EH Bildu ha roto su techo electoral en las elecciones municipales del 28M al recabar más de 366.000 votos, un 5,4% más que en los comicios de 2019 y por encima de cualquier otra convocatoria electoral desde la creación de la coalición abertzale, hace ya una década. Un respaldo que le permite hacerse con 1.399 concejalías, superando así al Partido Nacionalista Vasco, su principal rival político, y situarse como la primera fuerza en 37 municipios navarros y 104 vascos, incluido Vitoria-Gasteiz, la capital de facto de Euskadi.
Ni siquiera la controversia sobre la presencia en sus listas de candidatos condenados por sus vínculos con ETA -siete de ellos con delitos de sangre, que posteriormente renunciaron-, que trascendió al ámbito nacional y marcó la primera semana de la campaña electoral, ha frenado un impulso que pone en cuestión la hegemonía del PNV en el nacionalismo vasco, a poco más de un año de las elecciones autonómicas en Euskadi.
Y es que el PNV se ha dejado más de 80.000 votos respecto a las elecciones de 2019 en el País Vasco, lo que representa una caída del 20%, y ni siquiera sumando los más de 19.000 que ha obtenido Geroa Bai, la coalición que integra en Navarra, alcanza la suma total de la formación abertzale, que se convierte en la séptima fuerza más votada de toda España, la sexta por número de concejales.
De ahí la euforia que mostraba este domingo su coordinador general, Arnaldo Otegi, al hablar de una "noche mágica" y del inicio de "un nuevo ciclo" gracias a los mejores resultados en la historia de la coalición, que la colocan como "la primera fuerza política en toda Euskal Herria". Con todo, si la cuenta se circunscribe al País Vasco, el PNV sigue aún por delante, con 322.347 votos por los 297.068 de la formación abertzale.
Crecimiento municipal y triunfo en Vitoria
La crecida de EH Bildu se traduce, en primer lugar, en un significativo incremento de su poder municipal. En el País Vasco ha sumado 1.050 concejales, 120 más que en los comicios de 2019, mientras que el PNV se ha quedado en 981 ediles. Además, se ha asegurado la alcaldía de 21 municipios y es la fuerza más votada en otros 83, incluyendo Durango, Tolosa, Llodio, Pasaia o Gernika-Lumo.
También gana en Vitoria-Gasteiz, la capital vasca con menor arraigo del nacionalismo, un triunfo histórico a pesar de que el gobierno municipal se decidirá en los pactos poselectorales. La capital alavesa era una de las 36 localidades en las que Bildu había incluido a candidatos condenados por su vinculación con ETA -el exdirigente de Batasuna Hasier Arraiz Barbadillo ocupa el puesto 27 en su lista-, pero la controversia no ha tenido ningún efecto palpable. Más bien al contrario: la formación abertzale, para la que Vox y algunos miembros del PP han pedido la ilegalización durante la campaña, ha aumentado sus apoyos en 184 municipios, incluidos 22 con candidatos polémicos en las listas, y baja en 88, con solo 13 de los señalados.
La coalición, además, también ha mejorado sus resultados en Bilbao hasta auparse al segundo puesto y se ha quedado a poco menos de un millar de votos de alcanzar al PNV en el ayuntamiento de San Sebastián, donde también es segunda fuerza. Y en Pamplona ha estado buena parte del escrutinio en primer lugar, aunque finalmente ha acabado segunda, a solo un concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
Y es que también en Navarra han aumentado los apoyos a la formación abertzale, que, por ejemplo, se ha hecho con la victoria en Lekunberri. En las elecciones autonómicas navarras, ha pasado de cuarta a tercera fuerza, al ganar un escaño más -ahora tiene ocho- y rebasar a Geroa Bai, la coalición que integra al PNV en la región. No solo eso, sino que su abstención se antoja indispensable si la socialista María Chivite pretende reeditar el pacto que la aupó a la presidencia de la región hace cuatro años.
Victoria en Gipuzkoa, el gran feudo de Bildu
La guinda de los resultados de Bildu ha sido su incontestable victoria en las elecciones de la Junta General de Gipuzkoa, en las que ha acaparado más del 36% de los votos, cuatro puntos más que el PNV, reeditando el triunfo que ya consiguió en 2011. Dispondrá así de 22 junteros, por los 17 de los jeltzales, aunque la elección del Diputado General, que proporciona el control de la influyente Diputación Foral, dependerá de los pactos que se alcancen tras las elecciones.
En cualquier caso, solo el Partido Popular y Bildu han mejorado sus resultados en las elecciones a juntas de los tres territorios históricos, si bien el PNV mantiene su hegemonía en Bizkaia y supera ligeramente a los abertzales en Álava.
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