La primera ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia , según ha valorado la delegación ucraniana al término del encuentro, en el que han exigido un "alto el fuego y la retirada de tropas rusas" ante la guerra iniciada por Vladímir Putin.
"Las partes han esbozado unos temas prioritarios sobre los que se vislumbran ciertos avances", ha afirmado el asesor de la presidencia de Ucrania, Majaíl Podolyak, en un vídeo difundido en Telegram y recogido por Efe tras algo más de cinco horas de conversaciones en la fronteriza Gómel (Bielorrusia).
Los negociadores volverán a sus respectivas capitales para preparar una segunda ronda en "los próximos días". Han acordado que tenga lugar en la frontera bielorruso-polaca, de acuerdo con Vladimir Medinski, negociador ruso y consejero del Kremlin.
Podolyak ha lamentado también en Twitter que la delegación rusa "todavía esté extremadamente sesgada respecto a los procesos destructivos que ha lanzado". Ha reconocido que las negociaciones son "difíciles", aunque todavía no haya habido "ultimátums".
Putin se compromete con Macron a no atacar a los civiles, según el Elíseo
De forma paralela a las negociaciones en Gómel, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha conversado este lunes con Putin, a petición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Según ha detallado el Elíseo, el líder ruso se ha mostrado dispuesto a poner fin a los ataques a la población civil, preservar las infraestructuras civiles y los accesos por carretera, sobre todo, la vía en el sur de Kiev. Ambas partes han convenido continuar con los contactos telefónicos en los próximos días.
Sin embargo, la guerra no se ha detenido en el frente. En un día que las autoridades ucranianas confiaban en que sería "clave", Kiev resiste el avance ruso y los combates continúan, sobre todo, en el este del país. En Járkov, las autoridades locales han denunciado el bombardeo indiscriminado de barrios civiles.
Rusia dice que busca el acuerdo y Ucrania la retirada de tropas
En vista de las negociaciones para el cese de hostilidades en Bielorrusia, Medinski aseguró que Moscú quiere "un acuerdo" que sea "en interés de las partes". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peksov, no quiso hablar de exigencias antes de entrar en la reunión. "En realidad, sugiero que esperemos a las conversaciones. Prefiero no anunciar ninguna exigencia. Las negociaciones deben llevarse a cabo en silencio", mantuvo.
Por su parte, la presidencia ucraniana considera que en todo caso la cuestión clave es "el alto el fuego y la retirada de las tropas rusas" de su territorio.
El presidente Volodímir Zelenski aceptó unas negociaciones "sin condiciones" para que ningún ciudadano ucraniano tuviera ninguna duda de que él, "como presidente", intenta "detener la guerra". Zelenski se mostró pesimista, pero cree que las conversaciones son "una oportunidad, aunque pequeña", para la desescalada.
La delegación ucraniana, que ha llegado en helicóptero tras horas de retraso, ha contado con el ministro de Defensa, Oleksii Réznikov; al líder del partido en el gobierno, David Arakhamia; al asesor presidencial Mykhailo Podoliak; al jefe adjunto de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto Trilateral para la paz en el Donbás, Andriy Kostin; al diputado Rustem Umerov y al diplomático Mykola Tochytsky.
Del lado ruso han acudido al encuentro Medinski, asistente del presidente de Rusia; junto al viceministro de Exteriores Andréi Rudenko; un viceministro de Defensa y el presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma (Cámara Baja) Leonid Slutski.
Mientras las delegaciones negociaban, las hostilidades no cesaban sobre el terreno. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, ha asegurado que Rusia ha logrado "el dominio del aire sobre todo el territorio de Ucrania" e informado de la pérdida de cinco aviones por Ucrania y de que las fuerzas rusas destruyeron ocho carros lanzamisiles antiaéreos Buk-M1 y varios radares.
"Desde el comienzo de la operación, las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia han golpeado 1.114 instalaciones militares ucranianas, 31 de ellas puestos de mando y nudos de comunicaciones", ha añadido.
El portavoz castrense ha desmentido además que los civiles en Kiev estén atrapados: "Hacemos un llamamiento a la población de Kiev. Todos los habitantes pacíficos pueden abandonar sin impedimentos la capital de Ucrania por la carretera Kiev-Kasilkov. Esa dirección está abierta y es segura", ha dicho, y subrayado que las tropas rusas atacan únicamente objetivos militares.
Negociaciones en suelo de un aliado de Moscú
La primera ronda de negociaciones ha tenido lugar en la frontera de Bielorrusia con Ucrania, pese a que el gobierno bielorruso es un firme aliado de Moscú. El ministro de Exteriores de Bielorrusia, Vladímir Makéi, anfitrión de las negociaciones, ha asegurado a los delegados que "pueden sentirse seguros".
Ucrania se había mostrado reacia a encontrarse en la capital, Minsk, y había propuesto otras localizaciones. Sus reservas se deben, entre otros motivos, a que en Bielorrusia se instalaron más de 30.000 soldados rusos y equipamiento militar para unos ejercicios conjuntos, que después cruzaron la frontera sur para atacarles.
También en Minsk se firmaron los Acuerdos de Paz para el Donbás en 2015 para poner fin a los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los milicianos de las provincias secesionistas de Lugansk y Donetsk. Moscú ha pedido reiteradamente que dichos acuerdos se cumplan en su integridad, incluyendo una reforma constitucional para garantizar la autonomía a las regiones prorrusas. Los acuerdos han quedado ahora en papel mojado por la guerra.