Sanidad y las comunidades autónomas están estudiando reducir el aislamiento de los positivos en COVID-19. Autonomías como Andalucía y la Comunidad de Madrid han puesto sobre la mesa la propuesta en medio de un pico de contagios que se ha traducido en un aumento de las bajas laborales. Lo hacen después de que los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomendasen lo mismo este lunes para los infectados asintomáticos.
De aprobarse esta propuesta supondría dar un paso más en la dirección que la Comisión de Salud Pública tomó la semana pasada con la eliminación de las cuarentenas para los contactos estrechos de los infectados por la variante ómicron que estén vacunados con las dos dosis.
Está por ver si al planteamiento se van sumando el resto de comunidades. Por el momento, Castilla y León ha reconocido las consecuencias económicas del alto grado de contagios y el efecto en algunos sectores, pero ha defendido que "lo que interesan son las consecuencias sanitarias" y ha pedido prudencia.
Preguntada sobre las cuarentenas, la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, se ha remitido a los técnicos y a la reunión del Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles, además de mostrar apoyo a aquellas comunidades que se plantean restricciones de cara a la Nochevieja.
La medida no está en la orden del día de la Interterritorial
Este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias, reúne a los consejeros autonómicos en la Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, pero, por el momento, este punto no se encuentra en el orden del día. Fuentes del Ministerio de Sanidad recuerdan que, como sucede con cualquier decisión relacionada con la pandemia, cualquier nueva medida debe emanar primero de propuestas de la Ponencia de expertos, que son después debatidas y aprobadas en la Comisión de Salud Pública por los técnicos y, por último, avaladas en las interterritoriales.
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, no ha descartado en RNE, donde ha defendido la actualización periódica de los protocolos de actuación en función de cómo evolucione la pandemia, siempre y cuando la decisión se base en la "evidencia clínica". En este contexto, ha dicho que, aunque "nos enfrentamos a una sexta ola", las condiciones en que lo hacemos no son las mismas que hace un año.
En cuanto a las restricciones que ya se están aplicando en algunas CC. AA., Montero ha dicho que no se trata de un "toque de atención al Gobierno", sino de la "utilización de las competencias institucionales" que disponen. Asimismo, ha aprovechado para recordar la medida tomada por el Gobierno de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores y que entró en vigor el pasado viernes.
Ómicron: una sexta ola "diferente"
El consejero andaluz, Jesús Aguirre, ha defendido este martes que la variante ómicron, por lo que los expertos están abordando esta sexta ola "de manera diferente". Según ha explicado, esta cuestión ya se ha hablado con el Ministerio de Sanidad.
Por este motivo, se está analizando si es necesario que un contacto estrecho sin síntomas guarde cuarentena de 10 días, si a todos los contactos hay que hacerle una PCR o un test y si la trazabilidad de los casos se debería quedar solo en aquellos no vacunados o que tengan síntomas.
“La gestión de la pandemia no puede ser la misma que la de hace un año“
"La gestión de la pandemia ahora no puede ser la misma que la de hace un año o hace unos meses por la situación vacunal de la población y por las características clínicas y epidemiológicas que tiene esta variante. Se están produciendo cambios en el contexto internacional", ha apuntado, por su parte, el viceconsejero de Salud de Madrid, Antonio Zapatero.
Grecia reduce la cuarentena a cinco días para no paralizar el país
Grecia ha decidido este martes reducir de 10 a cinco días la cuarentena obligatoria para los contagiados con COVID asintomáticos o con síntomas leves, en vista de que la explosión de casos de la variante ómicron, que amenazan con paralizar el funcionamiento del país. Las personas que podrán acortar la cuarentena son aquellas que no tienen en absoluto síntomas, o que los han tenido, pero están en retroceso. No obstante, los profesionales de la salud solo podrán regresar al trabajo con una prueba negativa.
Las reglas de aislamiento son para infectados, tanto si han sido vacunados previamente como si no, y la cuarentena comienza el día en que el paciente da positivo en una prueba. Al final de los cinco días, si no tiene síntomas, puede volver a sus actividades normales, pero debe usar una máscara en todas partes, incluso en casa con otras personas, durante al menos otros cinco días.
Asimismo, el Gobierno italiano baraja también reducir la cuarentena de los vacunados con la tercera dosis ante el temor a que la rápida difusión de la variante ómicron paralice algunas actividades del país, donde actualmente son más de dos millones las personas aisladas por el coronavirus. Esta reducción bajaría a entre los tres y cinco días y se estudiará este miércoles en el Comité Técnico Científico (CTS) de seguimiento de la pandemia.
En total se estima que entre dos y tres millones de italianos se encuentran actualmente aislados en sus domicilios, mientras Lombardía y Lacio, cuya capital es Roma, entrarán el próximo lunes en zona amarilla, la primera franja en la clasificación de riesgo introducida con la pandemia.