El infectólogo Oriol Mitjà cree que los 200.000 habitantes de la comarca del Segrià (Lleida) deberían volver a confinarse en sus casas porque la situación se ha descontrolado en la última semana con múltiples brotes de coronavirus y transmisión comunitaria. "Se han diagnosticado más de 500 casos de COVID-19 en distintos focos, sobre todo en empresas hortofrutícolas. Eso nos sitúa en la casilla de salida de la epidemia", ha asegurado Mitjà, que considera que el confinamiento perimetral que se aplica ahora mismo es insuficiente. "Eso sirve para que el virus no se propague a otras regiones, pero ahora la gente tiene que volver al confinamiento parcial y solo salir para el trabajo indispensable", ha subrayado.
“Si no procedemos al confinamiento domiciliario, se estará actuando tarde“
Preguntado sobre la gestión del Gobierno catalán, Mitjà, asesor de la Generalitat de Cataluña durante la pandemia, ha reconocido que es difícil saber en qué momento hay que dar el paso de confinar a la gente en sus casas, pero ha insistido en que "es muy obvio que con los datos que hay sobre la mesa, si no procedemos a una situación de confinamiento domiciliario, se estará actuando tarde".
El factor agravante de los temporeros
El experto en enfermedad infecciosas ha explicado que la situación de los trabajadores temporales que han acudido a la provincia de Lleida a la campaña de recogida de la fruta complica aún más la contención del virus. "Son entre 20.000 y 30.000 personas, muchas de ellas procedentes de otros países, con una gran movilidad y que suelen vivir hacinados en barracones o, incluso, en la calle. Si uno de ellos tiene una alta carga viral de COVID-19, puede llegar a infectar al 80% de los contactos. Cuatro veces más de lo normal", ha asegurado Mitjà.
"Los medios para rastrear son insuficientes"
Teniendo en cuenta todos esos factores, el infectólogo subraya que es clave hacer una búsqueda intensiva de las personas que hayan estado en contacto con los positivos, pero cree que los sistemas de vigilancia no son los suficientemente fuertes. "Se trabaja con mecanismos informáticos muy primitivos, como hojas Excel o el envío de mensajes SMS. Habría que utilizar herramientas más sofisticadas, como por ejemplo el Bluetooth". Además, Mitjà cree que hay escasez de recursos humanos. "Se ha reforzado el rastreo con 200 personas; solo con que haya 300 posibles contactos infectados tendrían que hacer 10.000 llamadas durante los 14 días de cuarentena, algo imposible para tan poca gente".
Desde el 11 de mayo, se han detectado en España un total de 118 brotes de coronavirus, de los que al menos 67 siguen estando activos. Entre los focos que más preocupan a Sanidad destaca el localizado en la comarca leridana del Segriá que, al parecer, podría tener relación otro foco en Ordizia, en Gipuzkoa. Además, el ministerio se mantiene vigilante ante la evolución en A Mariña, en Lugo y en Belicena, Granada.