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¿Qué es la Antifa, el movimiento antifascista que Trump quiere designar "organización terrorista"?

  • El heterogéneo movimiento de izquierda busca desactivar a los grupos fascistas, racistas, neonazis y de extrema derecha

  • No puede hablarse de una organización con líderes, jerarquías o un programa definido

RTVE.es / AGENCIAS
6 min.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha acusado los últimos días a la "Antifa" de estar detrás de los disturbios de las protestas por la muerte de George Floyd, un ciudadano negro en manos de la policía.

El mandatario anunció este domingo su intención de incluirla en la lista de grupos terroristas internacionales, entre los que se encuentran Al-Qaeda, Boko Haram o el ISIS. Pero más que una organización, Antifa es un movimiento poco cohesionado que tiene su germen en la primera mitad del siglo XX. En EE.UU. no ha tomado protagonismo hasta el auge del movimiento ultraconservador Tea Party (2010) y la llegada de Trump a la presidencia (2017).

Un movimiento heterogéneo

La “Antifa” es un movimiento heterogéneo de corte anarquista. No puede hablarse de una organización con líderes, jerarquías o un programa definido. De hecho, se organiza por grupos locales, como el Rose City Antifa de Portland (Oregón), fundado en 2007. Sus objetivos van desde la lucha antisistema a la búsqueda de la justicia social.

El objetivo común de sus partidarios pasa por anular a los grupos fascistas, racistas, neonazis y de extrema derecha reventando sus manifestaciones y evitando que promuevan o exhiban e sus postulados supremacistas, contrarias a las minorías, a las mujeres o a los miembros de la comunidad LGTBIq+.

24 horas - Mark Bray, autor de 'Antifa': "El enemigo de Vox es el movimiento antifascista, por eso lo desacreditan calificándolo como terrorista" - Escuchar ahora

Los orígenes del antifascismo se remontan a las décadas de 1920 y 1930, con la lucha contra el fascismo italiano de Benito Mussolini, el nazismo de Adolf Hitler y el franquismo antes, durante y después de la Guerra Civil española, según los académicos. En Estados Unidos, pueden entroncar con las luchas antirracistas de la segunda mitad del siglo XIX, pero el movimiento al que señala Trump y sus seguidores como "alt-left" o extrema izquierda ha tomado protagonismo durante el siglo XXI.

Mark Bray, historiador y autor de Antifa, en una entrevista en 24 horas de Radio Nacional, ha definido el movimiento antifascista como "una política de autodefensa contra la extrema derecha" que "puede o no ser violenta": "En Estados Unidos hay mucha rabia por las matanzas contra la gente negra. Alguna puede ser de grupos antifa, pero es una rebelión mucho más grande".

Occupy Wall Street, 2011: parte del movimiento ciudadano contra la desigualdad

“No veo ninguna indicación de que haya grupos de supremacía blanca mezclados. Esta es una organización ANTIFA. Parece que la primera vez que lo vimos de manera importante fue Occupy Wall Street. Es la misma mentalidad", afirmaba Trump en su cuenta de Twitter el 1 de junio, señalando al movimiento y exculpando a la extrema derecha por los disturbios en las protestas raciales por la muerte de Floyd.

Como apunta el mandatario, la Antifa ganó algo de notoriedad por su participación en el movimiento ciudadano "Occupy Wall Street", que en 2011 acampó en el Zucotti Park de Nueva York para protestar pacíficamente contra la desigualdad económica.

La policía de Nueva York ha detenido a más de 700 manifestantes del movimiento "Ocupemos Wall Street" tras ocupar el puente de Brooklyn. Protestaban contra la inyección de dinero público para proteger a la banca de Estados Unidos. El puente de Brooklyn era el enclave fijado como fin de la marcha. Unas 1.500 personas habían partido del distrito financiero de Nueva York, donde desde hace dos semanas acampan en protesta por la ayuda pública a los bancos. La autorización sólo les permitía ir por la zona de peatones.

Según Bray, que también fue activista en "Occupy Wall Street", se denomina "autodefensa preventiva" a la táctica de usar la violencia contra los fascistas antes de que ellos sean violentos y lleguen a agredir a los colectivos minoritarios. Especialmente a partir de 2017, con Donald Trump en la Casa Blanca, se ha puesto en práctica esta filosofía ante las demostraciones de fuerza de la ultraderecha.

Berkeley, 2017: disturbios en la conferencia del autor de una web racista

Los disturbios en la universidad californiana de Berkeley obligaron a cancelar la conferencia prevista del editor de una web racista y de extrema derecha en febrero de 2017. Cientos de estudiantes (1.500, según la propia universidad) se concentraron para protestar contra la presencia en el campus de Milo Yiannopoulos, director de la web supremacista blanca Breitbart News.

En su momento, la demócrata Nancy Pelosi, actual Presidenta de la Cámara de Representantes, condenó las protestas. "Nuestra democracia no tiene espacio para incitar a la violencia o poner en peligro al público, sin importar la ideología de los que cometen tales actos. Las acciones violentas de personas que se llaman a sí mismas antifa en Berkeley este fin de semana merecen una condena inequívoca, y los autores deben ser arrestados y procesados", afirmó en un comunicado.

Disturbios en la universidad californiana de Berkeley contra el director de una web supremacista blanca

Charlottesville, 2017: contra supremacistas, neonazis y Ku Klux Klan

Una de las más sonadas es la contramanifestación de agosto de 2017 ante una marcha de supremacistas y neonazis en Charlottesville (Virginia).

Ese día se produjeron altercados violentos entre ambos bandos. Un supremacista mató a una mujer y causó una veintena de heridos al arrollar con su vehículo a un grupo de contramanifestantes.

Tres muertos y decenas de heridos en Virginia

Tras los acontecimientos de Charlottesville, el lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky, una de las voces académicas más reconocidas de la izquierda de EE.UU., se refirió a los antifascistas como "un gran regalo para la derecha".

Pese a la mayor fuerza que ha venido cobrando, otros académicos, como Todd Gitlin, profesor de Periodismo y Sociología de la Universidad de Columbia, la Antifa sigue siendo un fenómeno "relativamente pequeño" desde el punto de vista de la historia del antifascismo y de la actual "resistencia" contra el "Trumpismo".

"La palabra terrorista es una forma drástica de deslegitimar la política de un enemigo y el movimiento antifascista es su enemigo [de Trump] más importante. Es una forma de cambiar la perspectiva: de un movimiento que lucha contra el fascismo a calificarlos como terroristas", ha apuntado Mark Bray también en RNE.

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