A golpe de flecos y volantes regresa Juana Martín a la semana de la moda de París. Es la segunda vez que la cordobesa lleva su trabajo a la capital francesa y en esta ocasión lo hace a lo grande, con un desfile que traspasa los límites de la moda y se extiende por otras ramificaciones del arte flamenco. Estrella Morente, acompañada por Fondo Bohemio, han envuelto la pasarela con voz y música que creaba una especial atmósfera para el público que acudió a la Fundación Dosne-Thiers.
“Ha sido un gran esfuerzo”, decía la diseñadora a un equipo de TVE. “No tenemos patrocinadores pero sí el gran apoyo de los colaboradores que se han volcado, como Estrella Morente o Los Tolentino”, dice refiriéndose a los sombrereros sevillanos, artistas que han trabajado con modistos como Palomo Spain y estrellas como Lady Gaga. “En realidad, aquí lo que estamos haciendo es exportar nuestro arte, flamenco y moda, nuestra cultura”.
Martín mantiene un fuerte vínculo con sus raíces gitanas y ha encontrado una interesante conexión con la obra de Lita Cabellut, una mujer que tuvo que mendigar para sobrevivir y que hoy es una de las pintoras más valoradas del momento.
Mujeres importantes e influyentes como Coco Chanel, Frida Kahlo, Marie Curie y Billy Hollyday han sido fuente de inspiración para Cabellut y ahora la pintora inspira a Juana Martín sobre todo en la intensidad cromática de la colección, un trabajo que mantiene presentes los códigos de la casa, como los volantes y los flecos, pero se atreve con una paleta de colores más vivos. “Sí, sobre todo me ha influido en el color. Yo soy de blanco y negro, y de tonos neutros, pero en este caso he usado mucho color, su estética y su expresividad son vitales para esta colección”, decía Martín.
Los vestidos en organzas y tafetán de seda, como ocurre en los cuadros de Cabellut, crecen con siluetas generosas, volantes sobredimensionados y maximizados que recorren los escotes y caen recorriendo 'con salero' el cuerpo y las cascadas de flecos que aportan movimiento y alegría. Vemos diseños en tono liso que refuerzan la nobleza del patrón y otros estampados con jardines abstractos. Martín combina prendas fáciles de llevar, más clásicas, con otras más osadas.
Destaca uno inspirado en un traje de gitana que lleva el cuerpo con cintas que se entrelazan dejando el cuerpo al descubierto y se decoran con enormes volantes en las mangas y el bajo de la falda. La misma idea se desarrolla con tejidos de lujosos bordados y volantes en tul de tono nude, vestidos más sofisticados que reclaman ser llevados en una alfombra roja.
En la paleta de color, a veces mezclada en cascadas de flecos en degradé, destaca el rojo pasión. Un tono que aporta fuerza a una colección que habla precisamente de eso, de la fuerza femenina. “Esta colección está decida da la mujer y Lita es un buen símbolo porque fue una mujer hecha a sí misma que no se dejó vencer nunca ante las adversidades”, dice Juana que comparte con la pintura esa dura batalla contra los sinsabores que, a veces, ofrece la vida. “Lita soñaba con ser pintora y lo logró, Estrella Morente quería cantar y es una gran estrella y yo soñaba con estar en París y lo he logrado. Insisto, estamos en un momento muy femenino y las mujeres estamos dando señales de fortaleza. Todo esto ha sido muy inspirador”, añade Martín.
En marzo de 2018 Martín desembarcó en París con una colección dedicada a Camarón que se presentó en el Salón de Tapicerías del ayuntamiento parisino. Ahora regresa con menos miedo y más experiencia. “Esto es una inversión de futuro. Yo lo que quiero es avanzar y para mí es el éxito es poder exportar y traer aquí lo que he creado. El haber estado antes sí te abre alguna puerta y además hace que te respeten como profesional y como mujer”.