El impacto de la tercera ola del coronavirus en la economía española y el retraso en los fondos europeos han obligado al Gobierno a revisar a la baja sus previsiones del PIB para este año, pasando del 7,2 % (9,8 % incluyendo las ayudas de Europa) estimado en octubre hasta el 6,5 %, lo que retrasa la recuperación a finales de 2022, cuando España crecerá un 7 %, unas estimaciones que se sitúan en línea con las proyectadas por los organismos nacionales e internacionales en las últimas semanas.
"Nos encontramos ante un primer trimestre por debajo de lo que esperábamos en octubre", ha confirmado este viernes la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, debido también a la borrasca Filomena, lo que "retrasa la recuperación un trimestre" y, con ello, las inversiones públicas y privadas previstas para este año. No obstante, ha dicho, el saldo conjunto de ambos años (2021-2022) se mantiene, y se confirma además el patrón de 'V' asimétrica planteado en mayo del pasado año. "Se trata de una previsión realista y prudente", ha sentenciado.
El Ejecutivo prevé un repunte en la segunda mitad del año por la campaña de vacunación y el fin de las restricciones, tras el hundimiento del 11 % registrado en 2020, por lo que confía en que se recuperen los niveles previos a la crisis a finales de 2022 y que en 2024 vuelva la senda de crecimiento previa a la pandemia. "Salud y economía van de la mano y el principal determinante de la situación económica es el ritmo de vacunación y la situación sanitaria, lo que añade un elemento de incertidumbre", ha advertido.
Las proyecciones presentadas hoy se sitúan en línea con las estimadas esta semana por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que calcula un crecimiento del PIB del 6,4 % este año, y con las publicadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que prevé un repunte de la economía del 6,6 %, si bien están lejos de las proyectadas por organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o la Comisión Europea, que pronostican un repunte del PIB nacional en el entorno del 5,6 %.
En lo que respecta al desempleo, el Gobierno ha fijado la tasa de paro en el 15,2 % para este año, por debajo del 16,9 % previsto anteriormente, y del 14,1 % en 2022, para continuar reduciéndose hasta el 12,7 % en 2024. Como en anteriores ocasiones, Calviño ha señalado que las medidas de protección como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), las ayudas a la solvencia empresarial y las prestaciones para autónomos han permitido romper "la relación tradicional entre contracción económica y destrucción de empleo".
Los fondos europeos tendrán un impacto del 2 %
El cuadro macroeconómico presentado a Bruselas durante el pasado mes de octubre, que debe enviarse ahora revisado antes del 30 de abril junto con el plan de estabilidad, estimaba que los fondos europeos anadirían 2,5 puntos anuales al PIB y generarían 800.000 empleos hasta el 2023. Este viernes, Calviño ha señalado que se mantiene la idea de que los fondos europeos añadirán alrededor de “un 2 % de media en el periodo”, si bien el impacto será “un poco menor para este ejercicio en comparación con la previsión anterior y mayor en el próximo ejercicio” porque se ha tenido un primer trimestre menos positivo.
El Ejecutivo prevé recibir 72.000 millones de los fondos europeos en tres años para lanzar los proyectos asociados al plan, solo vía transferencias, de los 140.000 millones a los que España tendrá acceso a través del megafondo Next Generation EU hasta el 2026 y que suponen un 11 % del PIB nacional. Según ha apuntado Calviño, las inversiones ya previstas en los Presupuestos para 2021, junto al Real Decreto-Ley 36/2020 que permite agilizar la ejecución de la inversión pública y las reformas previstas en el Plan de Recuperación, que será aprobado en el curso del mes de abril, permitirán lograr "un impacto transformador en la economía española a medio y largo plazo".
En las previsiones de octubre no se incluyó un pronóstico para 2022, para el que ahora se contempla un crecimiento del 7 %, mientras que para 2023 y 2024 se prevén avances del PIB del 3,5 % y el 2,1 %, respectivamente, lo que supone incrementos todavía por encima del crecimiento potencial de la economía española, ha destacado la vicepresidenta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado este viernes durante su visita a Angola que, con estos datos, España será una de las economías que más crezca este año a nivel mundial junto con Estados Unidos (EE.UU.). Mientras que para el líder de la oposición y presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, las previsiones son "un desastre" y "lo más grave", a su juicio, es que "nos han engañado han hecho que los presupuestos estén absolutamente desfasados".
"Ha dicho que la economía va a crecer un 3 % menos de lo que nos dijeron, hay un 3 % menos de encuadre de los Presupuestos... De nada va a servir si llegan las ayudas europeas porque la carga verdadera del Presupuesto (pensiones, sueldo funcionarios, intereses de la deuda) está absolutamente desfasada", ha apuntado.
Prórroga de los ERTE más allá del 31 de mayo
La vicepresidenta ha señalado que el Gobierno tiene que acordar con los agentes sociales una "hoja de ruta" para el segundo semestre con los elementos de la ficha remitida a Bruselas que aún faltan por abordar. Al mismo tiempo, ha asegurado que, ante el fin de la prórroga de los ERTE el próximo 31 de mayo, el Ejecutivo tiene que ponerse a trabajar con sindicatos y empresarios en analizar cuál sería el marco idóneo de este mecanismo para la segunda parte del año con el fin de impulsar la reincorporación de trabajadores al mercado laboral.
La propia Calviño avanzó este lunes en una entrevista en RNE que el Gobierno prepara "un modelo de transición" para los ERTE, cuya prórroga finaliza el 31 de mayo, con el fin de "activar la reincorporación de los trabajadores" a sus puestos.
"Tenemos que desarrollar instrumentos de flexibilidad alternativos y es en eso en lo que tenemos que empezar a trabajar cuanto antes, para lograr esa reforma más permanente y de carácter más estructural en el futuro", ha dicho, al tiempo que ha insistido en que los "intensos desequilibrios" del mercado laboral no se resuelven "cambiando una frase en el Estatuto de los Trabajadores", sino que requieren de un conjunto de medidas, en una clara alusión a la derogación de la reforma laboral de 2012 que fue pactada por el Gobierno de coalición y de la que Unidas Podemos es firme defensora.