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¿Es conveniente retrasar la segunda dosis de la vacuna para inmunizar a más gente?

RTVE.es
6 min.

La propuesta del Ministerio de Sanidad de retrasar la inoculación de las segundas dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna contra la COVID-19 a los menores de 80 años, que ha sido finalmente descartada este martes en la Comisión de Salud Pública, buscaba optimizar al máximo ese efecto protector que ya confiere la primera dosis, con el objetivo de abarcar a un mayor número de personas con las vacunas disponibles y acelerar así la campaña de inmunización.

El intervalo entre las dos inyecciones pasaría de los 21 y 28 días actuales, que se indican en las respectivas fichas técnicas, a seis u ocho semanas. Esto es, entre 42 y 56 días, más del doble de tiempo, pero solo para menores de 80 años. Mientras tanto, para mayores de 80 años y grupos de riesgo, las segundas dosis se mantendrían como hasta ahora.

De acuerdo con un estudio publicado en abril por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, estas dos vacunas de ARN mensajero alcanzan, con una sola dosis, una eficacia del 80% contra infecciones de COVID-19, que se eleva a más del 90% con la pauta completa.

Sobre la evidencia científica que ya existe, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, asegura que "la primera dosis da una inmunidad parcial suficiente". "Lo que hay que hacer ahora es ver todos los datos y tomar una decisión de nuevo que sea sólida, que sea conjunta", ha declarado en el Telediario de TVE sobre la nueva estrategia que podría adoptarse este martes.

En general, los expertos se muestran favorables a que España adopte esta medida, recordando que los ensayos clínicos tanto de Pfizer como de Moderna permitían un intervalo entre dosis de hasta 42 días -seis semanas-. “Lo que sí se ha visto es que con una dosis la protección que se obtiene es considerable", ha afirmado en el programa Las mañanas de RNE José Antonio Navarro, de la Asociación Española de Vacunología, quien ha puntualizado que "esto no quiere decir que no se ponga la segunda dosis, sino que se demora sin perder efectividad y conseguimos con eso que un mayor número de personas vulnerables estén protegidas más precozmente".

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - ¿Se deben espaciar más las dosis para acelerar la inmunización? - Escuchar ahora

El presidente de esta asociación, Amós García Rojas, ha apuntado en el Telediario de TVE que este tipo de decisiones deben tomarse "cuando haya una situación evidente de déficit de vacunas o haya una necesidad objetiva de acelerar el proceso de vacunación", como ocurre en la actualidad, aunque insiste en que “hay que cumplir" en todo momento "con la ficha técnica" de la vacuna.

Segunda dosis, "demasiado cerca"

Por su parte, Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), asegura a RTVE.es que "tenemos la sensación de que la segunda dosis se está poniendo demasiado cerca, y el sistema inmune puede estar todavía exhausto de la primera dosis. Es una hipótesis con la que trabajamos, porque todavía no hay publicado ningún ensayo al respecto".

"Mi grupo y otros grupos de investigación estamos viendo ya, y tenemos un preprint sobre este asunto, que la segunda dosis desde el punto de vista de laboratorio aporta muy poco a la primera dosis. En gente que ha pasado la infección, la segunda dosis no le produce ni aumento de anticuerpos ni aumento de células T, y en personas que no han pasado la infección el aumento sobre la primera dosis es muy pequeño, tanto celular como de anticuerpos", añade, aunque recalca que "está claro que dos dosis siempre es mejor que una. La cuestión aquí es si un plazo largo entre esas dosis es mejor que uno corto".

"En un momento como el que estamos de falta de vacunas, quienes tienen que decidirlo son más los epidemiólogos, pero sí que parece razonable que tenemos que intentar llegar con la primera dosis al mayor número posible de gente", resume Cámara.

África González, también de la Sociedad Española de Inmunología, ha manifestado en Las mañanas de RNE que esta estrategia entraña un posible riesgo: "a lo mejor al demorar esa segunda dosis pudiera haber una menor eficacia". Sin embargo, esta inmunóloga deja claro que "es muy posible" que esto no ocurra, "porque la respuesta inmunitaria una vez que ha generado células de memoria duran tiempo, y lo único que hacemos con esa segunda dosis es expandir esas células de memoria para que tengamos ya una respuesta más duradera y más eficaz".

Sobre la importancia de esta segunda dosis, María Garcés, investigadora de vacunas de Fisabio, ha remarcado en el Telediario de TVE que "lo que está claro es que la dosis de refuerzo es muy interesante porque aumenta no solamente el título de anticuerpos, sino que además es lo que va a asegurar que haya una mayor duración de la protección".

Otros países ya han adoptado esta medida

Prácticamente desde el inicio de la campaña, Reino Unido adoptó la estrategia de espaciar las dosis de Pfizer hasta 12 semanas (84 días), con el objetivo de poder proteger a más personas en menos tiempo, aunque la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no recomendaba retrasarlo más de 42 días. Le siguieron con medidas similares Francia e Italia, y otros países como Canadá han retrasado la segunda dosis hasta los cuatro meses (16 semanas).

A pesar de que en este mes de abril la llegada de dosis a España ha experimentado un importante incremento, protagonizado sobre todo por Pfizer, el avance de la campaña de vacunación sigue dependiendo de que se normalice el suministro de AstraZeneca y Moderna (en el caso de la primera, retrasado por incumplimientos de contrato y, en cuanto a la segunda, porque el Gobierno de Estados Unidos ha acaparado gran parte de su producción inicial). Además, muchas de las expectativas de lograr esa ansiada inmunidad de rebaño antes de que finalice el verano están depositadas en que por fin pueda iniciarse la administración de la vacuna monodosis de Janssen a la población de entre 70 y 79 años.

Respecto a la vacuna de Janssen, este martes por la tarde, la Agencia Europea de Medicamentos emitirá un dictamen después de analizar los seis casos raros de trombosis detectados en casi ocho millones de personas a las que se ha inoculado en Estados Unidos. Se espera que la resolución sea favorable y las autoridades sanitarias españolas den luz verde a su inoculación en esta franja de edad. Las comunidades autónomas dispondrán de 5,5 millones de dosis hasta junio solo de esta vacuna.

También se está a la espera de las próximas vacunas que presumiblemente serán aprobadas para su uso en la Unión Europea: CureVac (ARN mensajero) y Novavax (basada en proteínas).

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