BIOGRAFÍA
Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 1978.
Formación: licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Comunicación Política y Protocolo en el mismo centro.
Años en política: diputada en la Asamblea de Madrid desde 2011 y presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2019.
Si sobrevivir a una pandemia se antoja complicado en términos políticos, crecer en este contexto resulta casi imposible. Salvo para Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 1978). La presidenta de la Comunidad de Madrid ha ido ganando protagonismo en el último año no solo en la región, sino en toda España, al hacer de la libertad su bandera y de la rebeldía ante el Gobierno de Pedro Sánchez su marca personal, una posición que le ha llevado incluso a ser cuestionada por otros ‘barones’ de su propio partido.
Pero la líder ‘popular’ ha conseguido mantener el pulso. En los peores momentos de transmisión del virus, levantó el cierre perimetral de la región y mantuvo abiertos los negocios. Unas medidas con las que ha conseguido ganarse el beneplácito de los empresarios, sobre todo de los hosteleros, que ven en la presidenta su única “salvación” en estos meses de pandemia. En su haber figuran, además, la reconversión de Ifema en hospital de campaña, la inauguración del hospital Enfermera Isabel Zendal o peticiones como la exigencia de PCR para entrar en España y los test de antígenos en las farmacias.
Periodista de formación, Ayuso se incorporó al PP regional en 2005 y pronto asumió labores de comunicación. Diputada autonómica desde 2011, Cifuentes la nombró en 2017 viceconsejera de Presidencia y Justicia y ha sido, además, vicesecretaria de comunicación y portavoz del PP de la Comunidad. Dio la sorpresa en enero de 2019 cuando el líder del PP, Pablo Casado, la nombró cabeza de lista a las elecciones autonómicas de ese año en Madrid, en sustitución de Ángel Garrido, que posteriormente pasó a Ciudadanos (Cs).
Ayuso no ganó, pero consiguió salvar los muebles de su partido y dar alas a Pablo Casado, cuyo liderazgo se vio reforzado. En agosto de ese mismo año, se convirtió en presidenta de la Comunidad de Madrid con un gobierno en coalición junto a Ciudadanos. Aunque la relación ha sido siempre tensa con el entonces líder ‘naranja’, Ignacio Aguado, y la posibilidad de un adelanto electoral siempre sobrevoló en la Puerta del Sol, en numerosas ocasiones han mostrado en público su compromiso de agotar la legislatura. Hasta hace prácticamente un mes. En marzo, a raíz de la moción de censura presentada por Cs y PSOE en Murcia para desbancar al ‘popular’ López Miras, Ayuso decidió romper la coalición y convocar elecciones, ante “el temor”, decía, de que en Madrid se desarrollase la misma estrategia.
Entonces se apuntó el mérito de "sacar a Pablo Iglesias de la Moncloa" y ahora se ha marcado, como objetivo de cara al 4M, revalidar la presidencia y gobernar en solitario, aunque necesite los apoyos puntuales de otras formaciones políticas como Vox.
Ayuso, en tres frases:
“Comunismo o libertad”.
“Es un delito, en Cataluña, con el clima que tenéis, tenerlo todo cerrado, tener a la gente en sus casas”.
“Os anuncio que nos vamos a rebelar contra cualquier imposición fiscal y vamos a hacer todo lo que está en nuestra mano para no solo no subir los impuestos en Madrid, como venimos defendiendo, sino para hacer una bajada histórica en el IRPF, a lo que me he comprometido personalmente”.
Expectativas electorales:
Las últimas encuestas siguen dando a Isabel Díaz Ayuso como vencedora de las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid y subiendo. La actual presidenta regional obtendría el 40,4 % de los votos, según el promedio calculado por DatosRTVE. Es una subida de casi un punto con respecto al promedio publicado el 5 de abril.
Los sondeos también apuntan a que el PP se vería ampliamente beneficiado del desplome de Ciudadanos, que lucha ahora por hacerse hueco en la Asamblea de Madrid. Así, la líder ‘popular’ podría hacerse con 59 escaños, a solo 10 de la mayoría absoluta necesaria (69) para gobernar en solitario. De esta manera, el PP estaría obligado a pactar Vox, aunque los números seguirían siendo insuficientes, por lo que se vería forzado a retomar los contactos con Ciudadanos.