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¿Estamos a tiempo de evitar la cuarta ola? Los expertos piden mantener las restricciones y acelerar la vacunación

SOFÍA SOLER
7 min.

“Veo un huracán de categoría 5, a 450 millas de la costa”. El epidemiólogo estadounidense Michael Osterholm hablaba así de un acechante repunte de los casos de coronavirus en el país norteamericano. En España, la circulación del virus continúa siendo muy elevada en la tercera ola, pero la curva dibuja ya una tendencia al descenso. Ahora, con la fatiga pandémica, la vacunación en marcha y todo lo aprendido tras un año de emergencia sanitaria, resulta difícil no pensar en cómo impactará la cuarta ola.

Consultamos a tres expertos en epidemiología, enfermedades infecciosas y medicina preventiva para tratar de analizar los factores que marcarán nuestro futuro próximo: desde la influencia de las nuevas variantes del virus a la llegada de las vacunas, pasando por el mantenimiento de las medidas de contención.

“Algunos hablan de salvar la Semana Santa y huele a descontrol. Si para Semana Santa la gente no sigue las normas usuales de prevención, habrá transmisiones y podría empezar ya la cuarta ola”, afirma Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, preguntado por RTVE.es.

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El “huracán” de la variante británica puede frenarse con las medidas de siempre

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lo esbozaba este lunes. “Es probable que haya una cuarta ola, pero será más lenta y progresiva”, aseguró, apuntando que cuanto más se retrase, más personas estarán inmunizadas y más contenido podrá ser el repunte. El epidemiólogo del Ministerio de Sanidad señaló además un condicionante clave: que las medidas de prevención y restricciones no se levantaran antes de tiempo. Y un riesgo: si la variante británica acaba de desplazar al resto, la cuarta ola podría acelerarse.

También el estadounidense Osterholm, que formó parte del equipo que asesoró a Joe Biden durante la campaña en 2020, advertía en la NBC de la expansión en EE. UU. de la nueva variante británica, que según los primeros estudios de Salud Pública del país podría ser hasta un 50% más contagiosa.

Pero el epidemiólogo consultado, Joan Caylà, como Simón, no cree que la estrategia para hacer frente a las nuevas variantes pase por adoptar medidas distintas a las tomadas hasta el momento. “La verdad es que ante el incremento de la incidencia en Reino Unido impulsaron medidas, casi un confinamiento, y a partir de ahí la incidencia ha mejorado mucho”, nos dice el representante de la Sociedad Española de Epidemiología, quien pide prudencia a la hora de llegar a conclusiones sobre las variantes y teme que la euforia por las vacunas nos haga bajar la guardia.

Simón cree que es "posible que haya una cuarta ola" pero que según pasen las semanas será "más lenta y progresiva"

El mayor riesgo: lugares cerrados y sin mascarillas

Alberto Torres, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Murcia, coincide plenamente en su diagnóstico con el de Caylà: es importante reducir los contagios para que sea posible volver a detectar todos los casos y, sobre todo, rastrear sus contactos. El objetivo de “COVID 0”, nos dicen, es utópico, pero debería ser una prioridad. “La recomendación para evitar la cuarta ola tiene que ser bajar la incidencia acumulada a los valores más bajos que podamos”, afirma el preventivista.

Su receta es clara: “El coronavirus se transmite por contacto próximo cuando estoy sin protección respiratoria. Se pueda transmitir de forma anecdótica de otra manera, sí, pero eso no es lo que lleva a la epidemia (...) Lo que lleva a la epidemia son los lugares cerrados, donde la gente está tomando alimentos con personas que no son convivientes”.

Por ello, aboga por ser más precisos en las medidas. “Si hay que indemnizar a esos empresarios, posiblemente es mucho más barato hacerlo que tener a toda la economía en jaque por la transmisión”, valora Torres sobre el cierre de la hostelería.

Igualmente considera que pueden cambiar las variantes, pero no la respuesta. El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública asegura que la fuerza e impacto de la cuarta ola estará mucho más influida por “las medidas que tomemos a partir de ahora” que por los cambios en el virus.

