El Consejo de Ministros ha aprobado la subida de 15 euros mensuales del salario mínimo interprofesional (SMI) con efecto desde el 1 de septiembre, hasta 965 euros brutos en 14 pagas, según lo acordado por el Gobierno y los sindicatos con el rechazo de la patronal.
En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha enmarcado este incremento del 1,57 % en el contexto de "una recuperación justa".
La subida se encuentra en el rango medio de la horquilla de entre 12 y 19 euros recomendada por la comisión de expertos, un alza que los sindicatos consideran insuficiente, pero que han aceptado porque el Gobierno se ha comprometido a seguir subiéndolo en 2022 y 2023 para situarlo en el 60 % del salario medio al final de la legislatura.
"Nos ponemos a trabajar con carácter inmediato para dar cumplimiento a la senda que los expertos han señalado hasta 2023", ha afirmado la vicepresidenta, quien ha incidido en el compromiso de terminar la legislatura cumpliendo la Carta Social europea, con un SMI equivalente al 60 % del salario medio, con lo que rondaría los 1.050 euros.
Eficiencia económica
No obstante, la vicepresidenta ha señalado que "frente a los agoreros que pronosticaban la llegada del apocalipsis y las siete plagas de Egipto" las subidas del SMI han demostrado su eficiencia económica al reducir dos puntos la brecha salarial de género.
Según la última encuesta anual de estructura salarial de 2019, el 11,12 % de los afiliados a la Seguridad Social cobraban el salario mínimo, esto es, unos 1,8 millones de personas. Sin embargo, el número de beneficiarios es mayor, ya que el SMI se usa como referencia de ingresos mínimos para acceder a ayudas y subsidios, como el de los parados de más de 45 años con cargas familiares.
La patronal se descolgó del acuerdo al considerar que aún no es el momento porque tiene que consolidarse la recuperación económica y la del empleo. Los empresarios eran partidarios de dejar pasar 2021 y hablar de la subida en 2022, teniendo en cuenta que había subido un 22 % en 2019 y otro 5,5 % en 2020.