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La inmigración y el 'factor Musk', claves para el auge de Alternativa para Alemania

Alemania encara unos comicios federales tras una campaña electoral marcada por las injerencias extranjeras - Escuchar ahora
Isabel Dólera, enviada especial de RNE a Alemania
Tiempo de lectura 5 min.

Las calles de las principales ciudades alemanas, como Berlín o Erfurt, están empapeladas de carteles electorales de los diferentes partidos que se presentan a las elecciones federales en Alemania. Uno de los lemas que se leen en la propaganda de Alternativa para Alemania (AfD) es “Zeit für Deutschland”, que significa “Tiempo para Alemania”.

Según los sondeos previos a la cita con las urnas de este domingo, esta formación política de extrema derecha dobla el resultado obtenido en los últimos comicios federales, celebrados en septiembre de 2021. Un apoyo sin precedentes, en torno al 20%.

AfD avanza en su consolidación dentro de la escena política alemana. En septiembre del año pasado, un partido ultra conseguía hacerse con la victoria en uno de los 16 estados federados alemanes por primera vez desde la II Guerra Mundial. Fue en Turingia. Su líder, Björn Höcke, encabeza el ala radical en las filas del partido ultra.

El bastión de Alternativa para Alemania está en el este del país, pero su apoyo se está extendiendo. Según cuenta a RNE Antonios Souris, politólogo en la Universidad Libre de Berlín, ya no hay un grupo homogéneo: “Hay un primer bloque de gente que realmente abraza la posición ideológica del partido y otro gran bloque que lo va a usar simplemente como voto protesta, para dejar claro que están muy descontentos con otras formaciones políticas”, explica Souris.

Antonios Souris también afirma que hay diferencias territoriales, pero que “el apoyo tradicional ha partido siempre desde el este de Alemania, la antigua RDA”. También hay que discernir sobre otros aspectos como la edad (los jóvenes ya no son tan de izquierdas y ecologistas) o el género: hay un mayor apoyo masculino, resume este politólogo de la Universidad Libre de Berlín.

Los votantes ven en Alice Weidel, la candidata a canciller, la solución a los problemas en el país.

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AfD, contra los migrantes

A pesar de que AfD nació en 2013 con una clara postura euroescéptica y un rechazo al euro, ahora, la formación política se caracteriza más por su discurso antimigratorio. El cambio de objetivo coincide con la llamada crisis de los refugiados de 2015, cuando estaba en el gobierno la conservadora Angela Merkel. Con su política de puertas abiertas, el país recibió a un millón de refugiados en un año.

En la campaña actual, la oratoria de Alternativa para Alemania se ha intensificado tras el atropello masivo de Múnich, llevado a cabo por un joven afgano con “motivación islamista”, según la policía bávara. El ataque ha provocado el recrudecimiento de partidos en cuanto a este tema, como es el caso de la CDU o el SPD.

Cristina Faraco, presidenta de la ONG La Red, en declaraciones a Radio Nacional, afirma que “con los buenos porcentajes de inserción laboral y el poco índice de delincuencia entre los migrantes, no se puede sustentar el discurso de Alternativa para Alemania”. Faraco asegura que “simplemente, AfD ha sabido vender el mensaje de que la migración es un problema que tiene que ver con la seguridad, pero el 40% de los alemanes comparten una identidad de migración. ¿Qué sociedad no lo tiene?”, se pregunta la responsable de esta organización, que da apoyo a los migrantes recién llegados al país.

Faraco añade que la nacionalidad que está en el punto de mira es la afgana. Wiebke Judith, portavoz legal en la organización ProAsyl (la más grande del país, y que existe desde los años 80), alerta de que “en 2024, de hecho, se ha visto un descenso de un 30% aproximadamente en cuanto a la llegada de migrantes a Alemania”.

Las expertas aseguran que hay islamofobia, como ocurre en otros países europeos: “No hay tanto racismo con la gente que viene de Ucrania por el color de piel. No lo quiero maquillar con ninguna otra expresión”, zanja Cristina Faraco, presidenta de la ONG La Red.

El factor Musk

La campaña electoral también ha dado un giro desde que Elon Musk, dueño de X y mano derecha del presidente de EE.UU., Donald Trump, decidió apoyar abiertamente a Weidel. El también propietario de Tesla ha reiterado este apoyo en su red social, repitiendo en diferentes publicaciones que "solo AfD salvará Alemania" o transmitiendo una conversación de 75 minutos con la co-líder del partido de ultraderecha en este país.

La repercusión no se queda en X, sino que va más allá, según Jasmine Riedl, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Múnich y analista del uso de redes sociales en la política: “Es importante porque Musk crea contenido para los medios de comunicación. Así que lo que se dice en lo que antes era Twitter, incluso llega a gente que está muy alejada de esta plataforma, ya sea por la edad o porque se informan por otras vías”, explica Riedl, quien añade que es un motivo más para la normalización de este partido en Alemania.

El apoyo de la Casa Blanca a Alternativa para Alemania se ha hecho aún más evidente desde la semana pasada, cuando el vicepresidente de Estados Unidos llegaba al país con motivo de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Fue entonces cuando J.D. Vance, número 2 de Trump, se reunía solamente con Weidel y no con el todavía canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz. En su discurso público, Vance puso en duda que se esté cumpliendo el derecho a la libertad de expresión en Alemania.

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