La pandemia ha dejado huella en muchos de nosotros, no solo a nivel personal, sino también a escala profesional. Algunos sectores, como el de la moda y la industria textil, se han visto muy afectados por el cierre de los comercios y por el confinamiento. Empresas, diseñadores y modistas han tenido que buscar alternativas para reinventarse, con el objetivo de no paralizar su producción. Sin embargo, Isabel Gomila es el claro ejemplo de que si das con la tecla correcta, cualquier adversidad puede suponer una alternativa para reinventarse.
La holandesa es propietaria de varias discotecas en Mallorca y en Barcelona. Hasta antes de la pandemia, se dedicaba principalmente al diseño y confección de prendas de fiesta y de noche dirigidas principalmente a mujeres jóvenes. Pero el confinamiento lo cambió todo. Al no poder salir, las ventas de este tipo de producto cayeron e Isabel tuvo que buscar otra línea de negocio.
Su afición por la costura le viene de niña, cuando veía a su abuela coser. Pero además, es una gran coleccionista de tejidos de lo más variados. Su taller se encuentra en su casa, por lo que durante el confinamiento pudo seguir cosiendo. Decidió servirse de estos tejidos que almacena en su casa para confeccionar una serie de kimonos. Como siempre que cose algo nuevo, compartió su creación con sus seguidores de Instagram y para su sorpresa, los kimonos fueron todo un éxito. Isabel recibió comentarios muy positivos y sus kimonos comenzaron a venderse. La cantante y bailarina Chanel Terrero, la chef Samantha Vallejo-Nágera o la Supremme de Luxe son algunas de las celebrities que también los han lucido en varios eventos.
Poco a poco vamos dejando atrás esta pandemia, pero como ha explicado Isabel en Maestros de la Costura, le llevará un tiempo recuperarse de este contratiempo. “Para nosotros ha sido perderlo todo e intentar luchar para seguir para adelante y buscar soluciones”, ha señalado Isabel. “Para que volvamos a remontar nos va a costar una década por lo menos”. Isabel considera que volver a Maestros de la Costura representa una oportunidad para poder seguir con su sueño de ser modista y diseñadora. “He venido a darlo todo”, afirma.