El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España este año será del 6,2 %, dos décimas menos que lo estimado hace tres meses. Sin embargo, las perspectivas para el 2022 han vuelto a subir hasta alcanzar el 5,8 %, lo que implica una subida de 1,1 puntos porcentuales.
El organismo internacional ha actualizado las previsiones de crecimiento en el informe de Perspectivas Económicas Globales, tras los pesimistas datos que publicó en enero, cuando nos situó como el país desarrollado más golpeado por la pandemia, y la mejora anunciada el pasado abril.
España sigue siendo, además, uno de los países europeos que más se espera que crezca, por delante de Alemania y Francia, que se mantienen estables, o Italia, si bien este último ha aumentado su índice en un 0,7 % y un 0,6 % para este año y el que viene respectivamente. En cuanto a todas las economías avanzadas, nuestro país solo se vería superado por Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
Esta recuperación económica, que comenzará a finales de 2021 y que coincide con las previsiones que ha avanzado recientemente Bruselas para España, se verá a medida que la vacunación avance y la economía se reabra por completo, normalizando su actividad, según explica el FMI.
No obstante, sigue estando por debajo de las estimaciones del Gobierno español, que ha reiterado este marte sus estimaciones de las previsiones del pasado mes de abril, cuando revisó a la baja sus previsiones del PIB para este año, pasando del 7,2 % estimado en octubre hasta el 6,5 % impulsado por el fin de las restricciones, y del 7 % para 2022.
El Gobierno ha indicado también que la economía avanza lo estimado. Las exportaciones mejoran su aportación al PIB con respecto a abril, con 10 puntos porcentuales, ocho décimas más. Por contra, se reduce la contribución de la demanda interna que baja dos décimas del 6,7 al 6,5 % en este ejercicio.
El informe del FMI, por otro lado, calcula un déficit público para España del 8,6 % del PIB este año, 2,4 puntos inferior al de 2020, y considera que la deuda pública de España se elevará en este ejercicio hasta el 120,1 % del PIB, una décima por encima de la de 2020.
Alerta de una brecha cada vez mayor entre las economías avanzadas y emergentes
Por otra parte, el estudio del FMI alerta de la existencia cada vez más de diferencias entre las economías más desarrolladas y las emergentes.
"La recuperación económica mundial continúa, pero con una brecha cada vez mayor entre las economías avanzadas y muchas economías de mercado emergentes y en desarrollo", indica el organismo dirigido por Kristalina Georgieva, que a nivel global no han variado sus previsiones de crecimiento del 6 % para 2021, aunque sí destacan que existe una necesidad de aumentar el ritmo de vacunación para consolidar esa recuperación.
Asimismo, estiman que la pandemia ha reducido los ingresos per cápita en las economías avanzadas en un 2,8 %, en relación con las tendencias anteriores a la pandemia durante 2020-2022, en comparación con una pérdida anual per cápita del 6,3 % para las economías de mercado emergentes y en desarrollo (excluida China).
Recomienda dar prioridad al gasto sanitario
Entre las causas de esta brecha entre países se encuentran la diferencia en la evolución de la pandemia y la capacidad de vacunación: mientras cerca del 40% de la población de las economías avanzadas se ha vacunado completamente, en las economías emergentes solo se ha alcanzado un solo el 11%.
"Unas tasas de vacunación más rápidas de lo esperado y la vuelta a la normalidad han dado lugar a mejoras en las previsiones, mientras que la falta de acceso a las vacunas y las nuevas oleadas de casos en algunos países, sobre todo en la India, han dado lugar a bajadas", señalan.
"Está muy claro que, al ritmo al que vamos hoy, no vamos a acabar con la pandemia tan pronto como es necesario, en otras palabras, para finales de 2022", aseguró Georgieva la semana pasada en una rueda de prensa.
Para solucionar la brecha, el Fondo recomienda dar prioridad al gasto sanitario y lograr una mejor cooperación mundial en materia de vacunas, ya que serviría para "ayudar a prevenir futuras olas y la aparición de nuevas variantes, poner fin a la crisis sanitaria antes de lo previsto y permitir una normalización más rápida de la actividad". Además, podría conducir a un mayor gasto por parte de los hogares y una mayor inversión de las empresas.
También recomienda la aplicación de políticas de ayuda. Según su estudio, la revisión al alza del crecimiento mundial para 2022 refleja en gran medida el apoyo fiscal adicional previsto por algunos países, como en el caso de los miembros de la UE con los fondos de recuperación. El informe pone también como ejemplo a Estados Unidos, donde la mejora significativa de las perspectivas de su economía se debe en parte al impacto de la legislación para impulsar la inversión en infraestructuras y el refuerzo en la red de seguridad social en el segundo semestre de 2021.
Preocupación por la inflación "anormalmente alta"
"La demanda acumulada y los cuellos de botella en la cadena de suministro están presionando al alza los precios", destaca, por otro lado, el FMI. No obstante, en la mayoría de las economías avanzadas se espera que esta inflación se reduzca a rangos prepandémicos en 2022, ya que una parte significativa de esta inflación "anormalmente alta" es transitoria como resultado de los sectores afectados por la pandemia, como el turismo o la hostelería.
Sobre las tasas de empleo globales, el documento señala que siguen estando muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en la mayoría de los países y, aunque se ha producido un rápido crecimiento salarial en algunos sectores, el incremento global se mantiene dentro de los rangos normales. En el caso de España, el informe señala que mantiene un crecimiento salarial estable similar al de Reino Unido y Canadá.
Sin embargo, la evaluación está sujeta a una gran incertidumbre, dada la naturaleza desconocida de la recuperación. La persistencia de las interrupciones de la oferta y el fuerte aumento de los precios de la vivienda son algunos de los factores que podrían conducir a una inflación persistentemente elevada.
Además, se espera que la inflación siga siendo elevada en 2022 en algunas economías de mercado emergentes y en desarrollo, relacionada en parte con las continuas presiones de los precios de los alimentos y las depreciaciones de las divisas, lo que crearía otra brecha.