La variante sudafricana ya está en Europa Central

Pero la británica no es la única variante que amenaza la tranquilidad de los especialistas. Eric Feigl-Ding, epidemiólogo de la Federación de Científicos Americanos en Washington DC, alertaba esta semana a través de Twitter de la circulación en el Tirol, Austria, de la variante sudafricana. Actualmente, son más de 400 los casos detectados y Feigl-Ding denunciaba en su hilo que las autoridades austriacas no restringieran el movimiento de los ciudadanos por al peso del turismo en la economía de la región. Finalmente, ha ocurrido y de este viernes solo se podrá salir del Tirol con una PCR negativa por coronavirus.

“Si está en el Tirol, es probable que esté en toda Europa Central. Y eso es lo preocupante”, respondía Feingl-Ding a quiénes argumentan que Austria tiene más casos porque simplemente está secuenciando más el virus.

José Jiménez, investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del King's College de Londres, cuenta a RTVE.es algo más sobre este nuevo riesgo en la cuarta ola. “El principal problema de la variante sudafricana y la brasileña es que tienen una mutación que podría hacer que el virus escape del sistema inmune”. Esto es, “que los anticuerpos que generamos por una infección previa o por la vacuna no sean tan eficientes frente a esa variante”, explica.

¿Hay que cerrar fronteras?

Con estos datos, nos situamos en un dilema muy similar al de febrero del 2020. Si pensamos que una variante todavía no circula en España, ¿deberíamos cerrar las fronteras para evitar su llegada? En este punto, hay diversidad de opiniones entre los expertos. Algunos creen que sí, que urge ser más estrictos, tal como está haciendo Australia, con el férreo protocolo que se ha popularizado tras el Open de Tenis, dice Caylà de la Sociedad Española de Epidemiología.

“Cuando una persona venga de viaje, debería de hacer una cuarentena. Es la única manera de evitar la introducción de las variantes. Debería mantenerse esta medida, al menos, hasta que el programa de vacunación esté yendo de forma suficientemente rápida y consistente para lograr la inmunidad de la población”, coincide Torres, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública.

En cambio, para el investigador de enfermedades infecciosas en Londres, la introducción de las variantes es ya “inevitable”. “Es muy difícil controlarlo, porque habrá españoles que quieran volver y vas a dejarles. Si impones una cuarentena de 15 o 20 días en hoteles, como hizo China, al final es poco viable. Cuando nosotros identificamos la variante, significa que ya ha estado circulando en la población”, explica Jiménez. Por el momento, en España solo se han detectado dos casos de la variante sudafricana, uno de la brasileña y más de 500 de la británica.

"La mejor estrategia es vacunar"

“Cerrar fronteras, como cualquier medida de prevención, está muy bien para evitar que se colapse el sistema sanitario, que es nuestro principal problema. Pero la mejor estrategia es vacunar a todo el mundo que se pueda”. En las dosis que llegan de Pfizer, Moderna y AstraZeneca están puestas parte de las esperanzas ante esta cuarta ola. Como apuntaba Simón, cada día que pasa son más personas inmunizadas y el riesgo de repunte es menor. Además, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, avanzó este miércoles que el fármaco de Janssen podría estar autorizado a principios de marzo.

Y es que, nos recuerdan los expertos, la vacunación continúa yendo demasiado lenta. "Creo que es importante pensar a largo plazo. No pensar, como hicimos en Navidad, que en Semana Santa se va a poder abrir todo y no va a pasar nada. El virus va a seguir por mucho tiempo. Vamos a tener olas y olas hasta que tengamos un alto porcentaje de la población vacunada o infectada. Lo importante es no pensar en salvar ninguna campaña y vacunar, vacunar, vacunar", insiste Jiménez.

Actualmente, el 1,88 % de la población española ha recibido la segunda dosis y está inmunizada. Desde el 27 de diciembre, se han administrado más de 2 millones de vacunas, son en torno a 66.000 desde este martes.

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