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Charlène de Mónaco responde a las críticas por su atrevido corte de pelo y zanja los rumores sobre su matrimonio

RTVE
4 min.

Desde que Estefanía ya no es la princesa rebelde, apenas llegaban noticias jugosas del Principado de Mónaco, más allá de las elegantes historias sobre Carolina y Carlota, iconos de moda y estilo. Pero Charlène, la esposa del príncipe Alberto, parece resistirse a ser una mujer florero y está dispuesta a cambiar su destino, tener una voz propia y tomar sus decisiones. A todos ha sorprendido el cambio de look radical. En diciembre de 2020 acaparó cientos de portadas y titulares por haberse rapado una parte del craneo y lucir un peinado entre punk y mohicano.

Charlène de Mónaco apreció con este cambio de look en un acto benéfico.

Una decisión drástica que algunos interpretaron como una llamada de atención y otros, más osados, como un desequilibrio mental. Se llegó a hablar incluso de crisis matrimonial y de distanciamiento entre la pareja, y por eso Charlène ha salido al paso de los rumores y se muestra tajante. Se cortó el pelo porque quiso y con su marido todo marcha sobre ruedas. “Parece que mi corte de pelo provocó todo tipo de comentarios. Pero fue lo que llevaba tiempo deseando. Me gusta el estilo, eso es todo", dice en la entrevista publicada por Point de Vu esta misma semana. Charlene dice también que su nuevo look sorprendió también en casa y que a sus hijos les gustó desde el principio. "A Jacques y Gabriella les encanta ver a su mamá con su nueva imagen", y añade que, una vez pasado el primer efecto de sorpresa, el príncipe "me comprende y le gusta también".

Charlène de Mónaco: "Pero fue lo que llevaba tiempo deseando. Me gusta el estilo, eso es todo"

Charlène está acostumbrada a cambiar de estilo con regularidad desde que se casó con el príncipe Alberto II de Mónaco. Fue en julio de 2011. Desde entonces, la exnadadora olímpica se mantiene fiel a sus principios e ideales. No ha querido renunciar a ellos por ser princesa. "Probablemente yo sea, de todos los miembros de las familias reales, la que más veces ha cambiado de peinado, y continuaré haciéndolo porque es mi elección. Además, estamos en 2021 y en un momento tan difícil que hay temas mucho más importantes a los que prestar atención".

Posado de Alberto y Charlène de Mónaco con sus hijos.

Es joven y moderna, huye del encorsetamiento de palacio y adora la moda y los diseñadores franceses la adoran a ella. Tiene un cuerpo fabuloso y defiende con soltura los vestidos de alta costura de firmas como Chanel o Dior, casa que la viste ahora en el reportaje, que se hizo antes del cambio de imagen de Charlène. La princesa lleva el modelo 'Mise', lanzado en 2014, y su hija, como ya es habitual, viste de la misma firma que ella. 'En él se la ve radiante con su corte bob, un tanto parecido al icónico peinado de Anna Wintour, la jefa de Vogue USA.

Alberto y Charlène en la portada de Point de vu.

La imagen es la fotografía oficial, hecha por Eric Mathon, el fotógrafo oficial de los Grimaldi. Se vende como souvenir y los beneficios se destinarán a las fundaciones solidarias que presiden Alberto y Charlène. Con esta imagen de familia feliz y unida se quiere dejar claro que no hay crisis. Pero la princesa lo remarca con sus palabras. "Cuando mi marido tiene problemas, me los cuenta, y le suelo decir que ‘no importa el qué, estoy contigo al mil por cien, estaré a tu lado hagas lo que hagas, en los buenos momentos y en los malos". Y recuerda cómo Alberto le tendió la mano cuando llegó a palacio. "Aprendí escuchando, observando, pero fuiste especialmente tú el que me ayudaste, el que me enseñaste el camino".

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