La evacuación de civiles ha comenzado en Jersón, la región limítrofe con la península de Crimea que controla parcialmente Moscú, según han confirmado las autoridades prorrusas. El general ruso Serguéi Surovikin, comandante de la "operación militar especial" -tal como se refiere Rusia a la invasión de su país vecino- en Ucrania, ha admitido que la situación es "tensa" debido a la contraofensiva ucraniana en el sur del país y ha asegurado que el Ejército se encargará de garantizar la evacuación segura de la población.
Sin embargo, las autoridades ucranianas de la región de Jersón han instado a los ciudadanos de la ciudad controlada por Rusia a hacer caso omiso de las llamadas a la evacuación realizadas por el Gobierno prorruso.
Se espera que entre 50.000 y 60.000 personas vayan a ser evacuadas de Jersón, a la margen izquierda del río Dniéper y la evacuación durará unos seis días, según ha asegurado el gobernador prorruso de la región, Vladimir Saldo, en la televisión pública rusa, según recoge la agencia estatal TASS.
Las autoridades prorrusas de Jersón han enviado mensajes SMS a la población local con la llamada a evacuarse ante el peligro de ataques ucranianos contra los barrios de la capital regional e información del lugar de salida de los autobuses.
El operativo para evacuar civiles ha comenzado ya, según ha confirmado la Administración de la localidad de Alyoshki, situada en la margen izquierda del río Dniéper y satélite de la capital provincial en el sur de Ucrania. "En el puerto de Jersón ha comenzado el traslado de los residentes en la margen derecha a la margen izquierda del Dniéper", señalan las autoridades en su canal de Telegram.
Llamamiento a evacuar la población de cuatro municipios
Saldo ha denunciado además que el Ejército ucraniano podría destruir las exclusas de la hidroeléctrica de Nueva Kajovka, por lo que "el nivel del agua podría crecer un metro en algunos lugares, por lo que hay que sacar a la gente de ahí con mayor rapidez", ha dicho.
El gobernador hizo este martes por la tarde un llamamiento en su canal de Telegram a la población local a abandonar cuatro municipios de la margen derecha de Jersón, ante una posible ofensiva ucraniana contra la ciudad: "Tomé la decisión difícil, pero correcta, de declarar el traslado organizado de la población de los municipios de Bersilav, Belozersk, Snigiriovsk y Alexandrovsk a la margen derecha del Dniéper".
"A la ciudad es difícil traer alimentos y existen determinados problemas con el suministro de agua y electricidad. Todo esto no solo dificulta la vida cotidiana de sus habitantes, sino que crea una amenaza directa para sus vidas", ha señalado el general Surovikin.
Además, el general ha parafraseado al presidente ruso, Vladímir Putin, y ha asegurado que Moscú no busca avanzar con celeridad, ya que prefiere minimizar las pérdidas en sus filas y también reducir las bajas entre los civiles.
Una situación "tensa" en el campo de batalla
En cuanto a la situación en el campo de batalla, el Ejército de Ucrania, según asegura el vicegobernador prorruso de esta región ucraniana, Kiril Stremoúsov, ha pasado a la ofensiva. "Los nazis ucranianos pasaron a las 12.20 (09.20 GMT) a la ofensiva en la dirección Nova Kamenka-Berislav de la región de Jersón", ha señalado en su canal de Telegram.
Poco antes, el general ruso Serguéi Surovikin, admitía las dificultades ante el avance de las tropas ucranianas y calificaba la situación como "tensa". Rusia, según ha resaltado, intenta ampliar los efectivos de las unidades militares y el número de reservistas a lo largo del frente.
La situación, según ha asegurado a los medios rusos Surovikin, es "complicada" porque el enemigo lanza "intencionadamente" ataques contra la infraestructura y los edificios de viviendas en Jersón. El general, quien ha recordado que los misiles lanzados por los sistemas múltiples Himars de fabricación estadounidense han dañado el estratégico puente Antonovski y la presa de la central hidroeléctrica Kajobski.
Varias decenas de personas han muerto en los últimos diez días en los ataques masivos rusos con misiles y drones 'suicidas' contra las principales ciudades de Ucrania, que han dañado el 30% del potencial energético del país. Desde finales de agosto, varios fiascos llevaron al Ejército ruso a retirarse de territorios en Járkov, el Donbás y el sur de Ucrania.
Surovikin ha señalado que el Ejército ucraniano prepara ataques masivos contra la capital regional de Jersón, que amenazan con destruir la infraestructura industrial y causar grandes víctimas entre su población. Además, ha lamentado que hace mucho tiempo que la OTAN exige a Kiev "operaciones ofensivas en Jersón sin escatimar las víctimas, sean en el Ejército ucraniano o entre los civiles".
"Prácticamente, las autoridades ucranianas les condenan a muerte", ha indicado el general, que ha cifrado entre 600 y 1.000 los combatientes que mueren o resultan heridos cada día.
El general ha alabado los misiles hipersónicos Kinzhal y los caza de quinta generación Su-57 a la ahora de lanzar ataques de alta precisión contra centros de mando e infraestructuras civiles, bombardeos destinados a reducir el potencial de combate del Ejército ucraniano.