La Generalitat de Cataluña ha decidido endurecer las medidas restrictivas para intentar contener el brote de coronavirus que afecta a la comarca del Segrià y, a partir de esta medianoche, impondrá un confinamiento cercano al que regía en lo más crudo de la epidemia en la ciudad de Lleida y en otras siete localidades de la zona -Alcarràs, Serós, Soses, Aitona, La Granja d'Escarp, Massalcoreig, Torres de Segre y las unidades municipales descentralizadas de Sucs y Raimat-, de forma que los casi 160.000 ciudadanos que viven en ellos no deben salir de sus casas salvo para actividades esenciales.
"Estamos tomando medidas excepcionales. En estos municipios hay una incidencia alta de transmisión del virus y debemos actuar lo antes posible para cortar las cadenas de transmisión", ha justificado la consellera de Salud, Alba Vergés, en la rueda de prensa celebrada en la Delegació del Govern en Lleida para anunciar las medidas, en la que también han participado, entre otros, el conseller de Interior, Miquel Buch, y el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo.
Aunque Vergés ha insistido en que las nuevas medidas representan "un paso previo, anterior, al confinamiento total", ha dejado claro que la población debe permanecer en casa y salir solo para ir a trabajar, siempre que no siempre que no sea posible el teletrabajo, y para comprar o realizar otras las actividades "de fuerza mayor, como ir al centro de salud" o acudir a cuidar a personas mayores o niños. E incluso ha instado a dejar otras relaciones sociales "para más adelante".
MEDIA[5622819,V, "Preocupación en Cataluña por los brotes de COVID-19 en L'Hospitalet de Llobregat y la comarca del Segrià"]
Cierre de pistas deportivas en L'Hospitalet
En este último, se ha pasado de cuatro a 37 casos en siete días, con origen en tres o cuatro núcleos familiares, y con contagios en una residencia de ancianos de la zona, donde ocho residentes han dado positivo por Covid-19, aunque son asintomáticos. La "sorpresa", según informa Efe, ha llegado cuando se ha comprobado que cinco de ellos eran "repositivizaciones", es decir, personas que semanas o meses atrás habían dado posoitivo en una prueba PCR, que a los 15 días habían dado negativo y que, ahora, han vuelto a dar positivo.
Por el momento, el Ayuntamiento de L'Hospitalet ha cerrado este domingo pistas deportivas al aire libre para evitar contactos que faciliten la propagación del virus, sobre todo entre los jóvenes que se concentran en ellos para jugar al baloncesto. La alcaldesa, Nuria Marín, ha declarado que en los próximos días se observará el desarrollo del rebrote y, si hay que tomar medidas más severas, "se tomarán, sin problemas".
La alcaldesa ha puntualizado que, en estos momentos, la situación no es aún de contagio comunitario, "pero se trata de evitar que eso pase", y ha indicado que las autoridades sanitarias trabajan para acabar de identificar a todos los afectados por el rebrote, cuya cadena de transmisión estaría, en principio, "controlada"..