Noticias
Análisis | EE.UU.

El dilema del Partido Republicano ante el duelo Haley-Trump en la carrera a la Casa Blanca

  • Su victoria en Nuevo Hampshire demuestra el férreo control que tiene Trump sobre la base de extrema derecha del partido

  • Las primarias de este estado eran la mejor oportunidad para Haley para frenar la rápida carrera del expresidente

LAURA GÓMEZ DÍAZ
8 min.

El expresidente Donald Trump se ha convertido en el primer candidato presidencial en la historia del Partido Republicano que -sin ser titular de la Casa Blanca- gana las dos primeras citas del proceso de primarias en Estados Unidos, después de derrotar en Nuevo Hampshire a la exembajadora de la ONU, Nikki Haley, poco más de una semana después de aplastarla a ella y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, en Iowa.

Su margen de victoria de 11 puntos porcentuales en Nuevo Hampshire, un estado con votantes mayoritariamente moderados, ha demostrado el férreo control que tiene Trump sobre la base de extrema derecha del partido y el dilema en toda la formación, pero su única rival no ha querido abandonar la carrera y seguirá peleando por la candidatura republicana a pesar de tenerlo complicado.

“Los resultados pueden ser interpretados de dos formas. Hay gente que cree que Trump es el candidato inevitable del Partido Republicano. Por otro lado, Nikki Haley está demostrando que es una candidata viable entre los independientes y puede tener una aceptación nacional mayor”, afirma a RTVE.es la profesora de la Universidad de Oxford especializada en la historia y política de Estados Unidos, Laura Smith.

El catedrático del Instituto Franklin-Universidad Alcalá de Henares, José Antonio Gurpegui, señala que la victoria de Trump “ha dejado claro que es el líder” del Partido Republicano. “Comienza un nuevo partido en el que ya solo hay dos contendientes, pero sigo pensando que hay partido”, admite.

La victoria de Trump en Nuevo Hampshire: muy sólida, pero sin barrer

El magnate neoyorquino logró más del 50% de los votos en Nuevo Hampshire, un margen de victoria menor que el que cosechó en las primarias de 2016, cuando ganó con una ventaja de alrededor de 20 puntos porcentuales.

Las primarias de este martes eran la mejor oportunidad para Haley para frenar la rápida carrera de Trump hacia la nominación presidencial republicana. La exgobernadora de Carolina del Sur ha gastado decenas de millones de dólares en el estado y ha contado con el apoyo de su gobernador, pero no ha conseguido los votos necesarios para lograr la victoria.

“Lo interesante del resultado de Nuevo Hampshire es que Trump no ha barrido”, recalca Gurpegui. “Creo que Nikki Haley derrotaría a Biden, aglutinaría el voto republicano. Trump también tiene a muchos detractores en Estados Unidos y Haley no tiene ese rechazo tan importante”, añade.

Trump gana a Haley en las primarias de New Hampshire

Pero hay quien considera que el triunfo de Trump "no se ha quedado corto", como señala el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Burgos, Juan Tovar. “Era uno de los estados más complicados para Donald Trump. Esta victoria ejemplifica que su candidatura es bastante fuerte”, subraya el profesor, quien opina que las posibilidades de Haley de ser candidata son “muy remotas”.

Control parcial del Partido Republicano

Con cada votación -como muestran las encuestas publicadas desde hace varios meses- cada vez parece más claro que el Partido Republicano es un partido que ha ido tomando forma a imagen y semejanza de Donald Trump. La lealtad de sus bases es inquebrantable, incluso a pesar de sus escándalos legales y políticos.

Mientras Trump se preparaba para anunciar su candidatura a la Presidencia en noviembre de 2022, algunos de sus asesores intentaron frenarle para que evitara hacerlo tan pronto, justo después de los decepcionantes resultados en las elecciones de medio mandato, en las que el Partido Republicano obtuvo un resultado peor de lo esperado. Muchos miembros de su formación culparon al expresidente de ese fracaso, y lo vincularon al registro realizado por el FBI de su mansión en Mar-a-Lago para buscar documentos oficiales y al hecho de que estuviera sometido a investigaciones por diferentes delitos. Sin embargo, el expresidente ha transformado las acusaciones dirigidas contra él en un grito de guerra para avanzar en su campaña electoral.

Los analistas coinciden en que la impresión es que Trump tiene un control casi total del Partido Republicano y que “una gran parte” de la formación “está en manos” del magnate, según señala la profesora de Relaciones Internacionales de la IE University, Alana Moceri. 

