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Bulos y desinformación en las protestas #blacklivesmatter

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Las protestas #blacklivesmatter (las vidas negras importan, en inglés) por el homicidio del ciudadano George Floyd se han extendido desde EE.UU. a otros países, como lo ha hecho la desinformación sobre el caso. Recopilamos algunos de los contenidos digitales falsos, descontextualizados, engañosos o conspirativos más virales.

Bulo. El anciano empujado al suelo en Buffalo no es un provocador “Antifa”

Martin Giugino permanece hospitalizado desde que el 4 de junio varios agentes le empujaran al suelo durante las protestas #blacklivesmatter. Un vídeo con más de 82 millones de reproducciones en Twitter muestra la escena -hemos comprobado que se localiza en la plaza Niagara Square, en la ciudad estadounidense de Buffalo-. Giugino se trastabilla tras el impulso, cae y queda tumbado sangrando. Un policía trata de ayudarle y otro se lo impide. Desde el incidente se han sucedido los rumores infundados sobre el caso. Por ejemplo, la cadena One America News (OAN) emitió una pieza con el subtítulo: “El manifestante de Búfalo empujado, un provocador antifa”, situando su entorno en grupos antifascistas. El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha dado vuelo a ese reportaje insinuando en un tuit que la escena es un montaje, que la caída es más fuerte que el empujón y que Gugino, como sugiere OAN, es un provocador que trataba de interceptar las comunicaciones policiales para bloquear su equipo.

No hemos encontrado pruebas de nada de ello. Gugino tiene 75 años y es un voluntario católico. Su comunidad describe su actitud pacífica en estas protestas. Ninguna imagen le muestra en actitud hostil ese día. Por el contrario, lo real es que dos agentes han sido acusados de agresión en segundo grado, informa la Agencia EFE.

Bulo. No hay pruebas de que el gobierno esté dejando ladrillos por las calles para que escale la violencia

Algunos comentarios en redes sociales, como este tuit, afirmaron estos días cosas como “Si vas a protestar hoy no cojas ladrillos!!El gobierno está intentado involucrar a todos, están dejando ladrillos de modo que los ciudadanos puedan cogerlos y utilizarlos como armas así que el gobierno puede poner en marcha la ley marcial. Es un montaje!!!”. Las redes Reddit y 4Chan, donde tradicionalmente se cocinan los rumores en EE.UU., debatieron el asunto.

Un hilo del periodista del equipo de verificación de la NBC Loránd Bodó, cuyos pasos hemos reproducido, mostró que no había pruebas de ello en la primera acusación “No cojas los ladrillos” que se viralizó. Utilizando la herramienta InVid y la búsqueda de imágenes inversa hemos llegado a más material relacionado en redes sociales, y hemos geolocalizado la ubicación de la pila de ladrillos. El archivo de imágenes en Google Maps permite corroborar que en ese lugar había ladrillos ya en diciembre de 2019 y también que un poco más adelante, en esa misma calle, hay unas obras de construcción.

Uno de los vídeos más virales muestra a agentes descargando ladrillos de un coche patrulla en Boston. La policía explicó en varios tuits que se habían retirado de una carretera dañada.

Acusaciones similares referidas a la ciudad de Tixco, en Texas, fueron desmentidas por la agencia AP, y otras relativas a Fayteville, en Carolina del Norte, recibieron el veredicto de “Falso” de la BBC. Craig Silverman hace un desglose de todos los ejemplos encontrados. Algunos de ellos ya no están comprobados porque, como sugiere este especialista en verificación, “ahora que las acusaciones se han expandido por los medios sociales -y han sido amplificadas por la Casa Blanca- es posible que la gente pueda sentirse inspirada y empiece a recopilar y colocar ladrillos”.

Bulo. No hay pruebas de que la violencia social esté coordinada por grupos Antifa

El asunto de los ladrillos fue tratado por La Casa Blanca desde el ángulo completamente contrario. Su cuenta oficial publicó en TwitterFacebook  el siguiente comentario: “Antifa y anarquistas profesionales están invadiendo nuestras comunidades, haciendo montajes con ladrillos y armas para instigar a la violencia. Son actos de terror doméstico. Las víctimas son los protestantes pacíficos, los residentes de estas comunidades y la valiente vigilancia permanente de las fuerzas del orden”. El contenido se acompañaba de un vídeo que recopilaba algunas de las imágenes descritas en el anterior apartado de este texto, y otras https://www.instagram.com/p/CA0MZmepQvw/ ya desmentidas.

Ante las críticas de los periodistas, La Casa Blanca borró los contenidos sin dar explicación, aunque The Intercept ha recuperado las imágenes.

Estos días, tanto Twitter como Facebook han anunciado el cierre de cuentas que pretendían ser de antifas pero no lo eran (lo que se conoce como operaciones de “falsa bandera”). Como ha verificado Reuters , incluían lenguaje ofensivo y anunciaban supuestos ataques en zonas residenciales incluyendo la etiqueta #blacklivesmatter.

La amplitud de las protestas sugiere que el movimiento es amorfo más que centralizado, y las acusaciones por parte de autoridades en el sentido de que hay infiltrados que llegan desde fuera de las ciudades no han mostrado pruebas a los periodistas.

Grupos ProTrump impulsan el argumento de que los antifascistas provocan violencia en el país desde el episodio de Charlottesville. La denominación Antifa tiene connotaciones extremistas y violentas en EE.UU. Trump quiere clasificarlas como organizaciones terroristas.

Como ejemplo, en noviembre de 2017, comentaristas muy asociados a la política de Trump adjudicaron un tiroteo en Texas (murieron 26 personas) a un hombre afiliado a grupos antifa. La periodista Jane Lytvynenko detalló la trayectoria del bulo hasta convertirse en una verdadera teoría conspirativa . Las personas participantes utilizaron contenido falso o antiguo, cuando en realidad el perfil del asesino que dibujaron las autoridades, así como su propia esposa en una entrevista, fue el de un criminal doméstico, no el de alguien motivado por cuestiones ideológicas.

Bulo. El asesinato de Floyd no fue un montaje

La técnica de verificación consistente en recopilar y sincronizar vídeos y audios ha permitido a The New York Times reconstruir los 8 últimos minutos en la vida de George Floyd. Su investigación concluye que en la detención se violaron las políticas del Departamento de Policía de Minneapolis.

Este estudio tan detallado contradice el bulo según el cual la muerte de Floyd fue un montaje. Algunos contenidos en redes sociales siembran dudas sobre las matrículas de los coches de policía y señalan que el policía que le coloca la rodilla en el cuello es en realidad el actor Benjamin Ray Bailey. Pero no lo es, es Derek Chauvin, un policía real que ha sido detenido.

La verificación digital está permitiendo también contrastar el relato inicial de las autoridades sobre cómo se producen los altercados. David McAtee, dueño de un restaurante barbacoa en Louisville, murió de un tiro durante un toque de queda. Según la policía, él disparó primero y ellos contestaron. The New York Times ha sincronizado vídeos de cámaras de seguridad y móviles ciudadanos para mostrar que los agentes dispararon antes bolas de pimienta, algo que podía ser indistinguible de otra munición en ese momento. Si no tienes acceso a The New York Times, NBC ha realizado una investigación parecida en abierto.

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