Primero fue salvar la temporada de verano, y la segunda ola apenas dio respiro a un país entumecido aún por los efectos del confinamiento domicilario. Después, vino salvar la Navidad, y la nueva avalancha de contagios se tradujo en niveles que no se habían visto desde el inicio de la pandemia, golpeando con dureza a un sistema sanitario tan sobrepasado como exhausto. Ahora, todavía ahogados en esa tercera ola, hay quien habla ya de salvar la Semana Santa.
Hace unos días, la ministra de Turismo de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, se mostró esperanzada de que la Semana Santa pudiera suponer el reinicio de los viajes nacionales. Poco después, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aseguró que la situación en España sería aceptable para viajar en estas fechas "si estamos en una incidencia acumulada de hasta 150 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en catorce días". Quedan menos de dos meses por delante, y con la incidencia actual -el último dato, actualizado a 3 de febrero, es de 816 casos por cada 100.000 habitantes-, los expertos creen que alcanzar esos niveles es un objetivo extremadamente complicado.
"Creo que salvar lo que sea, el verano, la Navidad o la Semana Santa, es un mal mantra, porque llevamos un año y hemos salvado demasiadas cosas pero seguimos sin salvar lo más importante, que es la crisis de salud pública. Y no solamente no la hemos salvado, sino que ahora mismo estamos muy mal", manifiesta a RTVE.es Manuel Franco, profesor de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins y de la Universidad de Alcalá.
"Me parece que es un poco aventurado, y lo entiendo desde el punto de vista de una ministra que se dedica al turismo, pero hay que ser muy cautelosos al respecto", opina sobre las declaraciones de Reyes Maroto.
Nivel de presión asistencial y de fallecimientos muy alto
Al portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), Jonay Ojeda, le sorprende que pueda plantearse de nuevo algo así, en una situación como la actual, en la que "todavía estamos en un nivel de presión asistencial y de fallecimientos muy alto, y seguro que va a seguir aumentando". "Intentar salvar la Semana Santa sería repetir un error que tenemos muy reciente... Es oírlo y se nos ponen los pelos de punta, porque tenemos muy cerca lo que ha pasado en Navidad, y ni siquiera hemos empezado aún a experimentar un descenso claro de los contagios", explica.
Este jueves, la ministra Reyes Maroto, ha vuelto a sus palabras sobre una posible reanudación de viajes nacionales en Semana Santa, aunque matizando que se basaban en la "precaución" de que se dieran "las condiciones sanitarias adecuadas". "Todo el Gobierno está alineado trabajando en combatir la tercera ola y los datos ya nos dirán cuándo podemos tener preparado el sector turístico para abrir después de tantos meses", señalaba.
En este sentido, el epidemiólogo Manuel Franco no pasa por alto la importancia que tiene el sector turístico para un país como España, del que dependen millones de puestos de trabajo, pero insiste en que "no podemos volver otra vez al punto de partida", y por ello pide que se planteen "soluciones a largo plazo".
"Este es un proceso muy largo, que nos ha costado ya casi un año y nos va a costar por lo menos otro, si no es más. Ahora mismo no se trata de salvar nada. De lo que se trata es de ir ganando poco a poco conocimiento y actuaciones eficaces para el control de la pandemia, y eso pasa por aplicar lo que ya hemos conocido y por llevar a cabo un plan de vacunación lo mejor posible", asegura.
"Solo con las vacunas no llegamos"
Jonay Ojeda también subraya la importancia de que el plan de vacunación avance de la manera más rápida y eficiente posible para poder retomar una parte de la actividad turística cuanto antes, aunque insiste en que no se puede fiar todo a las vacunas, y que el horizonte de Semana Santa es más utópico que real. "Lo que tiene que haber es una bajada importante de las infecciones, y esa bajada tiene que acompañarse del plan de vacunación, aunque también de otras medidas como reforzar la atención primaria y por supuesto el rastreo de casos", manifiesta.
"Solo con la vacuna no lo vamos a conseguir", prosigue, destacando que "con las vacunas que tenemos ahora mismo, y con los recursos que hay en algunos territorios para vacunar, claramente no llegamos". "Nos preocupa que la atención se centre solo en el plan de vacunación, cuando sabemos que en ocasiones hacen falta medidas restrictivas para atajar de forma contundente los contagios, además de que atención primaria y salud pública cuenten con los recursos suficientes", añade.
Aunque desde el Ministerio de Sanidad se insiste en que España ya ha superado hace días el pico de esta tercera ola, y los datos reflejan que la incidencia ha comenzado a bajar muy lentamente, la situación sigue siendo de extrema gravedad. En el mejor de los casos, la situación en UCIS y hospitalizaciones COVID en planta aún tardarían semanas en normalizarse, y nada asegura que en cualquier momento las infecciones no puedan volver a dispararse. La aparición de nuevas variantes de coronavirus, y su posible efecto en la tasa de contagios o en la efectividad de las vacunas, añaden aún más incertidumbre a este escenario ya de por sí altamente inestable.
"Ahora mismo tenemos tantos frentes abiertos, que no me plantearía muchos horizontes", manifiesta Manuel Franco. "Tenemos el frente de la vacuna, que no está siendo nada fácil por múltiples razones. Tenemos disparada la incidencia; la transmisión comunitaria se encuentra lejos de estar controlada. Luego tenemos un sistema sanitario destrozado, con sus profesionales absolutamente al borde de la locura. Tenemos tantos fuegos…", reflexiona este experto en salud pública.