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La vulnerabilidad de la UE ante la crisis ucraniana: irrelevancia estratégica y dependencia de EE.UU.

  • La UE no está en las conversaciones de Ginebra, en la que sí participan la OTAN y la OSCE

  • Borrell asegura haber recibido garantías de Washington de que no habrá acuerdos a espaldas de Bruselas

  • Moscú sabe que puede ignorar a la Unión y a la vez mantener relaciones con los países miembros

MIGUEL CHARTE
6 min.

Estados Unidos y Rusia negocian esta semana en Ginebra, de momento sin resultados, las condiciones para una distensión de la situación en Europa, en el contexto de la crisis en Ucrania.

Las negociaciones incluyen a la OTAN, con la que Moscú se reunió este miércoles, y a la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), con la que se sienta este jueves, pero no a la UE, lo que ha causado malestar en Bruselas, que ve cómo se negocia la seguridad del continente sin su participación. Tampoco, por cierto, a Ucrania, convertida en moneda de cambio entre potencias.

Ucrania teme una nueva invasión rusa y lamenta no participar en las negociaciones

El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha intentado tranquilizar a los socios comunitarios. "Es importante tener una cooperación estrecha entre la OTAN y la UE cuando nos enfrentamos a momentos cruciales para la seguridad europea como a los que nos enfrentamos ahora", dijo este miércoles Stoltenberg.

La subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, que encabeza la delegación estadounidense, se ha reunido a su vez con el jefe de gabinete de la presidenta de la Comisión Europea, Bjoern Seibert, y con el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Stefanno Sannino.

El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Josep Borrell, asegura haber recibido garantías de Washington de que no se acordará nada con Moscú sin la participación de los socios de la UE, y ha afirmado que la cooperación con los estadounidenses es "perfecta".

Mientras Estados Unidos y Rusia despliegan sus estrategias en la mesa de Ginebra, la UE aún no ha definido una postura común hacia la crisis ucraniana. Los ministros de Defensa y Exteriores se reúnen durante este jueves y el viernes en Brest, en la Bretaña francesa, pero se trata de una reunión informal, por lo que no se tomarán decisiones políticas, solo recomendaciones.

Reunión de ministros de Defensa de la UE en Brest, Francia. EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON

División entre los socios comunitarios

Nicolás de Pedro, investigador español del Institute for Statecraft del Reino Unido, cree que Rusia apuesta "al no reconocimiento de la UE como interlocutor político". "La gran debilidad de la UE es la división de los estados miembros y la falta de una política exterior y de seguridad común. Además, no tiene brazo militar. La UE ha elegido ser herbívoro, pero está rodeada de carnívoros", ha explicado De Pedro en RNE.

Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - OTAN-Rusia: "Ucrania no es más que una pieza dentro de una partida mayor" - Escuchar ahora

De Pedro reconoce que, "en términos estratégicos", la Unión Europea "es dependiente de EE.UU." Sin embargo, en su opinión no es realista perseguir una "mayor autonomía estratégica". "La discusión es tener el paraguas americano, a partir de la OTAN, o ninguno. Ya que Rusia está dispuesta a usar el instrumento militar como instrumento prioritario de su política exterior, es un cálculo que hay que tener en cuenta porque Ucrania solo es una pieza en una partida mayor".

Además, Putin sabe que puede ignorar a la UE y sus demandas de democratización y a la vez mantener lazos estrechos bilaterales, sobre todo económicos, con los países miembros.

Así ocurre con Alemania, que depende del gas ruso para su abastecimiento energético. Este mismo jueves, el ministro de Defensa alemán, Christine Lambrecht, ha pedido que no se vincule el conflicto en Ucrania con la puesta en marcha del nuevo gasoducto Nord Stream 2, un proyecto que aún espera los permisos pertinentes pero que ha de aumentar el flujo de gas ruso hacia su país. Sin embargo, para Borrell "no se puede imaginar que por un lado pensamos en imponer sanciones y por otro lado abrir una infraestructura. Está ciertamente ligado a la situación militar de Ucrania".

"Lo que interesa al Kremlin, que son las relaciones económicas como la venta de hidrocarburos y otros negocios, se hacen con los estados miembros. La UE llega con demandas de democratización o críticas por las violaciones de derechos humanos, Rusia piensa que no tiene por qué aceptarlo porque tiene las relaciones económicas con Alemania y otros estados miembros", asegura.

La situación más grave en la historia reciente de Europa

Carmen Claudín, investigadora del CIDOB, cree que hay que diferenciar entre las posturas de los Estados Unidos y de la UE, "cosa que no quieren hacer los rusos". "Para ellos, la UE solo responden a la voz de su amo y no cuenta como actor político internacional", ha explicado en el programa de TVE Cafè d'idees.

"La UE siempre ha sido muy prudente en relación con Rusia, con declaraciones severas para condenar acciones de Moscú, pero en la práctica, excepto por las sanciones, no ha habido más pasos importantes, más sólidos, hasta ahora".

Para Claudín, estamos el momento más delicado en territorio europeo en la historia reciente. "Nunca se había producido una situación de tensión tan grande, y sobre todo en la que estuviesen involucradas no solo las grandes potencias, Rusia y EE.UU., sino una situación en territorio europeo de tensión militar, de peligro militar de haber una contienda más importante de la que ya hay".

No obstante, Claudín no cree probable una invasión. "El Kremlin lo que quiere es recordar a Occidente, y también a los ucranianos, y a toda la franja del territorio europeo que fueron repúblicas soviéticas hasta el colapso de la URSS, que quien debe tener el control sobre esta situación es Rusia", ha afirmado.

Según la investigadora, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha elegido este momento para elevar la tensión movido por la crisis política en Bielorrusia y ante la percepción de la debilidad de Estados Unidos tras la retirada de Afganistán.

El año de la seguridad en la UE

Este año puede ser importante para que la UE avance hacia una mayor relevancia y unidad estratégica y hacia una defensa común. En octubre pasado, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció que 2022 sería "el año de la defensa europea". 

Josep Borrell tiene previsto presentar en el primer semestre una "brújula estratégica" como guía de la acción exterior, que podría ser adoptada como política europea en marzo. La "brújula" prevé, entre otras medidas, la creación de 5.000 soldados europeos de reacción rápida en situaciones de crisis.

Tanto el Alto Representante como la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, han insistido en la necesidad de avanzar en la política de defensa común, un objetivo que parece lejano dadas las distintas prioridades de cada país. Además, la presidencia de turno del Consejo Europeo, que desempeña Francia durante el primer semestre del año, organizará una cumbre sobre defensa en primavera

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