Televisión Española ha sido testigo de los combates en primera línea de batalla en Ucrania. Un equipo de este medio se ha empotrado, por primera vez, con una unidad de Artillería del ejército ucraniano que busca frenar el avance ruso en el Donbás. Fuego real y retirada inmediata para no ser objetivo de la respuesta rusa.
Ocultos entre la arboleda, en alguna parte de la región de Donetsk, aparece un lanzamisiles FH70 de fabricación italiana, alemana y británica de 44ª Brigada de Artillería Ucraniana. A toda prisa se dirige al enclave asignado.
Borodá, un veterano de guerra que se alistó por primera vez en 2014, explica que estos sistemas tienen mayor alcance y precisión que los rusos, pero que una vez que deciden disparar, son vulnerables ante una posible respuesta.
"Abandonamos nuestra posición tan rápido como podemos para que luego no nos alcance la respuesta rusa", indica Borodá. "Cada uno sabe su lugar y su labor porque tenemos que disparar rápido".
"La guerra no solo se gana con cañones o con infantería"
En unos minutos se monta el sistema y los mandos militares dan las coordenadas del objetivo. Una vez comenzado el bombardeo, los integrantes de esta unidad ya saben que los rusos pronto localizarán su posición y que solo tendrán tres minutos para retirarse y ponerse a salvo.
Estas baterías artilleras ucranianas disparan y cambian constantemente de posición para evitar ser localizadas. Su alta movilidad es uno de los pilares de su eficacia. Sus objetivos son depósitos de armas y combustibles rusos para romper la cadena de suministros y que no puedan abastecer a las unidades de primera línea.
Gracias a estos sistemas de fabricación occidental (armas como las Himar, los 777 estadounidenses, los Caesar franceses o estos FH70) el Ejército ucraniano ha logrado frenar a los rusos en el Donbás y reconquistar Jersón.
El comandante de la unidad asegura que "la guerra no solo se gana con cañones o con infantería", pero recuerda que, como dice la doctrina militar rusa: "La artillería es la reina de la guerra" y remarca que ahora "la ucraniana es mejor".
En lo últimos días, Rusia ha logrado algunas ganancias al sur y noreste de la ciudad de Bakhmut, en la región de Donetsk, que antes de la invasión contaba con 70.000 habitantes y era conocida por sus viñedos y minas de sal. El Instituto para el Estudio de la Guerra, sin embargo, ha insistido en sus últimos informes en que estos avances rusos no suponen el "cerco inminente".