La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha anunciado que reanudará, "a medida que sea factible", la vacunación contra la COVID-19 con viales de AstraZeneca, atendiendo a las nuevas pautas y circunstancias acordadas en el Consejo Interterritorial, en el que se ha aprobado suspender la vacunación en menores de 60 años.
La Junta anunció a primera hora de este miércoles que suspendía de manera inmedaiata la puesta de esta vacuna hasta conocer resolución de la Agencia Europea del Medicamento, una decisión que dejó a muchos citados esperando en la cola entre dudas y desconcierto. El Gobierno se apresuró a indicar que era una decisión que no era de su competencia.
La vacunación se retomará en la comunidad precisamente después del informe de seguridad emitido por el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en el que indica que el beneficio de esta vacuna "está muy por encima de posibles riesgos" y después de lo acordado en la Interterritorial.
La reactivación de las convocatorias en las que se vacune con AstraZeneca se realizará atendiendo a las nuevas consideraciones de uso referidas a la edad y de la forma "más inmediata posible", con el fin de atender la demanda ciudadana de acceso a la inmunización frente a la COVID-19.
Una suspensión cuestionada desde el Gobierno
La suspensión anunciada por el gobierno de Castilla y León provocó la reacción inmediata del Gobierno y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, advirtió de que las decisiones sobre vacunas, el criterio sanitario, los tramos de edad y el calendario en el que se administran "corresponden al Consejo Interterritorial de Salud y está decidido, no le corresponde a ninguna comunidad autónoma, a su manera de entender o a su fórmula política de confrontar".
Aunque en este sentido, la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, afirmó en una entrevista concedida a RNE que había hablado dos veces con la ministra de Sanidad, Carolina Darias, para informar de que iba a suspender cautelarmente la vacunación con AstraZeneca y que su interlocutora ha aceptado que era su competencia, por lo que la ha ejercido.
"Principio de precaución"
En un comunicado, la Consejería de Castilla y León había explicado que la medida de suspender la vacunación con AstraZeneca se adoptaba "en aplicación del principio de precaución que ha de regir la gestión de alarmas y riesgos en cualquier medicamento".
Se trataba de una medida cautelar "a la espera de conocer el informe de seguridad que se prevé que elabore el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia de la EMA, que se reúne este miércoles, y de las decisiones que, en relación con este tema, puedan adoptarse próximamente por órganos ejecutivos de la Unión Europea y del Sistema Nacional de Salud".
Miles de personas que estaban citadas en Castilla y León para recibir la dosis de AstraZeneca se habían enterado de la noticia al llegar a los puntos de vacunación. "A mí al móvil no me ha llegado ningún mensaje. Venía a toda prisa de Madrid y cuando he llegado he visto que había poca gente y he dicho: aquí algo pasa. ¿Dónde está la cola?", había afirmado uno de los citados.
La consejera de Sanidad argumenta que antepone la "seguridad"
La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, aseguraba en un audio distribuido entre los medios de comunicación que ha decidido anteponer la "seguridad del paciente" a las "molestias ocasionadas" por la suspensión cautelar de esta vacuna.
"Sentimos las molestias ocasionadas a las personas citadas en el día de hoy, nuestro objetivo en todo momento es garantizar la seguridad de los ciudadanos en el proceso de vacunación", ha resumido la consejera, que ha apelado a la norma ética médica de "no maleficencia" -'primum non nocere'-, aunque ha precisado que se trata de una decisión cautelar, a la espera de contar con "mayor información" de las autoridades sanitarias europeas.
Poco después, en esa entrevista con RNE, Casado ha insistido en esos argumentos y ha asegurado que la decisión se ha tomado en aplicación de su "competencia" y que no implica que haya que "desconfiar de esa vacuna".
Preguntada por la situación que pueden estar viviendo personas que hayan sido vacunadas en las últimas horas con estas dosis en cuestión, la consejera ha expresado que esas dudas se subsanan "con datos" y ha destacado que los efectos secundarios relacionados con trombos tras la aplicación de la vacuna son inferiores a los que se desencadenan por sufrir la enfermedad de la COVID, por lo que ha lanzado un mensaje de tranquilidad.
"No quiero decir que tengamos que desconfiar de esta vacuna pero lo cierto es que si está habiendo efectos secundarios que no eran evidentes en relación a los trombos (...) Basándonos en ese principo de prudencia es cuando hemos tomado esta decisión", ha incidido la consejera, que ha querido dejar claro que los efectos adversos son "muy pocos" entre los millones de personas vacunadas y ha pedido "tranquilidad".
Casado ha afirmado que también Países Bajos y Alemania han tomado la misma decisión y también ha rechazado que la decisión haya provocado "un estado de alarma nacional". Asegura que, si la EMA decide que se puede seguir vacunando, la pérdida del ritmo se recuperará "rapidísimamente".