar que no hay toxinas bacterianas en nada de lo que inyectamos o injertamos en un cuerpo humano.

Antes, esto se hacía con granjas de conejos a los que se les tomaba la temperatura cada media hora para ver si desarrollaban fiebre, como respuesta a las toxinas. Debido a la inusual prisa y necesidad que ha provocado la COVID-19, este animal, y su sangre, han tomado una importancia extrema.

Por otro lado, los viales no son de cualquier vidrio sino de borosilicato, un material que asegura la mínima interacción entre el contenedor y el continente. Schott el mayor productor de vidrio de borosilicato dice que va a producir 2.000 millones de viales en 2021. Pero, tendremos más dosis que viales, por lo que la mayoría se harán en lo que se conoce como multidosis. Esto significa que se ponen varias dosis en cada vial, lo que obliga a utilizar todas las vacunas disponibles una vez abierto el continente ya que, por la velocidad de fabricación, las primeras vacunas tendrán pocos o ningún conservante. Esto obliga a que tengan que usarse a las pocas horas de abrirse. Según recomienda la OMS, este tiempo rondaría las seis horas desde la apertura del vial, lo que implica un problema logístico.

Todo indica que la producción de miles de millones de dosis de diversas vacunas será una realidad a lo largo de 2021.

¿Cómo inyectamos la vacuna?

Asumiendo que haya suficientes dosis de vacunas COVID-19, también serán necesarias agujas esterilizadas para poder realizar el proceso. UNICEF espera entregar alrededor de mil millones de jeringas para apoyar los esfuerzos de vacunación COVID-19. Según informaban, en 2020, la organización ha trabajado para almacenar 520 millones de jeringas con el fin de garantizar el suministro inicial y ayudar a asegurar que las jeringas lleguen a los países antes de las propias vacunas. Los problemas de logística, como hemos visto, son todavía muchos. Algunos han sido previstos, pero otros están por llegar. ¿Cómo nos enfrentaremos al futuro de la vacuna en el planeta?

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