“Tiene una elegancia absolutamente innata”. Eloy Martínez de la Pera no escatima elogios a la hora de hablar sobre Naty Abascal. Sobre la mujer y sobre el personaje. Las dos caras de un nombre importante de la moda internacional por muchos y variados motivos que ahora el comisario expone en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo el título ‘Una crónica de moda. Colección Naty Abascal’, el nuevo tributo que hace la revista Telva tras el dedicado a Paco Rabanne, también comisariado por Martínez de la Pera.
“Hablamos de mujer que vivió intensamente la escena cultural de Manhattan de mediados de los sesenta (desfiló con su hermana para Elio Berhanyer en la Exposición Universal de Nueva York) y principios de los 70, el Nueva York de Andy Warhol, Salvador Dalí, Halston… En aquellos años la fotografiaron los más grandes, como Richard Avedon, Peter Beard o Anthony Snowdon, y es ella la que aporta un nuevo canon, ella es la nueva belleza”, dice Martínez de la Pera que ha estructurado la muestra en seis apartados.
Comienza con Raíces, un guiño a Sevilla la cuna de Naty, una ciudad con la que mantiene una fuerte conexión emocional y estética. “Ella adora el color, el volante, es una apasionada de lo bello, tanto en la indumentaria como en los oficios porque conoce qué hay detrás de cada vestido de alta costura”. En esta sala conviven con ‘elegante alegría’ diseños que desprenden un aroma andaluz, desde una bata rociera y un traje de gitana de Lina hasta vestidos de Balenciaga, Ralph Lauren, Óscar de la Renta y Valentino. “Y ella ha añadido todos los accesorios que son suyos porque domina la profesión gracias a toda una vida trabajando como estilista”.
No se trata de una colección de trajes atesorada a golpe de talonario. Son vestidos hechos por los más grandes para la más grande. Por eso cada uno cuenta una historia, una conversación o una sesión de fotos icónica. “Ha sido absolutamente conmovedor que se me permitiera sacer sus cosas de su casa para exponer su vida, sus aficiones, su estilo. Todo es de ella”, añade.
Los libros de moda de Naty forman pilares de información que custodian los vestidos. La segunda parte, Pasión, está tintada de rojo.”Ella adora el rojo y además es un color muy vinculado a Valentino, uno de sus mejores amigos junto Óscar de la Renta”. Vemos diseños fabulosos confeccionados para ella y las fotografías en la que se la ve con ellos, y destaca su espléndida colección de polveras de Estée Lauder. “Eso ya te dice mucho de ella”, comenta.
Sesenta vestidos comparten protagonismo con complementos, cuadros, cerámica y libros que cuentan su historia, una historia que Martínez de la Pera ha tardado un año en guionizar.
En el tercer acto, Amistad, se pone en valor la estrecha relación que tuvo con genios de diferentes disciplinas artísticas y en la sala se mezclan vestidos de sus grandes amigos, De la Renta y Valentino, con otros más inusuales, pero igual de fabulosos, como los de Jacqueline de Ribes. Además vemos un cinturón serpenti de Bulgari y cuadros de Andy Warhol y Salvador Dalí con el que rodó un surrealista anuncio de Alka-Seltzer.
“Fue primero la musa de todos ellos y luego fue su amiga. Los mejores modistos le han hecho trajes en exclusiva para los momentos más importantes. ¡Es el sumun de la alta costura!”
Destacó en la pasarela, en la fotografía, en la vida social y en el cine, ya que rodó Bananas con Woody Allen en 1971. Por todo ello, la cuarta parada se llama Única. “Aquí retrato la elegancia innata de Naty, que está considera una de las mujeres más elegantes del mundo y que creo que es la única española que figura en el Hall of Fame”.
En este apartado se ven vestidos muy famosos, como el que le hizo Valentino para la boda de su hijo Rafael Medina. “Ella tiene una capacidad única para ser absolutamente especial, una elegancia y un talento únicos para llevar una mantilla a la goyesca, con un enorme lazo”.
Absolutamente es la palabra más repetida por Eloy Martínez de la Pera. "Porque ella se posiciona estéticamente y no deja indiferente a nadie. Es absoluta en la amistad, en la lealtad y en la fidelidad. ¡Y vive la vida de forma plena!".
Los cuadros de Francis Bacon dan paso al espacio más sofisticado y teatral: Admiración. Aquí se ven diseños de diseñadores que Naty admira, como Gianni Versace, Azzedine Alaïa o Hubert de Givenchy junto a una escultura de un jaguar y un llamativo sillón de estilo africano. El estampado salvaje lo decora todo y Naty ha añadido tocados de aire punki a los maniquíes. “Aquí ha puesto el punto más rompedor”, señala y destaca un libro que el fotógrafo Peter Beard dedica a Naty, un volumen gigante realizado en Nueva York en 2006.
El broche final depara sorpresas. Se llama Siempre y acoge cuatro elementos muy especiales. Dos trajes de Óscar de la Renta, un diseño de Valentino y un cuadro de Fernando Zóbel, que fue Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. “El conjunto es impactante por los vínculos que las piezas tienen con ella”, añade Eloy.
Y de colofón, una escultura de la diosa Flora propiedad del museo. “Está considerada la diosa más bellas y elegante de la antigüedad, y he querido reflejar lo que Naty significa para mí”. Y lo que significa queda inscrito en la pared a modo de firma pero también de homenaje. Tradicional e innovadora. Apasionada y reflexiva. Artista y admiradora. Curiosa y coleccionista. Impulsiva y serena. Amiga y profesional. Elegante y única. Siempre Naty. Una Crónica de Moda.
La exposición estará abierta al público hasta el 2 de diciembre de 2018. Una muestra que abre las costuras de la moda para dejar entrar a la pintura, la escultura, la cerámica y la joyería.