El brote de coronavirus en fase de descenso. Lo ha hecho a pesar de que el número de positivos reportados en Cataluña ha vuelto a aumentar, con 721 nuevos contagios este miércoles. El incremento está liderado por el área de Barcelona, donde la transmisión sigue creciendo. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha admitido que se han tenido que aumentar los rastreadores y las pruebas PCR y que no se ha informado bien a los municipios sobre la evolución de la pandemia.
Si bien la curva de la epidemia se está "estabilizando" en Lleida, la situación sigue siendo "difícil" en el área metropolitana de Barcelona, ha advertido el presidente catalán, que, no obstante, ha señalado que está lejos del "estrés" hospitalario que se vivió el pasado mes de marzo.
Según los datos difundidos por el Departamento de Salud, de los 721 nuevos positivos comunicados en las últimas 24 horas -131 más que el martes-, 235 corresponden a la ciudad de Barcelona (92 más) y 40 son de la región sanitaria de Lleida (52 menos), 23 de ellos del Segrià.
Hace ahora diez días que la Generalitat decidió imponer restricciones y un confinamiento perimetral a varios municipios de la comarca del Segrià, entre los que se encuentra la ciudad de Lleida, para tratar de poner freno a la expansión de la enfermedad. Una transmisión que días después se confirmó como comunitaria y que obligó a extender las restricciones a la práctica totalidad de esta región, a la colindante comarca de La Noguera y a Barcelona y una docena de municipios de su entorno.
Los nuevos contagios de coronavirus comunicados, que incluyen pruebas PCR y serológicas, crecen en todas las regiones sanitarias catalanas excepto en Lleida, Girona y Terres de l'Ebre. Por eso, la Generalitat no descarta ampliar las restricciones al ocio nocturno a toda Cataluña.
Torra: "Cuando se han tenido que cambiar las cosas, se han cambiado"
Torra ha defendido que su gobierno siempre se ha "anticipado" en la gestión de la COVID-19 durante una sesión de control al Govern en el Parlament en la que los grupos de la oposición han cuestionado su gestión frente a la pandemia.
El president ha insistido en que el Ejecutivo siempre "ha actuado con toda la responsabilidad y dando la cara en todo momento", siguiendo "las recomendaciones de los expertos". No obstante, ha admitido que el Govern también ha tenido que "cambiar cosas" y ha recordado las modificaciones en la gestión de las residencias de ancianos y los últimos cambios en el Departamento de Salud, con el incremento de las PCR y de rastreadores.
"Cuando se han tenido que cambiar las cosas en este país, se han cambiado", ha señalado Torra, que ha explicado que le pidió a la consellera de Salud, Alba Vergès, que había que cambiar "el tema de rastreadores y PCR y que se tenía que nombrar un secretario de Salud Pública", para lo que ha desvelado que sugirió el nombre del doctor Josep Maria Argimon.
El Govern reconoce problemas de comunicación con los municipios
"Se hicieron los cambios que se tenían que hacer y las autocríticas necesarias", ha señalado Torra, que en este punto ha admitido que "no han sabido informar bien" a los municipios de la evolución de la pandemia, ante lo que han optado por crear PROCICAT territorializados.
Esta declaración ha llegado tan solo unos días después de que los ayuntamientos expresaran su disgusto porque la Generalitat les traspasara la responsabilidad de articular las medidas de cierre, de control de las playas o de establecer los horarios de las terrazas y denunciaran la falta de un criterio común para hacerlo.
Torra ha ironizado al decir que él es "el responsable de todos los males de Cataluña", al tiempo que ha pedido no entrar en una "carrera de reproches" y ha apelado a los grupos a realizar críticas "constructivas". "Ningún problema, lo asumo todo", ha afirmado Torra, quien también ha pedido "responsabilidad" a los ciudadanos para protegerse de la pandemia.
La Generalitat plantea restringir el ocio nocturno
Por otra parte, el Govern no descarta más medidas para frenar los contagios, como restringir el ocio nocturno en toda la comunidad, y admite que estudia cómo evitar las reuniones, en la calle y de noche. Mientras, Barcelona y otros municipios metropolitanos reclaman que se endurezcan las restricciones.
"Pensamos que a las 11.00 de la noche sería una buena hora para acabar la actividad de restauración", ha afirmado el concejal de Seguridad, Abert Batlle, en declaraciones a Televisión Española, en las que ha planteado limitar los aforos en plazas y otros espacios públicos, cerrar casinos y bingos, y adelantar la hora de cierre de bares y restaurantes.
La patronal del ocio nocturno no ha tardado en responder a estos planteamientos y ha pedido que no se le estigmatice y que se rescate al sector, del que dependen 3.600 empresas en Cataluña.