La capacidad de contagio de las personas vacunadas es una incógnita que comienza a esclarecerse según avanzan las campañas de vacunación en todo el mundo. Se asume que ninguna de las vacunas actuales es esterilizante, esto es, que no anulan por completo la capacidad de que el vacunado transmita el virus en caso de contagiarse, a pesar de que esté protegido de las manifestaciones más graves de la enfermedad. Aunque también se da por sentado que sí que reducen en parte la posibilidad de que el virus se transmita. Ahora, un estudio llevado a cabo en Reino Unido ha cuantificado cuánto desciende la transmisión dentro de los hogares en estas escasas personas que se contagian a pesar de haber recibido la primera dosis de la vacuna, y llega a la conclusión de que lo hace entre un 40% y un 50% menos en el caso de Pfizer y AstraZeneca, las dos marcas examinadas.
"Además de los efectos directos de prevenir casos y reducir la gravedad, hemos demostrado que las vacunas ChAdOx1 nCoV-19 -AstraZeneca- y BNT162b2 -Pfizer/BioNTech- están asociadas con una menor probabilidad de transmisión en el hogar de un 40%-50% de personas diagnosticadas con COVID-19 después de la vacunación, lo que supone uno importante beneficio para los contactos cercanos", concluye el trabajo, que aún no ha sido revisado por pares y que está realizado por investigadores de la Agencia de Salud Pública del Reino Unido (PHE, por sus siglas en inglés), sobre una muestra de más de 300.000 familias británicas y casi un millón y medio de personas.
El Reino Unido es uno de los países del mundo donde más ha avanzado la campaña de vacunación, con casi 35 millones de personas a las que ya han inoculado al menos la primera dosis -sobre una población total de algo menos de 70 millones de habitantes-. De estas personas, más de 16 millones han recibido la pauta completa.
A partir de estas cifras, los científicos del PHE han cruzado la información de tres bases de datos. Por un lado, la de los positivos desde que comenzó el año y hasta finales de febrero. Por otro, la de vacunados con AstraZeneca y Pfizer-BioNTech. Y, finalmente, han delimitado las unidades familiares que vivían en un mismo domicilio.
Para poder determinar la disminución de los contagios, los investigadores compararon los hogares con un caso índice vacunado -la primera persona que se infecta y lo transmite al resto-, con aquellos donde había un contagiado pero ninguno de los miembros estaba vacunado. En estos grupos de convivientes, hubo un 10% que se contagiaron en los 14 días siguientes a que lo hiciera el caso índice. Pero en aquellos donde el caso índice ya había recibido la primera dosis de la vacuna, los casos secundarios se redujeron al 6%. Es decir, las vacunas rebajan en más de un 40% la probabilidad de que la COVID-19 se transmita entre personas que viven en un mismo hogar. Porcentaje que asciende al 49% si se trata de AstraZeneca.
Resultados extrapolables a otros entornos
El análisis de las unidades familiares no es casual, ya que es en los hogares donde presumiblemente se produce una mayor transmisión del coronavirus. Aunque, como recalcan los autores del estudio, los resultados son extrapolables "a otros entornos con riesgo de transmisión similares".
Es reseñable el hecho de que ninguno de los positivos después de recibir la vacuna necesitó de hospitalización, lo que apunta una vez más a la alta efectividad de estos fármacos para prevenir los cuadros graves de la enfermedad. Pero la mayoría de los casos analizados en el estudio (un 93%) habían recibido una sola dosis, por lo que los autores resaltan que "será importante evaluar si hay alguna reducción adicional en la transmisibilidad tras recibir la segunda dosis de vacuna", algo que se presupone, pero que no podrá determinarse hasta que estos datos estén disponibles.