El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha instado a Rusia a optar por la vía diplomática y no por la militar en la crisis en Ucrania.
Blinken, que este miércoles ha visitado Kiev, ha alertado de que Moscú planea desplegar más tropas en la frontera, y dispondrá de la capacidad de atacar al país vecino en "muy poco tiempo".
"Sabemos que hay planes en marcha para incrementar esa fuerza aún más en muy poco tiempo y eso da al presidente [Vladímir] Putin la capacidad, también en muy poco tiempo, de tomar más acciones agresivas contra Ucrania", ha declarado.
El secretario de Estado de EE.UU. visita Europa en una gira que incluye una escala en Berlín y una reunión en Ginebra, el próximo día 21, con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Blinken advierte de "consecuencias graves" si la vía diplomática no tiene éxito
Blinken ha asegurado que Rusia tiene dos opciones: apostar por la diplomacia, la desescalada y una solución pacífica, "el mejor camino para todos".
En la misma línea se ha expresado el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, desde Estados Unidos, si bien ha advertido que no ve margen para la negociación.
Por el contrario, la otra opción que plantea Blinken es la de encarar "un conflicto" con "consecuencias graves" en forma de "sanciones coordinadas". Si la senda diplomática no tiene éxito, ha añadido, es que "Rusia ha elegido otro camino".
"Rusia ha concentrado casi 100.000 soldados en la frontera ucraniana, [cifra] que puede duplicar en, relativamente, poco tiempo", ha dicho Blinken en rueda de prensa conjunta con su homólogo ucraniano, Dmitri Kuleba.
Blinken, que también se ha reunido con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de utilizar todos los medios "en su manual" para desestabilizar el país vecino desde 2014, primero con la anexión de la península de Crimea y después con la guerra en el Donbás, la región de mayoría prorrusa del este del país.
"La agresión rusa ha matado hasta ahora a más de 14.000 hombres, mujeres y niños ucranianos, y ha dejado a 1,5 millones de ucranianos sin hogar", ha declarado.
Blinken ha prometido más ayuda a Kiev, con un incremento de la ayuda militar de hasta 300 millones de dólares en 2022.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha manifestado el "fuerte apoyo" de la Alianza Atlántica a Ucrania y ha asegurado que no comprometerá sus "principios clave" ante Rusia.
Ucrania asegura que no tiene intención de atacar el Donbás
Por su parte, Zelenski ha agradecido las muestras de apoyo y se ha mostrado confiado en que no se tomará ninguna decisión sobre Ucrania sin su participación.
El ministro de Exteriores ucraniano ha asegurado que Kiev no planea ninguna ofensiva contra los separatistas del Donbás. Dmitri Kuleba espera un comportamiento "más constructivo y menos agresivo" de Moscú tras las conversaciones del próximo viernes.
"Este conflicto solo se resolverá cuando el último soldado ruso abandone Lugansk y Donetsk, Crimea y Sebastópol", ha dicho Kuleba.
Además, Kuleba ha advertido que Moscú quiere "sembrar el pánico y desestabilizar" a la sociedad y al sistema económico de Ucrania. "El gran logro de Rusia hoy será sembrar el pánico y desestabilizarnos desde dentro", ha alertado.
Rusia califica la situación de "crítica" y pide que no se den más armas a Ucrania
Rusia niega que se plantee una invasión del país vecino, aunque sí ha prometido tomar "medidas técnico-militares", sin especificar, si la OTAN no renuncia a sumar a Ucrania, entre otras garantías.
El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, ha pedido que Occidente deje de suministrar armas a ucrania y ha descrito la situación de seguridad en Europa como "crítica".
Coincidiendo con la tensión en Ucrania, Rusia ha desplegado sus primeras unidades militares en Bielorrusia (que también comparte frontera con Ucrania) para unas maniobras conjuntas.
Los ejercicios tienen por objetivo inspeccionar las capacidades de las fuerzas de reacción rápida rusas y bielorrusas en cuatro aeródromos y cinco polígonos militares. Las maniobras simularán la respuesta ante una agresión exterior, la lucha contra el terrorismo y la defensa de los intereses de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia.