Los 27 miembros de la Unión Europea (UE) han acordado este domingo activar por primera vez la protección especial que permite acoger a todos los refugiados durante un máximo de tres años.
Gracias a esta decisión, los ucranianos que han abandonado su país tras el ataque ruso tendrán derecho a trabajar, a formarse, a recibir ayudas y a establecerse en el país europeo que ellos elijan.
La directiva, que existe desde 2001 y nunca antes se ha utilizado, establece un dispositivo para afrontar las llegadas masivas a la UE de nacionales extranjeros que no pueden volver a sus países, especialmente por motivos de guerra, violencia o violaciones de los derechos humanos.
La Comisión Europea y presentarla a los ministros para que les den el visto bueno el próximo jueves.
Unas 368.000 personas han abandonado Ucrania
La invasión rusa de Ucrania, según los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Una cifra que en los próximos días podría multiplicarse.
"Presenciamos la que puede ser la crisis más grande en nuestro continente en muchos años", ha opinado el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
En Ucrania, la guerra puede provocar "más de siete millones" de desplazados internos y unos "cuatro millones de refugiados". En ese escenario, Lenarcic ha cifrado en "unos 18 millones de personas" las que se verán afectadas en "términos humanitarios", tanto en Ucrania como en los Estados vecinos.
Al menos 150.000 han cruzado a Polonia
De ellos, al menos 150.000 han cruzado a Polonia. En la frontera, un equipo de RNE ha podido ser testigo de las duras historias detrás de los autobuses llenos con aquellos que han dejado atrás sus vidas, aunque les haya costado mucho tomar esa decisión.
“Hay un peligro grave, por eso estamos aquí“
"Hay un peligro grave, por eso estamos aquí", cuenta una profesora ucraniana, ahora en Polonia. Ella no quería irse, pero sus padres y su marido le insistieron para proteger la vida de sus dos hijos porque la situación se había vuelto muy peligrosa.
Hay quiénes llegan a esperar hasta 10 horas al otro lado de la frontera, después de viajes de dos y tres días, en el frío invernal. Por eso los voluntarios conducen furgones con pañales, comida, agua y otros bienes esenciales.
Según la UE, muchos de los ucranianos que han entrado en estos días se han dirigido ya a los países donde hay más compatriotas suyos, como Italia, Portugal y Polonia.
Por su parte, el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que España está comprometida al "máximo" en "todo lo que sea necesario", aunque ha rehusado hacer "previsiones" respecto al número de refugiados.