La compañía de gas rusa Gazprom ha anunciado este viernes que el gasoducto Nord Stream, que suministra gas desde Rusia a Europa por el Mar Báltico, permanecerá cerrado del 31 de agosto al 2 de septiembre para llevar a cabo tareas de mantenimiento en la única instalación de bombeo operativa.
"El 31 de agosto de 2022 el Trent 60, único equipo de bombeo operativo, se detendrá durante tres días para llevar a cabo labores de servicio técnico y mantenimiento rutinario", ha dicho la empresa en su canal de Telegram.
La gasística rusa ha informado de que los trabajos de mantenimiento se llevarán a cabo junto a especialistas de Siemens, ya que, "cada 1.000 horas es necesario llevar a cabo un mantenimiento técnico del equipo que incluye la revisión del chasis para detectar fisuras, deformaciones, manchas de quemaduras", además de la inspección de otros sistemas del equipo, según ha indicado Gazprom aludiendo a la documentación técnica de Siemens.
El gasoducto funciona al 20% de su capacidad
El cierre supone una nueva interrupción del suministro a Europa, ya que el gasoducto solo funciona al 20% de su capacidad, y se teme que Rusia pueda interrumpir el suministro por completo de cara al invierno.
Al finalizar las labores, el bombeo de gas será restablecido hasta el nivel previo al cese de las operaciones, es decir, 33 millones de metros cúbicos diarios. La capacidad completa del Nord Stream es de 167 millones de metros cúbicos al día.
"Tras la finalización de los trabajos y en ausencia de averías técnicas de la unidad, el transporte de gas se restablecerá al nivel de 33 mcm al día", dice el comunicado de la empresa rusa.
El pasado 27 de julio, Gazprom anunció, tras advertirlo previamente, la reducción del flujo de gas a la quinta parte de la capacidad del gasoducto, una decisión que Berlín calificó de "una estrategia de guerra".
Aludiendo a problemas técnicos y de reparación de turbinas de Siemens en el Nord Stream, la gasística ha ido reduciendo paulatinamente el bombeo de gas a Europa.
Mientras tanto, Rusia ha sugerido en varias ocasiones que la situación podría resolverse si se reanudaba la puesta en marcha del Nord Stream 2, congelada por Alemania un día después de Rusia reconociera la independencia de Donetsk y Lugansk y a solo dos días de que comenzara su ofensiva en Ucrania.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que el gasoducto Nord Stream 2, podía "satisfacer plenamente las necesidades de Europa, pero no permiten su funcionamiento por motivos políticos".