El Gobierno de Kiev ha rechazado este domingo el ultimátum dado por Rusia para que las tropas ucranianas que combaten en la ciudad sitiada de Mariúpol depongan las armas. Una decisión que podría precipitar el ataque de las tropas rusas sobre este enclave estratégico.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, ha confirmado que los soldados ucranianos no se han rendido a la conclusión del plazo, que comenzó a las 6:00 hora de Moscú 3:00 GMT, dos horas más en la España peninsular) y que ha vencido siete horas después. "La ciudad aún no ha caído", ha afirmado Shmyhal en una entrevista a la cadena estadounidense ABC, en la que ha confirmado que soldados ucranianos continúan controlando algunas zonas de la ciudad. "Lucharán hasta el final", ha añadido.
Shmyhal ha asegurado que los ciudadanos que permanecen en Mariúpol "no tienen agua, ni comida, ni calefacción ni electricidad", y, por ello, hizo un llamamiento a los aliados de Ucrania para que "ayuden a parar" esta crisis.
La estratégica Mariúpol, junto al Mar de Azov, es una de las principales metas de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país desde la anexionada península de Crimea.
El jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, el coronel general Mikhail Mizintsev, instó a través de un comunicado a los combatientes ucranianos, que resisten en la planta metalúrgica de Azovstal, a "detener cualquier hostilidad y deponer las armas", garantizando "la preservación de la vida" a quienes lo hicieran.
Según dijo Mizintsev, el contenido de las "negociaciones entre militantes de formaciones nacionales y mercenarios bloqueados en Mariúpol en la planta metalúrgica de Azovstal atestigua su situación desesperada, exigen persistentemente el permiso oficial de Kiev para rendirse, pero en respuesta reciben amenazas de ejecución". Ha añadido que los militantes se encuentran "en una situación desesperada, prácticamente sin comida ni agua".
El mando militar afirmó que, de acuerdo a "comunicaciones interceptadas", el "régimen nacionalista de Kiev" ha prohibido "negociaciones de rendición y ordenado a los nazis de (el regimiento) 'Azov' fusilar a los militares y mercenarios extranjeros que quieran rendirse".
El ministerio de Defensa ruso ha dicho que sus tropas habían despejado el área urbana de Mariúpol y solo un pequeño contingente de ucranianos resistía en la acería de Azovstal, una afirmación que no ha podido ser verificada de forma independiente.
Zelenski: "Quieren aniquilar a todos los que quedan"
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en la noche del sábado, en un video dirigido a la nación, que "la situación en Mariúpol sigue siendo lo más grave posible, simplemente inhumana", y lo achacó a que Rusia "deliberadamente continúa destruyendo nuestras ciudades. Están tratando deliberadamente de aniquilar a todos los que quedan en Mariúpol", según la agencia local Ukrinform.
Zelenski afirmó que, desde que ha sido asediada, su Gobierno ha intentado "una solución, ya sea militar o diplomática, cualquier cosa para salvar a nuestra gente. Pero encontrar esta solución es extremadamente difícil. Hasta ahora, no ha habido una opción 100% sólida".
En una declaración previa, Zelenski afirmó que "la eliminación" de los soldados ucranianos en Mariúpol pondría "fin a cualquier negociación" de paz entre Rusia y Ucrania, advirtiendo que ambas partes se encontrarían en un "callejón sin salida".
Los ataques rusos han provocado una de las mayores catástrofes humanitarias en Mariúpol al bombardear a los residentes desarmados y bloquear la llegada de la ayuda humanitaria, según la agencia ucraniana.
Según la alcaldía de la ciudad, hasta 20.000 civiles han muerto en desde el inicio de la invasión rusa. La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano afirma que los rusos han desplegado hasta 13 crematorios móviles en Mariúpol para sacar de las calles los cuerpos de los civiles asesinados. Las autoridades ucranianas consideran que unos 120.000 civiles permanecen en la ciudad sitiada, que defienden el Regimiento Azov, los Marines y otras fuerzas.
Ataque con misil en el extrarradio de Kiev
El Estado Mayor ucraniano ha informado este domingo de que prosigue el avance de tropas rusas en todo el este del país, incluida Mariúpol y el "resto de la región de Donetsk", han informado a través de la red social Facebook.
En Kiev, las autoridades regionales han informado de la explosión de un misil en la localidad de Browary, en el extrarradio de la capital ucraniana, que causó daños en su infraestructura. A lo largo de la noche se habían producido también varias explosiones en distintos puntos de la región, aunque no se ha informado de los posibles daños causados.
Según el vicealcalde de Kiev, Mykola Poworosnyk, en el propio núcleo urbano de la capital no ha habido detonaciones enemigas, ya que los sistemas antiaéreos ucranianos repelieron los ataques rusos, según el portal de noticias Ukrinform. De acuerdo con el Estado Mayor ucraniano, en el día de ayer se lograron repeler 13 ataques aéreos enemigos en distintos puntos del país.
En Járkov, en el este, las bombas han causado víctimas civiles y hay al menos cinco muertos y decenas de heridos, entre ellos cuatro colaboradores de la ONG del chef José Andrés, 'World Central Kitchen', después de que un misil haya impactado contra la cocina de un restaurante local que trabaja en asocación con la organización que dirige en cocinero español.
Las autoridades ucranianas han informado de que este domingo no habrá corredores humanitarios para la evacuación de civiles, por falta de acuerdo con la parte rusa para garantizar la seguridad de estas operaciones. La decisión fue anunciada por la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, informa el portal de noticias Ukrinform.