Ante el anuncio del Kremlin de que empezará la retirada de la ciudad anexionada de Jersón, se abre paso una pregunta: ¿qué dejará Rusia atrás, cuando sus tropas salgan? Ucrania prevé encontrar una ciudad saqueada, destruida y sembrada de minas y temen encontrar fosas comunes, como en otras zonas ocupadas. Kiev, de hecho, lleva tiempo recopilando pruebas para demandar a Moscú ante tribunales internacionales y entre esas pruebas hay todo tipo de armamento.
Entre el caos que deja un ataque, es posible encontrar información de utilidad si se sabe dónde y cómo mirar. Un equipo del Telediario se ha desplazado hasta un almacén de la ciudad de ucraniana de Járkov, al que han ido llevando todos los restos de armamento que han encontrado en cada punto de la región bombardeado. Solo en este lugar hay alrededor de mil restos.
"En el futuro seremos capaces de usar estas pruebas en los tribunales contra Rusia. Pueden ser usados en la Corte Penal Internacional por diferentes expertos internacionales como pruebas", explica a TVE el portavoz de la Fiscalía de Járkov.
Pueden demostrar si ha habido crímenes de guerra
Cada uno de los restos de armamento tiene toda la información necesaria para explicarla en un juicio, para demostrar si ha habido crímenes de guerra. Por ejemplo, el número de expediente. A través de él se puede acceder a los vídeos que se grabaron cuando se encontró este misil y, debajo de este número, se especifican los lugares en los que se encontró, dónde se fabricó y hasta la unidad militar que lo usó.
El portavoz explica que en el almacén hay todo tipo de armas, como las máscaras, que pueden llegar a costar millones de dólares. Otras, están pensadas sólo para hacer daño a la población, porque no tienen potencia para destruir edificios o tanques, por ejemplo. Por eso, dice, son la evidencia del asesinato a civiles.
Todo está filmado. Cada uno de los ataques ha quedado registrado para que en un futuro, sostiene, Ucrania pueda pedir compensaciones morales y económicas por los crímenes que se han cometido en su país.