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El PP responde a Aznar que Casado trabaja para reunificar el centroderecha en el 25 aniversario de su primera victoria

  • El expresidente admite que el PP no está en su mejor momento por la división de su campo político en tres formaciones distintas

  • Asegura que al marcharse entregó "un partido y un espacio electoral unido" y sus sucesores deben responder ante la fractura

RTVE.es
7 min.

El Partido Popular (PP) ha defendido este lunes que su actual líder, Pablo Casado, trabaja en la reunificación del centroderecha, en respuesta al expresidente José María Aznar, que en el 25 aniversario de su primera victoria electoral ha admitido que el PP no está en su mejor hora por la división de su campo político.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, ha reaccionado a las declaraciones hechas por Aznar en una entrevista en La Sexta, donde apuntó que al marcharse entregó "un partido y un espacio electoral totalmente unido", por lo que, a su juicio, son sus sucesores quienes deben responder ante la fractura en tres partidos. "Veo la mayoría de entrevistas que hace y me quedo con una idea, que por supuesto el PP trabaja con nuestro presidente al frente para la reunificación del centroderecha", ha afirmado Montesinos en una entrevista en Antena 3.

Precisamente fue esa unión del centroderecha, tras la refundación del partido incluyendo a varios exdirigentes de UCD, la que un 3 de marzo de 1996 aupó a José María Aznar a hacerse con la victoria por primera vez en unas elecciones generales. Hoy 25 años después, y ante un PP en horas bajas tras sumar seis derrotas electorales en apenas dos años, hay voces que vuelven a situar a Aznar como el abanderado de una nueva reconstrucción del centroderecha para crear una alternativa al gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "No ha pasado ni un solo día desde 2004 que no me hayan pedido que vuelva”, señaló el expresidente.

Preguntado por si la actual dirección del PP ha pedido el retorno de Aznar a la política, Montesinos se ha limitado a señalar que "la dirección nacional, todo el partido, tiene un único objetivo: forjar esa alternativa sensata, moderada, al que consideramos que es el Gobierno de la mentira, de la ineficacia".

Un aniversario amargo para los ‘populares’

Lo cierto es que el 25 aniversario de la victoria de José María Aznar en las elecciones generales de 1996 llega en un momento delicado para los ‘populares’. Desde que Pablo Casado se hizo con las riendas del partido, en julio de 2018, el PP ha salido mal parado prácticamente en todos los comicios a los que se ha presentado. Las únicas autonomías en las que los populares han conseguido un resultado favorable han sido Galicia, donde lograron una holgada victoria con Alberto Núñez Feijóo al frente, y Navarra, donde ganó en coalición con UPN y Ciudadanos.

25 años de Radio 5 - La victoria de Aznar - Escuchar ahora

En algunos casos, incluso cosechando los peores resultados de su historia. En las elecciones catalanas del pasado 14 de febrero, los ‘populares’ consiguieron tres diputados, sufrieron el ‘sorpasso’ de Vox -que casi les cuadruplica en escaños- y no capitalizaron ni un solo voto del millón de papeletas que perdió Ciudadanos. Anteriormente, en las elecciones generales de abril de 2019, el partido no pasó de los 66 escaños, un resultado muy lejos de los 156 escaños que consiguió Aznar hace 25 años.

Aquella victoria fue celebrada con entusiasmo en el cuartel general del PP, Génova 13, y siempre quedará para la historia la imagen de la celebración en el balcón de José María Aznar; su mujer, Ana Botella; Rodrigo Rato o Mariano Rajoy, quien posteriormente extendería su legado. Fueron años de éxito para los ‘populares’, que llegaron a cosechar hasta dos mayorías absolutas: una de nuevo con Aznar cuatro años más tarde y la segunda once años y seis meses después de la mano de Rajoy, quien consiguió pulverizar todos los récords al superar la barrera de los 183 diputados.

Javier Arenas, Ana Botella y José María Aznar, entre otros, saludan desde el balcón de la sede del PP en la calle Génova en el año 2000, tras conseguir su primera mayoría absoluta EFE/Bernardo Rodriguez

Sin embargo, estos éxitos han quedado empañados hoy por la mancha de los escándalos de corrupción que vienen de aquella época y de los que Pablo Casado se quiere deshacer cuanto antes. De hecho, el presidente, lejos de la autocrítica, achacó los malos resultados electorales al comienzo de la vista oral del caso de los papeles de Bárcenas, que coincidieron con la campaña electoral en Cataluña.

La corrupción, en el centro de las miradas

Actualmente la Audiencia Nacional trata de buscar algo de luz entre las décadas de contabilidad paralela en el Partido Popular, que el propio tribunal ya dio acreditada en 2018, al tiempo que juzga el uso de dinero negro en las obras de reforma de la sede del partido, que sienta en el banquillo entre otros al extesorero del PP Luis Bárcenas. Precisamente por la supuesta contabilidad ‘b’ también tendrán que declarar Aznar, Rajoy y ocho exministros que supuestamente cobraron sobresueldos.

Esta causa supone una nueva amenaza para la imagen del PP, que ya ha sufrido políticamente las consecuencias de una sentencia judicial como fue la del caso Gürtel: la primera moción de censura exitosa de la democracia y que llevó al poder al socialista Pedro Sánchez. En este caso, el desencadenante fue la sentencia que condenó al PP como partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos por la trama de corrupción.

Para romper con el pasado, el líder popular ha anunciado la venta de la sede nacional del partido y ha decidido dejar de dar explicaciones sobre los casos de corrupción anteriores a su llegada a la presidencia. "No podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos, ni tienen nada que ver con un legado impecable de defensa de la libertad y de España", recalcó el presidente, quien también ha convocado una convención nacional en otoño, la primera desde 2018, que sentará las bases de esta nueva estrategia de "regeneración" del partido.

Casado anuncia el cambio de sede del PP: "No debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando"

A esto hay que sumar la irrupción de nuevas formaciones en el panorama político: primero Ciudadanos, y después Vox, que han debilitado mucho la posición de los ‘populares’ en el arco parlamentario. De hecho, el crecimiento exponencial del partido de Santiago Abascal ha puesto en riesgo el liderazgo del PP en la oposición en unos futuros comicios.

Consciente del peligro que supone Vox en su electorado, Casado decidió marcar distancias con los de Abascal y en la moción de censura contra Pedro Sánchez el pasado mes de octubre proclamó un histórico "hasta aquí hemos llegado". Esta frase fue la antesala de una ruptura que para muchos populares tardó demasiado tiempo en llegar y que para otros marcó el primer paso en su estrategia de recuperar, de nuevo, el centroderecha.

La vista puesta en el presente

Ante este contexto, en Génova apuestan por que Casado se centre en ejercer el liderazgo de la oposición, con la vista puesta en el presente, y no el pasado. Pablo Montesinos ha reivindicado al PP como un partido de "puerta ancha" que, con Casado al mando, busca plantear una "alternativa sensata y moderada" ante el "sanchismo".

El actual PP recoge lo mejor del pasado y abandona lo peor

En la misma línea, el vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, aseguró este sábado que su partido ha decidido poner una línea roja con su "pasado malo" y "oscuro". No obstante, abogó por tender un puente con “el mejor pasado” de su partido, del que dijo sentirse orgulloso y que está representado por el presidente fundador, Manuel Fraga, por el presidente de honor, José María Aznar, por el expresidente Rajoy y por tantos exministros que “gestionaron bien y decentemente”.

Por ello, ha insistido en que el actual PP "recoge lo mejor del pasado y abandona lo peor" y mira al futuro para gobernar y recuperar muchos municipios con mayoría absoluta.

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