La población civil ucraniana ha comenzado a huir de las ciudades de Sumy, Energodar e Irpin por corredores humanitarios este miércoles, pero la evacuación ha sido imposible en Mariúpol y Járkov.
El ayuntamiento de Mariúpol, al sureste de Ucrania, ha denunciado la persistencia de bombardeos rusos, como ha ocurrido días atrás a pesar de la tregua humanitaria. En esta ocasión, un ataque aéreo ha alcanzado un hospital materno-infantil, que ha dejado 17 adultos heridos. En el norte del país, el gobernador de Járkov también ha informado de que los combates continúan en su región.
Unas 40.000 personas han sido evacuadas este miércoles, según el negociador ucraniano David Arakhamia, que ha señalado Kiev, Járkov y Mariúpol como las zonas más conflictivas.
Las autoridades locales han confirmado que el alto el fuego se ha respetado en la región de Sumy y en la ciudad de Energodar (en la región de Zaporiyia, donde se encuentra la mayor central nuclear ucraniana, controlada por las fuerzas rusas).
También han podido huir los civiles de Irpin, en la región de Kiev, donde policía y servicios de emergencias han evacuado a más de 3.000 personas, según el Ministerio del Interior. Las fotografías tomadas por los periodistas en la localidad este miércoles muestran a familias y personas mayores cargando sus pertenencias al cruzar un puente destruido.
Más de 2.000 civiles ucranianos han muerto en la guerra, según las autoridades locales, y hay 2,2 millones de refugiados, de acuerdo con los datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Acuerdo para abrir seis corredores
Rusia y Ucrania han acordado este miércoles las rutas de seis corredores humanitarios para evacuar a civiles de las principales ciudades que están siendo escenario de ataques y combates, según ha anunciado la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk por la mañana.
Así, se ha trazado una vía segura entre Energodar y Zaporiyia (sureste) y entre Sumy (noreste) en dirección a la ciudad de Poltava, así como entre Mariúpol (al sur, en la costa del Mar de Azov) y Zaporiyia.
Los corredores humanitarios se han acordado también de Volnovaja, a Pokrovsk; y entre Pasas y Lozova, en la región de Járkov (noreste). El sexto corredor afecta a la región de Kiev e incluye un recorrido que alcanza Vorzel, Bucha, Borodyanka, Hostomel e Irpin, además de Stoyanka y Belgorodka.
El jefe del Centro de Control Nacional de Defensa ruso, Mijail Mizintsev, ha garantizado que sus tropas iba a observar "un régimen de silencio" que ha comenzado a las 9 de la mañana (hora local) y se extenderá durante 12 horas, es decir, hasta las 21:00. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha sido informado de esos espacios seguros y han asistido la evacuación.
El martes, el único corredor que pudo funcionar fue el de Sumy, por el que salieron unas 5.000 personas en autobuses y un número indeterminado en un millar de vehículos particulares. En Irpin también pudieron salir algunos civiles, mientras que las autoridades ucranianas denunciaron que los bombardeos en la ruta de Mariúpol hicieron imposible la evacuación. Rusia y Ucrania no se ponían de acuerdo en las rutas, ya que Moscú pretendía que los refugiados pasaran por su territorio.
Continúa el asedio de Mariúpol
Sin embargo, Ucrania ha denunciado que Rusia ha continuado bombardeando Mariúpol y no han permitido la huida de los civiles con ataques como el de un hospital materno-infantil, que ha dejado 17 heridos. "Rusia continúa tomando como rehenes a 400.000 personas", ha asegurado el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, sobre la ciudad a orillas del Mar de Azov, objetivo estratégico para Rusia.
Un diputado ucraniano ha alertado de que Mariupol (asediada desde hace 9 días, sin electricidad, agua o calefacción) tiene víveres para tres jornadas más antes de que la población empiece a pasar hambre. Desde el comienzo del sitio, han muerto 1.200 civiles allí, según las autoridades locales.
Ucrania ha denunciado también que las fuerzas rusas han impedido que un convoy de 50 autobuses evacuara a los civiles de la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev, aunque han continuado las negociaciones para conseguirlo.
En Járkov, el alcalde ha advertido que las fuerzas rusas estarían reagrupándose cerca de la ciudad.
Ucrania necesita resistir "siete o diez días"
Ucrania pretende resistir durante los próximos siete o diez días para negar una victoria a Rusia y presionar en las negociaciones. Vadym Denysenko, asesor del Ministerio del Interior, asegura que Rusia está desesperada por algún tipo de victoria y por conquistar Mariúpol o Kiev.
"Necesitan al menos una victoria de algún tipo antes de verse forzados a las negociaciones finales", ha asegurado. "Por tanto, nuestra tarea es resistir por los próximos 7 o 10 días".
Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha pedido "urgentemente" a Rusia un "alto el fuego" que permita hacer reparaciones en la central nuclear de Chernóbil, que se ha quedado sin energía eléctrica. Kuleba ha advertido de que un corte de la electricidad podría provocar filtraciones de la radiación, aunque la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) asegura que "no supone un impacto crítico sobre la seguridad" de la planta.
Con todo, la inteligencia británica, que desde el comienzo de la invasión, el 24 de febrero, emite partes diarios del desarrollo de los combates, asegura que de momento los rusos no han podido avanzar hacia Kiev con la rapidez necesaria, y que su fuerza aérea aún no controla totalmente el espacio aéreo. De momento, Rusia solo ha ocupado la ciudad de Jersón, situada frente al istmo de la península de Crimea.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso asegura que las operaciones sobre el terreno van "según lo planeado", como ha venido haciendo Vladímir Putin en los últimos días.
En el frente económico, Estados Unidos y Reino Unido han anunciado que dejan de comprar petróleo ruso. La UE aún no ha dado ese paso, que podría afectar al gas, del que es muy dependiente, pero este miércoles ha ampliado las sanciones contra bancos y empresarios.