Las carreteras que llevan a primera línea de frente en Zaporiyia, Ucrania, están salpicadas de controles militares, barricadas y erizos checos para bloquear el paso a los rusos.
Un poco más adelante, los soldados vigilan desde las trincheras cualquier movimiento extraño. "Quiero que mis hermanas recojan flores, no metralla", cuenta a TVE, Sasha, que asegura que se alistó en el ejército para protegerlas.
Más adelante, cerca del frente, hay que dejar los coches y seguir a pie. Hace tan solo unos días, Rusia lanzó un poderoso ataque en la región y que afectó a la central nuclear de Zaporiyia, a orillas del río Dniéper, y desató la alarma mundial.
Ahora, en la primera línea del frente, se están registrando combates y no se sabe quién la domina. "No puedo ver si es de los nuestros", afirma el soldado guía que lleva al equipo de TVE a primera línea de batalla y que acaba de ver un movimiento sospechoso unos metros más adelante.
Los soldados ucranianos esperan un avance inminente de Rusia
Ante esta alerta, el convoy se detiene al margen de una larga y recta carretera salpicada con nieve en los laterales. Una vez comprobado que se trata de un soldado del ejército ucraniano, el camino continúa hasta una trinchera en la que un blindado militar intenta frenar un posible paso de las tropas rusas.
Los mandos militares ucranianos esperan un avance inminente, según explican los soldados ucranianos, los rusos están muy cerca y ellos son la última posición, quienes deberán de tener a la vanguardia invasora en caso de ofensiva.
Imagen de un puesto de control del ejército ucraniano OSCAR MIJALLO
Poco después TVE continúa el camino en coche y se encuentra una aldea, ahora en calma, pero en tierra de nadie. Desde hace días sin electricidad. "No sabemos desde dónde nos atacan. Las bombas llegan de todas partes", afirma una vecina del pueblo.
Un poco más adelante está la casa de Nikolai, un antiguo soldado soviético. Mientras en la lejanía se escuchan algunas detonaciones, nos cuenta que teme que la guerra destruya las abejas que ha cuidado durante toda su vida.
Los rusos siguen atacando con dureza el este y sur de Ucrania
Mientras tanto, en muchos rincones del país hay bomberos trabajando, porque los misiles no dejan de caer. Los rusos siguen atacando con dureza en el este y en el sur de Ucrania. Este lunes un asesor de Zelenski ha reconocido que hay más de 900 localidades sin agua ni luz ni calefacción. Una de ellas es Mariúpol. Allí, según Médicos sin frontera, la gente está bebiendo agua de la lluvia y de la nieve.
En el sur, Rusia ha distribuido imágenes de la base militar de Jersón, ya bajo su control. Aseguran que además han tomado de varios asentamientos con salida al mar de Azov.
Un equipo de TVE entrevista a un soldado ucraniano en primera línea del frente de batalla OSCAR MIJALLO
Otro objetivo es Mykolaiv, en su camino hacia Odesa. Allí, según la armada ucraniana, este lunes han alcanzado a un barco ruso que avanzaba desde el Mar Negro y la amenaza está contenida.
Los otros frentes siguen en Járkov, con víctimas civiles de los últimos bombardeos, y en los alrededores de Kiev, el gran objetivo.