La suya ha sido una carrera meteórica. En apenas seis años, los componentes del grupo Måneskin han pasado de tocar en las calles, cargando sus instrumentos y tratando de atraer el interés de los viandantes, a ganar dos de los festivales más prestigiosos a nivel mundial, San Remo y Eurovisión. Recuerdan con nostalgia aquellos días en la Vía del Corso de Roma, la ciudad natal de los cuatro músicos.
"Estar en las calles nos ha enseñado mucho de este oficio. Para nosotros, subirse a un escenario tiene mucho que ver con aquella experiencia", cuenta Damiano David, el vocalista del grupo y nuevo icono de moda.
Son muy jóvenes: 20 años tiene Victoria De Angelis, la bajista, y el mayor, Damiano, ha cumplido 22. Se conocieron en la escuela. Victoria y Thomas Raggi (guitarra) buscaban formar un grupo. Ella había estado en uno anterior con el actual líder de la banda, pero lo dejaron porque a ella le parecía demasiado "pop", y buscaba un perfil más "rockero". Poco después le dieron una segunda oportunidad y, a través de Facebook, completaron la formación con Ethan Torchio , el batería.
Era el año 2015, y ellos, unos críos. Måneskin es una palabra danesa que significa "luz de luna" y se le ocurrió a Victoria, con ascendencia del país nórdico.
En redes siempre han sido muy activos. Todavía podemos encontrar un vídeo de la bajista, con 8 años, rasgando una guitarra eléctrica con los acordes de "Smoke and the water", un clásico de Deep Purple que todo principiante aprende a puntear si quiere sumergirse en el mundo del rock.
El éxito les llegó en 2017 tras su participación en un concurso televisivo de talentos, X Factor. Semana tras semana se iban eliminando concursantes y ahí estaban ellos, con su rock desenfadado y espontáneo. Quedaron segundos pero, ¿quién se acuerda de los ganadores? Fueron los 4 componentes de los Måneskin los que se metieron al público en el bolsillo.
A principios de este año participaron en la 71ª edición de San Remo, el festival más longevo de Europa que inspiró a los creadores de Eurovisión. La RAI, la televisión pública italiana, explota el concurso durante varios días, no en vano le da audiencias de hasta un 60%. Y esta vez sí, ganaron los Måneskin con la canción "Zitti e buoni" (callados y buenos). Este triunfo les dio el pasaporte a Róterdam para representar a Italia en el Festival de Eurovisión.
Con la misma canción hicieron doblete. "Ha sido una experiencia increíble, sobre todo porque había mucha complicidad con los otros concursantes. Hemos participado países de diversas culturas y ha sido algo muy bello", resume Damiano su experiencia eurovisiva.
Y eso a pesar del episodio bautizado como "cocainagate". Esa imagen que ha dado la vuelta al mundo en la que se le ve agachado, con el rostro pegado a la mesa que tiene delante y que algunos interpretaron como si estuviera esnifando cocaína. "Me ha molestado mucho sobre todo por el ataque personal", confiesa el cantante. No se cansa de repetir que no se droga, que ya se sometió a un test, que dio negativo, y espera que no se hable más del asunto.
Victoria, Thomas, Ethan y Damiano tratan ahora de digerir el éxito. "Es como si estuviéramos en un sueño, no lo esperábamos. Estamos muy contentos, felicísimos", dice la benjamina. Ethan añade: "Al fin y al cabo, sólo somos cuatro amigos a los que les gusta hacer música juntos".
Cuatro amigos que intentan mantener los pies en la tierra, a pesar de que el número de fans ha crecido como la espuma. En Roma casi no se dejan ver para evitar aglomeraciones ya que les preocupa el coronavirus.
Tras ganar la 65ª edición del certamen europeo, están inmersos en su nuevo trabajo discográfico y la campaña de promoción. Tienen programados conciertos a partir del mes de diciembre y ya está casi todo reservado. Entre sus planes, también está emprender una gira europea que les traerá, sin duda, a España.
“Para ganar Eurovisión hay que ser auténticos“
Se han traído a Italia el tercer micrófono de cristal, una gesta que se resistía desde hacía 31 años. Más tiempo hace de la última victoria de España, con Salomé y su "Vivo cantando" en 1969. "Para ganar Eurovisión hay que ser auténticos, no necesariamente adecuarse al contexto", aconsejan. Eso es lo que les ha valido a ellos, porque los Måneskin son, sobre todo, auténticos.