En esta ocasión las quinielas no han acertado y los rumores no han dado en la diana. Desde que Clare Waight Keller saliera de la casa Givenchy, en abril de 2020, se han dado muchos nombres para sucederla en la dirección creativa pero ninguno, que sepamos, era el de Matthew M. Williams. Tiene 34 años y firma propia. Se llama 1017 ALYX 9SM "Me siento extremadamente honrado de unirme a Givenchy. La posición única de la firma y su eterno aura la convierten en un icono innegable y tengo muchas ganas de trabajar con su equipo y su taller para avanzar hacia una nueva era basada en la modernidad y la inclusividad".
Con este nombramiento queda claro que la firma francesa, en manos del conglomerado de lujo LVMH, se centrará en la ropa urbana y deportiva, códigos que domina el nuevo creativo. "Creo que su singular visión de la modernidad será una gran oportunidad para que Givenchy escriba un nuevo capítulo con fuerza y éxito", dice Sidney Toledano, presidente y director ejecutivo de LVMH, en un comunicado.
Sus prendas conectan con el potente minimalismo noventero de Jil Sander, Martin Margiela y Helmut Lang pero son muy vanguardistas tanto por las referencias estéticas y artísticas, sobre todo del mundo de la música, como por su apuesta por el reciclado de tejidos y la sostenibilidad. "Hay mucho desperdicio dentro de la industria de la moda y con este paso que he dado quiero cambiarlo", decía cuando lanzó su firma en 2015.
La primera colección para Givenchy se verá, dicen, en octubre, durante la Semana de la Moda de París. Y la expectación es máxima. "Estoy agradecido al grupo de LVMH por confiarme la oportunidad de cumplir mi sueño de toda la vida", dice Williams en el comunicado. "En estos tiempos sin precedentes para el mundo quiero enviar un mensaje de esperanza, y tengo la intención de contribuir a un cambio positivo".
Sus palabras son importantes porque el sector atraviesa un momento delicado, marcado por la crisis internacional que ha teñido el planeta de incertidumbre y por los cambios que están ya sobre la mesa y que determinarán los próximos ritmos de presentaciones y de producción y venta, como han avanzado Gucci y Giorgio Armani.
Williams, vegetariano y adicto a los tatuajes, nació el 17 de octubre de 1985 en Chicago, pero se crió en California (EE. UU.). Estudió en la Universidad en Pismo Beach (Santa Bárbara) pero abandonó cuando acabó el primer trimestre. Fue jugador de fútbol de la NCAA, rompió platos como DJ, fue novio de Lady Gaga (en un parentesis de su relación con Jennifer, la que hoy es su esposa) y es amigo de Kanye West.
En Donda, la firma del marido de Kim Kardashian, trabajó codo con codo con otro de sus colegas, Virgil Abloh. Ha firmado colaboraciones con Moncler, Stüssy, Vans, Dior (de la mano de Kim Jones) y Nike, quizá la más mediática. En 2015 lanzó Alyx y en 2016 ya era finalista del Premio LVMH de jóvenes diseñadores. Se asoció con el italiano Luca Benini y se trasladó a Italia para estar cerca de él y de las fábricas que producen sus prendas. Ha vivido con su mujer y sus dos hijas en Ferrara, cerca de Bolonia, pero ahora el escenario de su vida y trabajo será París.
Desde allí, el poderoso epicentro de la moda, se espera que dé una nueva vida a esta mítica casa, que empezó a andar en 1952 con Hubert de Givenchy y desde 1988 está en manos de LVMH. El modista se retiró en 1995 y nombran a John Galliano para tomar el relevo. Un año después le sucede Alexander McQueen, y después vendrán Julien McDonald, Ozwald Boateng, Riccardo Tisci y Clare Waight Keller. Ahora los míticos salones de la casa vuelven a cambiar de director y de estilo. Otro giro drástico en la moda. Como el que hizo Louis Vuitton con Virgil Abloh, designándolo director creativo en 2018, y antes Balenciaga, con Denma Gvsalia, que fue su director creativo de 2015 a 2019.