El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el último mandatario en pronunciarse sobre el coronavirus. El dirigente ha convocado una rueda de prensa ante los medios norteamericanos en la que ha intentado de todas las maneras posibles reducir el histerismo por el COVID-19, que en los últimos días se ha propagado en otros países como Corea del Sur, Irán o Italia. "La gripe mata a 69.000 personas cada año en nuestro país".
Para rebajar la tensión, Trump ha decidido nombrar a su vicepresidente, Mike Pence, como el coordinador del equipo de respuesta ante la enfermedad. Esta intervención al parecer no ha chocado con el trabajo de Alex Azar, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, quien ha agradecido la incorporación de Pence al grupo. Azar, por su parte, continuará coordinando las fuerzas especiales que luchan contra el coronavirus.
"El riesgo para los americanos se mantiene bajo", ha mantenido el presidente. "Tenemos a los mejores expertos, de hecho de todo el mundo, aquí mismo. Estamos listo para adaptarnos y estamos preparados para hacer lo que sea necesario para detener la propagación del virus, si es que lo hace".
Sin embargo, el resto de especialistas que lo acompañaban han ofrecido una visión algo más realista del problema. Ha sido el caso de la doctora Anne Schuchat, subdirectora principal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. "Nuestra agresiva estrategia de contención aquí en Estados Unidos ha estado funcionando y es responsable del bajo nivel de casos que tenemos. Sin embargo, aún esperamos que haya más casos".
De hecho, la institución ha confirmado un nuevo caso en el país, el número 60. Al parecer, igual que ha ocurrido en nuestro país con el paciente de Sevilla, se trata de un nuevo positivo de carácter local, pues la persona no ha viajado a ninguno de los países donde el brote se ha hecho presente.
Prohibición de vuelos a otros países, una posibilidad sobre la mesa
Trump defendió días atrás que presentaría a la Cámara de Representantes una propuesta para destinar 2.500 millones de dólares para contener el virus, incluyendo 1.000 millones únicamente para vacunas. En el caso de que el Congreso apruebe cualquier financiación, "la cogerán".
Según el presidente, el país gastará "lo que sea necesario" para combatir la enfermedad, en clara alusión a Nancy Pelosi, que en su momento tachó ese planteamiento como "completamente inadecuado". Para el republicano, no es más que una estrategia para conseguir cierto avance político y electoral por parte de la líder demócrata, pero lo único que está consiguiendo es que aumente el pánico entre los ciudadanos.
Por el momento, el país mantiene restringidos los vuelos hacia China. Sin embargo, aunque ahora mismo esa posibilidad no esté sobre la mesa, el Gobierno estadounidense podría plantearse también limitar los desplazamientos a naciones como Italia o Corea del Sur, pero ahora mismo "no es el momento adecuado".
Mientras tanto, fuentes militares han confirmado el aplazamiento de forma indefinida de los ejercicios que iban a realizar de forma conjunta Estados Unidos y Corea del Sur. Además, horas después a la intervención del presidente, el Departamento de Estado norteamericano ha elevado la alerta al nivel 3 con respecto a este país, que urge a replantear a los ciudadanos sus posibles visitas al país asiático.
Sobre las medidas tomadas por otras regiones, Trump ha querido dejar claro que es "el presidente de Estados Unidos, no de otros. Respeto lo que haga el resto, pero soy el responsable de lo que ocurra aquí".
La situación en los mercados, afectada también por el virus
Sobre una posible vacuna, el equipo del presidente ha confirmado que ahora mismo están trabajando en varias candidatas y prototipos. Lo más pronto que podrían tener un medicamento efectivo no será hasta dentro de tres meses, dos con suerte. A partir de entonces, deberán probarla primero en grupos de 40 o 45 personas, para pasar después a 100 o 1.000 y así comprobar su eficacia.
En cuanto a lo que pueden hacer los ciudadanos, el presidente ha confirmado que han aumentado los abastecimientos del material sanitario adecuado para ocasiones como estas: trajes, mascarillas, insecticidas, etc. Todo ello, no obstante, para prepararse para el peor escenario. Y para aquellos ciudadanos que tenían planeado viajar fuera en los próximos meses, ha querido restarle importancia a la crisis pues "todo esto terminará antes o después".
Durante el encuentro con los periodistas, Trump también ha tenido tiempo para referirse al estado de los mercados. Para el presidente, la economía ha estado fluctuando en los últimos días, también a nivel mundial, por las últimas noticias sobre el virus, pero también por el panorama presidencial que comienza a dibujarse, especialmente con los candidatos demócratas, que celebrarán este sábado las primarias de Carolina del Sur tras el último debate electoral previo al Súper Martes.