Sin embargo, subraya que “un 35% de los seguidores muy fieles de Trump dicen que si es condenado de uno de los delitos federales, no debería ser el candidato”. “La estrategia de Trump es ser el candidato antes de que empiecen los juicios”, asegura.

El expresidente se enfrenta a cuatro juicios en 2024, en los que tendrá que responder de cargos penales relacionados con su supuesta interferencia en los resultados de las elecciones de 2020 o su papel en el asalto al Capitolio, pero sus abogados están consiguiendo aplazar la celebración de estos procesos judiciales. Estos retrasos son una pieza fundamental de la estrategia legal y de campaña de Trump, que busca proteger su carrera hacia la nominación republicana y evitar ser condenado antes de noviembre, cuando se celebran las presidenciales.

“No está claro qué pasaría si es condenado a prisión en uno de los juicios. Es posible ser candidato incluso si has sido condenado en un juicio”, aclara Smith. “La lentitud del sistema judicial y el hecho de que sus abogados estén buscando aplazamiento tras aplazamiento, juegan a favor de Trump”, añade.

El Supermartes, clave para que Trump demuestre su “invencibilidad”

La contienda para seleccionar al candidato republicano a la Casa Blanca se traslada ahora a Carolina del Sur, donde se celebran las próximas primarias y donde Haley se enfrenta a una batalla cuesta arriba, ya que Trump ha liderado las encuestas en el estado natal de su rival con más de 30 puntos de diferencia durante meses.

“Nuevo Hampshire es el primero en el país, no es el último”, afirmó Haley tras la victoria de Trump. “Esta carrera está lejos de terminar, quedan decenas de estados por recorrer y el próximo es mi dulce estado de Carolina del Sur”, añadió.

Una derrota de Haley en Carolina del Sur sería devastadora para la única rival de Trump y le dificultaría llegar al Supermartes, cuando tienen lugar las primarias en 16 estados, y continuar el resto de la carrera hacia la nominación republicana.

“Si resiste hasta el Supermartes, será porque ha ganado Carolina del Sur”, indica Smith. “El Supermartes es una montaña empinada que Haley tiene que escalar. Tendría que demostrar que tiene un potencial como candidata a nivel nacional. Si no gana su estado puede ser el final para ella. Para cualquier candidato, no ganar su estado natal es una sentencia de muerte políticamente”, asevera.

A juicio de Tovar, para que Haley sobreviva al Supermartes, “tendría que haber algún tipo de suceso inesperado, algo realmente gordo”. “Pienso que no se va a producir. Lo más probable es que Trump sea el candidato con mucha diferencia”, opina.

Ron DeSantis, el fracaso del trumpismo sin Trump

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, puso fin a su campaña a la nominación republicana dos días antes de las primarias de Nuevo Hampshire y mostró su apoyo a Trump, después de no lograr convertirse en un rival lo suficientemente fuerte en carrera hacia la Casa Blanca para competir con el magnate neoyorquino.

A principios de 2023, DeSantis era considerado uno de los principales contendientes presidenciales y el futuro heredero de Trump debido a sus opiniones profundamente conservadoras. 

De Santis abandona las primarias republicanas

A lo largo de los meses, su apoyo ha ido disminuyendo a causa de una mala estrategia de campaña y a la atracción que siente gran parte de la base del partido por Trump. Más del 70% de los republicanos apoya al expresidente, según la mayoría de las encuestas, y eso llevó a DeSantis a intentar captar a los votantes admiradores de Trump, así como a aquellos a los que no les agrada el magnate. Pero fracasó en ambos casos.

“DeSantis era un hombre que más o menos representaba lo mismo que Trump. Era más trumpismo, pero sin Donald Trump, pero parece que la gente prefiere el original a la fotocopia”, asegura Gurpegui.

Para Tovar, la principal razón del fracaso del gobernador de Florida en las primarias es que “se ha presentado demasiado pronto”. “Su campaña ha tenido muchos fallos, el candidato no tiene demasiado carisma. Tendría que haber esperado a las siguientes elecciones”, añade.

Con la retirada de DeSantis, Nikki Haley ha logrado lo que deseaba, que la carrera pase a ser un 'cara a cara' con Trump. Y esto se le puede complicar si no gana en las primarias de su estado natal, Carolina del Sur el próximo 24 de febrero. Una cita electoral que podría ayudar decidir de forma definitiva quién será el candidato republicano en las presidenciales de noviembre.

Noticias

Televisión

Radio

Deportes

Infantil

A la Carta

Playz