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La OCDE pide a España flexibilidad laboral y acelerar la llegada de las ayudas directas a las empresas

  • España será el país que más crezca de la eurozona en 2021 y 2022 al registrar un repunte del 5,9 % y del 6,3 %

  • Estima que economía mundial aumentará un 5,8 %, dos décimas más, y la eurozona un 4,3 %, cuatro décimas más

DIANA FRESNEDA
7 min.

Los avances en el plan de vacunación y el progresivo levantamiento de las restricciones a la actividad económica para frenar los contagios han llevado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a mejorar las perspectivas de crecimiento para España en 2021 y 2022, situándose a la cabeza de la Unión Europea (UE), pero también a poner el foco en dos prioridades para los próximos meses: las empresas y los trabajadores. En su informe semestral de perspectivas económicas, presentado este lunes, el denominado club de los países ricos destaca la importancia de mantener los apoyos hasta que la recuperación sea firme para reducir el riesgo de que la crisis sea más profunda.

“La rápida aplicación de las medidas de ayuda directa, que podría retrasarse ya que algunas regiones podrían no estar dotadas de recursos para identificar empresas viables, es crucial”, sostiene el organismo, tan solo unos días después de revisar al alza las expectativas de crecimiento para España hasta el 5,9 % en 2021 y anticipando una expansión del 6,3 % para 2022. Después de registrar en 2020 el mayor retroceso de los miembros de la moneda única e incluso de toda la OCDE (-10,8 %), España será el país de la zona euro con el mayor crecimiento este año y todavía más en 2022, por el doble efecto benéfico esperado del ritmo actual de vacunación y de los fondos europeos que deben empezar a llegar en los próximos meses.

Será el consumo privado el que lleve el mayor peso del crecimiento económico tras la pandemia. De hecho, la OCDE destaca que el gasto de los hogares y las familias españolas, así como el balance de las empresas, ya ha comenzado a dar señales de recuperación. Sin ir más lejos, el gasto con tarjeta de crédito aumentó un 9 % en la primera semana de mayo, en comparación con hace un año. Y, aunque la recuperación del sector manufacturero ha sido más rápida que la del sector de los servicios, subraya que en abril se produjo un importante repunte de los indicadores de actividad y confianza.

"La incertidumbre reducida llevará a una caída acusada del ahorro por precaución y apoyará el consumo privado. Se espera que la inversión se recupere de forma significativa en el segundo semestre de 2021 a medida que mejoran las expectativas y los fondos europeos proporcionan apoyo adicional", apunta en su informe.

Dos prioridades: las empresas y los trabajadores

A pesar de esta mejora en las perspectivas económicas, la OCDE advierte de que aún existe una elevada incertidumbre a corto plazo. “Si la crisis se prolonga más de lo previsto, podría ser necesario aumentar el importe de la financiación de este tipo de ayudas directas”, asegura, por lo que insta a España a que las ayudas directas para apoyar el tejido empresarial aprobadas el pasado mes de marzo se ejecuten “rápidamente”. Un hecho que en los últimos días también han puesto de relieve las patronales del comercio, que denunciaban que ninguna comunidad autónoma ha empezado a desplegar estos estímulos por valor de 11.000 millones de euros.

Al mismo tiempo, el organismo aboga por mantener la flexibilidad en el mercado de trabajo con el fin de “permitir a las empresas adaptarse a los posibles ajustes estructurales posteriores a la pandemia, incluso dando prioridad a los acuerdos a nivel de empresa, puede apoyar la recuperación”. A juicio de la OCDE, aumentar la asignación del gasto activo del mercado de trabajo a la formación, elevar la calidad de la formación y desarrollar programas públicos de formación para el empleo dirigidos a los trabajadores poco cualificados "puede permitir el reciclaje y la mejora de las cualificaciones de los trabajadores y facilitar su reubicación en sectores con mejores perspectivas".

La entidad presidida por el mexicano Ángel Gurría, que precisamente este martes cederá el testigo al australiano Mathias Cormann tras 15 años en el cargo, urge a adelantar la transposición de la Directiva de Insolvencia de la UE “para garantizar la salida sin problemas de las empresas no viables”. Y, al mismo tiempo, insta a dar "prioridad" a la promoción de los procedimientos extrajudiciales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes), a fin de evitar la congestión de los tribunales cuando expire la moratoria de insolvencia.

Ante este contexto, la OCDE augura que la recuperación del empleo va a ser muy lenta, a pesar de la mejora en las perspectivas para el empleo en los dos próximos años. Según sus proyecciones, la tasa de paro de España se situará este año en el 15,4 %, frente al 15,5 % estimado para 2020, mientras que el próximo año descenderá hasta el 14,7 %, aún por encima del nivel del 14,1 % de 2019.

Otro de los grandes lastres que deja la crisis es el nivel de deuda, que el año pasado aumentó en casi 25 puntos de PIB, hasta el 120 %, y que para este año el organismo estima que disminuirá únicamente al 119,7 % y hasta el 117,4 % en 2022. El déficit, por su parte, cerrará este año en el 8,6 %, tras el 11 % registrado en 2020, para descender posteriormente hasta el 5,4 % el próximo año.

Europa, a la cola de la recuperación

El organismo ha revisado al alza las previsiones de casi todos sus países miembros tras la mejora en los datos de vacunación, si bien advierte de que la recuperación será “muy desigual” entre las diferentes economías mundiales. “Vemos con cierto alivio que las perspectivas económicas mejoran, pero con cierta incomodidad que lo hacen de forma muy desigual”, recalca en su informe, al tiempo que lamenta que “la economía mundial sigue estando por debajo de la senda de crecimiento anterior a la pandemia y en demasiados países de la OCDE el nivel de vida a finales de 2022 no volverá a ser el esperado" antes de la irrupción de la COVID-19.

En concreto, el organismo prevé que la economía mundial avance hasta el 5,8 % este año, dos décimas más que en las anteriores previsiones, y hasta el 4,4 % en 2022, mejorando el dato en cuatro décimas, gracias en gran medida a la inyección de estímulos de la Administración Biden por valor de 1,9 billones de dólares aprobado en el mes de marzo.

De hecho, este plan expansivo podría llevar a Estados Unidos, según la OCDE, a alcanzar un crecimiento este año del 6,9 %, cuatro décimas más que en sus últimas previsiones, para después moderarse hasta el 3,6 % en 2022. También por delante de España se situará Canadá, con un 6,1% (1,4 puntos más que la estimación anterior), y Reino Unido, con un 7,2% (1,9 puntos más). Mientras que la eurozona quedará algo más rezagada y crecerá hasta el 4,3 % en 2021, después de aumentar en cuatro décimas las proyecciones anteriores, y hasta el 4,4 % en 2022.

Por su parte, otros países como China o India continuarán creciendo muy por encima de la media mundial, con repuntes del 8,5 % y del 9,9 % para este año, siendo las únicas economías que ya han superado los niveles previos a la pandemia. No obstante, cabe destacar que el organismo ha empeorado en casi dos puntos las previsiones para India, que se situaba en el 12,6 % en marzo, después de la irrupción de la variante de coronavirus que ha dejado cifras récord de contagios y fallecidos en el país.

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