Choca verla sin su habitual melena rubia. Para gustos, los colores, nunca mejor dicho. Lo que es indiscutible es su éxito. La actriz de Ester Expósito se ha llevado el Premio Joven Talento de los MiM Series en la octava edición del certamen, retransmitido en directo en RTVE Digital. Los organizadores han tenido en cuenta su "carrera meteórica, que ha llegado acompañada de un reconocimiento sin igual en las redes sociales, que la han aupado como una de las jóvenes más influyentes de nuestro país".
No es para menos, la bautizada 'actriz de moda' acumula ya más de veintiséis millones y medio de seguidores en su cuenta de Instagram, aunque ella asegura que solo usa las redes sociales como herramienta de trabajo. "No lo utilizo como algo personal o algo en lo que muestro mi día a día o mi vida personal íntima. Soy bastante reservada para eso", afirma en una entrevista exclusiva con RTVE Digital, aunque alguna vez la hemos visto divertise con amigos o incluso compartir una imagen junto a su chico, el actor Alejandro Speitzer.
Recoge el premio con un vestido lencero de Dolce&Gabbana y joyas de Bulgari. Su armario es envidiable y cada uno de sus looks son analizados en las redes sociales y en las revistas y webs de moda. A estas alturas, ¿quién no conoce el nombre de Ester Expósito?. Todo lo que publica se vuelve viral, como el vídeo que compartió durante la cuarentena en el que aparece bailando reguetón. Casi 90 millones de reproducciones que llegaron a abrumar a la actriz: "El tipo de cosas que me hace ilusión que se hagan virales son trabajos en los que sí que he estado, que también los ha visto muchísima gente, que ha sido precioso y lo agradezco un montón", señala y aprovecha para agradecer el apoyo que recibe a diario por parte de sus seguidores porque es "una gran suerte".
Corren tiempos difíciles para todos, incluida Ester Expósito, que recibe este premio como una motivación más para seguir entregándose a su carrera de actriz. "Nos rodean todo el rato malas noticias y es verdad que cuesta un poco mantener el ánimo y el optimismo. A nivel personal y profesional me ha dado un subidón de energía y alegría", reconoce ilusionada.
Desde que era una niña ya sabía cuál era su vocación. "Desde que tenía 4 años y sabía hablar, quería ser actriz, lo tenía clarísimo. Es a lo único que me he querido dedicar en toda mi vida", confiesa. Su familia jugó un papel muy importante: "Mis padres supieron hacerme esperar un poco, me apoyaban pero no querían que de niña empezara a trabajar, porque creían que no era la infancia que yo debía tener y, a día de hoy, se lo agradezco porque tuve una infancia muy tranquila y muy feliz".
El camino no ha sido fácil, la intérprete asegura que la paciencia ha sido fundamental en su vida a la hora de compaginar los estudios con su trabajo y formación como actriz. "Quería terminar por lo menos bachillerato. Eso me supuso muchos nervios y ansiedad. No me gustaba el instituto, ninguna asignatura me motivaba. Yo quería ya estar trabajando, estar enfocada completamente en lo mío, pero tenía que compaginar", apunta. Sin ninguna duda, sus esfuerzos han merecido la pena. En los últimos meses, Ester Expósito ha protagonizado la portada de la revista Elle y ha debutado en el Festival de Cine de Venecia, donde eclipsó en su paso por la alfombra roja al resto de invitados con un espectacular vestido blanco.
Su meteórico ascenso a la fama le ha cambiado la vida por completo. "Ha sido todo un torbellino y, obviamente, ha habido momentos no tan buenos que luego esos no se ven, porque en mis redes sociales no voy a estar llorando", reconoce. "Al final, el resumen y la conclusión que saco es absolutamente positiva, no solo profesionalmente, sino como persona", añade.
La actriz está cumpliendo un sueño, "no me puedo quejar", pero su increíble fama repentina por sus últimos trabajos, como Élite, y tanta exposición mediática le han afectado a su vida personal. Ester Expósito confiesa que está tratando de mejorar los problemas de ansiedad que padece desde la adolescencia. "Yo con la ansiedad he convivido casi siempre porque soy una persona super racional, super mental, me cuesta mucho relajarme y dejarme llevar. Con este trabajo y lo que me ha pasado, ese boom que ha habido tan drástico, sí que es verdad que no ayuda", señala. En cuanto a las críticas que no son constructivas, ha aprendio a no prestarles atención. "El hate cada vez me importa menos. Al final lo veo y no me lo tomo como algo personal. Tiene más que ver con la persona que hace el hate que con la persona a la que va dirigido", sentencia.
Esto no ha echo más que empezar y ella lo sabe. A la joven intérprete todavía le queda mucho camino por recorrer y habla emocionada sobre sus futuros proyectos profesionales. "Estoy muy agradecida a la vida de que yo ahora mismo pueda estar viviendo esto y tener unos proyectos tan importantes e interesantes", señala. La actriz ya se puede permitir el lujo de rechazar algunos trabajos y elegir los que más le convenzan. "Estoy seleccionando muy bien proyectos que me motiven, que me ilusionen, personajes que me supongan un reto y que me lleven a un lugar diferente o que me puedan aportar algo nuevo", cuenta. Uno de sus miedos es encasillarse y lanza una petición: "Creo que hay que sacudir un poco a la industria y mezclar un poco. Que se innove, que se juegue, que se vaya cambiando de caras para que no siempre hagan los mismos lo mismo".
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